Dahye;
—¿Se encuentra bien? —corro hacia él y tomo sus manos.
—¿Que hace aquí? —pregunta serio. Sin embargo yo estaba muy ocupada en buscar algo para que sus manos dejasen de sangrar.
En el piso habían muchos vidrios, y todo era un desastre.—¿Dónde está el botiquín de auxilios? —pregunto mirando por toda la habitación—. Ah. Debe de estar en el baño –al intentar ir hacia allí el rey tomó mi brazo.
—Te pregunté que, que haces aquí —dijo. A pesar de la situación mantuve mi cabeza baja evitando mirarlo a los ojos.
—Y-yo...ehm...sentí un ruido y entonces-
—Sal.—ordena. Sin poderlo evitar lo miré y bajé la mirada al ver que chocamos miradas.
—Pero sus manos-
—¡Que salgas te dije! —gritó y me tomó del brazo para empujarme y cerrar la puerta frente a mi cara.
Me quedé viendo la puerta cerrada durante unos cortos segundos y luego sobé mi brazo ya que me había tomado con demasiada fuerza. Un estruendo detrás de la puerta nuevamente me hizo sobre-saltar. Y sin poderlo evitar nuevamente porque soy así, y no puedo quedarme donde estoy volví a abrir la puerta.
—¿¡No te dije que te fueras o eres sorda!? —gritó al verme.
—Está bien. Me iré....pero una vez que lo cure —y me escabullí al baño. Dios. Si la señora Min se entera me va a jalar de los pelos. Y si al rey le dá por enojarse más, la vida si se me va a complicar. Sin mirar detenidamente nada a mi alrededor, tomé el botiquín que se encontraba en una esquina del baño encima de una mesita.
Volví a salir, y el rey se encontraba sentado en un sofá.
—Eres demasiado entrometida ¿sabias? —dice con rabia en su voz una vez que tomé asiento a su lado.
—Lo siento —me disculpé por eso y abrí el botiquín. Antes que todo lavé mis manos, y luego comencé a desinfectar sus heridas.
Cogí alcohol y fui desinfectando sus heridas poco a poco. Ví un pequeño vidrio dentro de su piel y con la pinza lo saque dejandolo sobre un lugar dónde lo pudiese ver para luego votarlo. Cogí el esparadrapo y lo estiré para sacar una parte. Con la tijera, lo corté y luego comencé a vendarle la mano. Cuando fui a coger su otra mano, que estaba igual o peor que la anterior el se rehusó.
—Es suficiente. Puedes irte —dijo.
—Pero aún...
—Joder...eres demasiado fastidiosa —murmuró con enojo pero yo lo escuché perfectamente.
Jugué con mis dedos algo avergonzada y apenada.
—¿No tienes cosas que hacer? —contraataca.
Mierda mierda. De seguro el príncipe ya terminó su clase de piano. Me levanté para irme, pero su mano -la vendada- sujetó mi brazo deteniendome.
—Tienes prohibido decirle a alguien lo que pasó. ¿Entiendes?. Eso es si no quieres ser despedida —habló.
—Está bien —dije viendo hacia el piso. Una vez que dejó de tomarme del brazo le hice una rápida reverencia y salí como alma que lleva el diablo.
Justo me dirigía al cuarto del Príncipe cuando la puerta del cuarto de este se abre y la señora Min se muestra seria y cruza sus brazos.
—¿Se puede saber donde estabas? —arquea una ceja.
—Hum...y-yo lo siento. Me perdí —sonreí inocente.
—Ah. ¿Te perdiste?. No me digas —habla desconfiada.
ESTÁS LEYENDO
rey mingyu 𐙚 k. mingyu. (terminado)
RomancePark DaHye es una chica de clase baja. Vive con su madre, su padre y su hermana mayor. Cuando nació, sus padres no estaban en condiciones de criarla, y vivió practicamente toda su niñez, y parte de su adolescencia en un convento para monjas. Allí se...