V E I N T I C U A T R O

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Roronoa Zoro

Ni siquiera debería estar aquí, pero esa navegante da miedo, sé que es capaz de cumplir sus amenazas y lo que menos quisiera es que eso suceda.

—Yune —la pelinegra me ignora, no debo perder la paciencia—. Vamos a hablar

—Eso hacemos, ¿no? —pregunta sin mirarme, es tan infantil—. ¿Qué quieres?

—Hablar —frunzo el ceño, Yune voltea—

—Escuché a Nami, supongo que te ha amenazado, no tenemos que hablar si no queremos y, por mi parte, no quiero hacerlo —frunzo el ceño, no será fácil—. Solo haz como si todo estuviese bien mientras Nami esté presente, después, cada uno por su lado

—Bien…

Me doy media vuelta, Nami está realmente molesta aunque no debería meterse en esas decisiones porque es algo que Yune y yo tenemos que hablar cuando sea el momento.

«—¿Por qué haces esto, Zoro? —cuestiona al borde de las lágrimas—. ¿Por qué siempre quieres hacerme débil? ¡No quiero volver a mi infierno!»

Desvío la mirada, no debí cometer tantos errores con Yune, pero estaba tan molesto que no pude evitarlo.

¿Qué me estás haciendo, Monkey D. Yune?

Sé que es una mujer fuerte, lo ha demostrado muchas veces desde que se unió a la tripulación, pero también es una mujer muy frágil que puede romperse cuando algo del pasado la alcanza. No la conozco mucho, pero soy capaz de poner mis manos al fuego por ella, no me importaría quemarme con tal de que pierda ese miedo irracional que siente.

—Ya está todo bien —miro a Nami, ella asiente desconfiada—. ¿Quieres algo más?

—No, eso era todo

—Bien, voy a dormir —informo antes de desaparecer, necesito una siesta—

Estoy evitando hablar con Yune sobre eso porque no sé qué tanto le afectó realmente, no sé si piensa en volver a hablarme o nuestra amistad terminó por completo.

[…]

Cubro su cuerpo con una manta, Yune ha estado aquí desde hace rato y es mi turno de cuidar el barco, pero parece que no quiere irse.

—¿No te irás? —pregunto al ver la luna llena, ella niega—. Hay luna llena

—Ya sé y no me importa —responde sin mirarme, a pesar de todo, siempre voy a preocuparme por esta idiota—

Le coloco mi bandana y apoyo mi cuerpo contra la baranda de la cofa, es un lugar muy estrecho.

—¿Sigues pensando en eso? —pregunto dejando de lado mi orgullo—. Yune

—Solo cállate, no quiero recordarlo —solicita la pelinegra, deberíamos solucionar las cosas cuanto antes—. No debes hacer algo así nunca más, Zoro

—Te he pedido perdón por eso, Yune —ella finalmente voltea a verme—

—¿Crees que es sencillo? —pregunta molesta, niego despacio—. Pues no lo es, Zoro, si realmente lo entiendes, entonces deberías dejar de hacer cosas así

—Solo quise… —desvío la mirada, Yune aprieta los puños—

Palacio de Alubarna, Alabasta, algunos días atrás

—¿Por qué dices esas tonterías? —pregunta Yune limpiando sus lágrimas—. Idiota…

No puedo dejarla si está llorando, su vulnerabilidad es algo que valoro mucho porque sé que le cuesta abrirse para contar lo que le ha pasado.

Let There Be Love || Zoro Roronoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora