♡; Cuarenta y nueve.

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Mingyu;

Habíamos llegado al palacio y lo único que deseaba era irme a descansar. Justo cuando entraba el rey Hirai me alcanza.

—Rey Mingyu, quería hablar de algo con usted —dice.

—Claro...¿es...importante?. ¿Tiene que ser ahora? —lo miro.

El niega —En la cena puede ser. Se trata sobre la relación de usted con mi hija.

—Ah...—asentí lentamente.

El me sonrió cortamente y se fue en dirección a su habitación.

Suspiré y cuando iba a abrir la puerta un Seokmin corriendo llega a mi.

—¿Que te pasa? —le pregunto.

—Entra. Debemos hablar —me hace abrir la puerta de mi habitación y me empuja hacia adentro.

Me siento en el sofá y lo miro confundido.

—Habla ya. Me tienes nervioso —suspiro dejando caer mi espalda en el respaldo del sofá.

El se sienta a mi lado e suspiró profundo.

—Cuando...las princesas japonesas fueron al baño —asentí escuchando—, sabes que yo fui también.

Volví a asentir —Sólo ve al grano—pido.

—Las escuché hablar y la princesa Momo habló acerca de las fotos que te tomó junto a Dahye las cuales está usando para chantajearte.

—Aja. Pero no entiendo a que quieres llegar.

—¿Pasó algo entre ustedes después? Que ella había venido a tu habitación...

Asentí —Sí. Ella vino como para quererse insinuar. La saqué pero Dahye la vió y-

—Si si si. Independientemente de eso, ella le contó a otra criada que tu y ella se habían acostado.

—Eso no pasó —respondí en seguida levantándome frustrado.

—Bueno, pero esa empleada la cual ella no mencionó no sabe eso. Y al parecer su idea es llevarla ante su padre para que le diga que ustedes si se acostaron. Y al haberle quitado supuestamente la virginidad hacer que se case contigo.

Reí de lado ahora empezando a enojarme.

—Eso no tiene sentido. Yo...no me acosté con ella.

—Bueno Mingyu, pero ponte a pensar. ¿Crees que el rey de japón te va a creer a ti?. Eres un rey y HOMBRE. Ella es una princesa supuestamente no virgen. Y es niña de papá. Y no te conviene tener una confrontación con Japón. ¿O me equivoco? —me vió él.

Agité mi cabello frustrado ya que el tenía la razón.

—¿Y que se supone que deba a hacer? El Rey me vió hace un momento y quiere hablar en la cena de...la relación. Sabes...al principio quería formar una relación con ella porque quiero olvidar a Dahye pero...esa princesa es demasiado... insoportable y no va. Necesito deshacer esta farsa ya.

—Tranquilo. Aquí, tu mejor amigo por siempre, tiene tu salvación —dijo él de forma altanero.

—¿Cual?

El sonrió ampliamente —Solo espera –sonrió–. Ahora lo que hay que hacer es ir a encontrar a la empleada.

Dahye;

—Dahye, hoy estarás en el comedor con las demás empleadas para la cena de el Rey Mingyu con el Rey de Japón.

Asentí ante su orden.

rey mingyu 𐙚 k. mingyu. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora