♡; Seis.

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Da-hye;

—¿No tienes alguna liga de pelo? —le pregunto a Lisa una vez que llego al castillo.

—No. Lo tengo corto. ¿Como me lo voy a recoger? —dijo confundida y reí levemente.

—Verdad. Es que la cinta que traía se me cayó de camino hacia acá pero no la encontré. Me es incómodo traer el pelo suelto —dije un tanto estresada en que los flequillos se me colaran para delante todo el tiempo.

En fin... Al final tuve que quedarme con el pelo suelto lo cuál me resultó un fastidio durante todo el día.

—Hola Dahye —me encuentro con un animado Erick en el jardín. Luego mira al príncipe el cual traía de mano—. Buenas príncipe YoonGyu.

—Hola —con su voz de bebé le hace una reverencia.

—¿Que haces? —miro a Erick mientras retomaba los pasos y el nos seguía.

—Tuve que ir a comprar unos caballos más —explicó—. ¿Que hay de ti?. ¿Te va bien en el trabajo?. Dime que no has tenido más problemas.

Reí recordando que sí.

—Ni te imaginas. Es como si saliera de uno para entrar en otro. Pero tendré que acostumbrarme. Parece que ya es algo común —reí levemente.

El sonrió y asintió —Bueno, nos vemos en el almuerzo. Tengo algunas cosas que hacer.

—Claro. Ve con cuidado.

El se despidió de mi y de YoonGyu.

—Bien Yoongyu ¿que quieres hacer ahora? —lo miro.

—Vamos al lago. Hay patitos. Patitos de verdad —sonríe haciéndome sonreír también.

—Ok. ¿Y si vamos por tu cuaderno de dibujos y pintas a los patitos?. ¿Quieres? —le sonrío agachandome frente a él.

Asiente emocionado —Si si si.

Le sonreí.

Realmente me estaba encariñando con este niño.

Mientras Tiffany ahora se encargaba de darle clases de piano a Yoongyu, yo había decidido ir a la biblioteca en busca de libros infantiles para Yoongyu. Obviamente buscaría primero el Gato con Botas de Charles Perrault; y luego buscaría otros que de seguro le van a gustar. Hoy había llegado tarde una vez más y la señora Min me había regañado nuevamente. De seguro hoy también me iré tarde por leerle un cuento al príncipe Yoongyu. Y me preguntaba...¿debería quedarme?. En el castillo habían habitaciones para los empleados. Así podía hacer las cosas más rápido. Al no tener que venir desde mi casa -que por cierto quedaba bien lejos de el castillo-.
Solo tenía que atravesar un pasillo y ya me encontraría en la cocina preparandole el desayuno al príncipe y demás y demás. Tal vez debería pensar en esa posiblidad y hablarlo con mis padres. Aunque de seguro no les va a agradar. Sobre todo a mi padre que es tan sobre-protector.

Tomé los algunos libros infantiles, y luego me dirigí al cuarto del príncipe para dejarlos en una pequeña estantería.

—Libros infantiles —exclamó cuando me vió.

—Príncipe Yoongyu, concentrese en el piano —lo regaña Tiffany sin embargo el no dejaba de mirar las portadas de los libros los cuales estaban decorados de una manera bien llamativa.

—¿No podías haber entrado luego? Estás distrayendo al príncipe de su clase —Tiffany cruzó sus brazos viéndome enojada.

—No lo hice a propósito.

—No. Si hay muchas cosas que no haces a propósito —dijo viéndome enfadada. Suspiré y miré a Yoongyu.

—Yoongyu, recuerda que los libros infantiles son para la noche. Así que sigue dando clases y no te distraigas ¿si? —acaricio su cabello.

rey mingyu 𐙚 k. mingyu. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora