rey mingyu 𐙚 k. mingyu. (terminado)

♡; Cuarenta y cinco.

Dahye;

—Nunca creí que iba a decir esto, pero es bueno verte —dijo Tiffany mientras Yoongyu tocaba piano.

—¿Gracias? —la miré.

—Ya que estoy siendo sincera, me disculparé también por haber sido tan grosera contigo. Me dí cuenta de que realmente me caías bien durante el tiempo que faltaste. Espero que seamos amigas y esto sea un comienzo. ¿Puede ser? —extendió su mano hacia mi y yo la tomé para saludarnos. Sonreímos un poco.

Decidí ir a la biblioteca. Era tan grande. Así si entraba muchas veces no dejaba de sorprenderme las grandes estanterías que poseía. Me gustaría leer todos esos libros. Aunque con la cantidad que eran lo más posible es que me muera antes de llegar a leerlos.

Comencé a subir una escalerita para llegar hacia una estantería alta y tomar alguno de los libros. Llegué al último escalón y fui viendo el título de algunos. Decidí escoger alguno de poemas; fui bajando con cuidado. Sin embargo, resbalé y creí que me daría el golpe más grande de mi vida. Cerré con fuerza mis ojos esperando el golpe. pero al caer, me dí cuenta de que en el piso por lo menos no caí.

Abrí mis ojos lentamente y me encontré a Mingyu. Había caído sobre sus brazos.

—Pesas demasiado.

Raspé mi garganta —No me hubieras atrapado –contesté indiferente.

—Aún puedo soltarte –e hizo como que me dejaría caer, pero me sujeté rápidamente de su cuello, y el obviamente no me dejó caer. Rió.

—¡Oye! ¡No es gracioso! —exclamé. El sonrió levemente y lamió sus labios viéndome. Me sentí nerviosa de momento—. Mejor bajame. Pero no dejandome caer. Solo...bajame.

—No quiero —dijo—. Una vez que lo haga te vas a ir.

—¿Entonces me vas a tener cargada así para siempre o que? —pregunté con burla.

El me elevó e hizo que enrrollara mis piernas en su cintura.

—M-Mingyu bajame —golpeo levemente su hombro.

—No quiero —respondió.

—¿Y que? Yo sí. Así que bajame. Hablo en serio —lo vi seria.

—¿Si no lo hago que vas a hacer? —me reta.

—N-no lo sé. Pero nada bueno así que bajame —repito.

—Tengo miedo —dijo burlón.

Lo jalé del pelo.

—Ahhh sueltame Dahye —grita.

—Bajame —ordeno.

—Sueltame el pelo primero —me mira serio.

—Bajame tu primero —demando.

—Al mismo tiempo —dice.

El me fue bajando lentamente, y yo fui soltandole el pelo. Cuando el ya me había puesto en el suelo, que lo solté, que me iba a ir, el me jaló por la capucha de mi abrigo y me pegó a él por la cintura.

—¿A donde crees que vas?. ¿Piensas que te irás así luego de jalarme el pelo? —susurró en mi oído.

—T-tu no me querías bajar así que-

Mi respiración se entre-cortó cuando comenzó a besar mi cuello.

—¿Q-que estás haciendo? —hablo como puedo.

El no dijo nada y siguió besando mi cuello lentamente. Al sentir sus labios pegarse una y otra vez sobre mi zona sensible me hacía suspirar.

—M-Mingyu ya detente —pido cerrando los ojos cuando siento su dientes morder el lóbulo de mi oreja.