♡; Cuarenta y uno.

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Dahye;

—¿Realmente dejaste el castillo solo porque extrañabas vivir aquí? —cuestiona Dahyun por décima vez en el día.

Suspiré revolviendo el té —Mhm –asentí. La verdadera razón era que no quería estar allá porque me había enamorado del rey de Corea y al final había resultado todo falso. Pero tampoco era mentira que extrañaba a mi familia.

—Eso está raro —ella entre-cerró sus ojos viéndome.

Me encogí de hombros como respuesta —Es tu problema creerme o no –musite.

La puerta principal se abrió indicando que mis padres habían llegado. Al encontrarse conmigo se tornaron confundidos.

—¿Dahye? ¿Hoy...es tu día libre? —pregunta mamá confundida.

—Renunció al palacio —habló Dahyun mientras se ponía pepinos sobre su rostro.

Mi papá frunció el ceño —¿Y por qué? ¿Pasó algo? –preguntó.

—Dijo que los extrañaba —interrumpió Dahyun nuevamente.

—¿Realmente...fue por eso? —mi mamá arquea una ceja mientras esperaba por mi respuesta.

Papá tambien me miraba.

Asentí —Sí.

Ambos asintieron lentamente.

—Buscaré otro trabajo —musité.

—No te preocupes tanto por eso. Puedes trabajar con tu hermana en la tienda de conveniencia mientras yo y tu madre trabajamos en la ferretería —dice papá tomando asiento a mi lado dandome una sonrisa comprensiva.

—¿Que? —Dahyun se levanta enseguida luego de quitarse su mascarilla—. ¿Por qué? –se queja–. Yo estoy bien ahí sola.

—No seas egoísta, Dahyun —interrumpió mamá.

Me apresuré en hablar —Puedo buscar otro trabajo. No es necesario que-

—Que no se diga más. Dahyun y tú trabajaran en la tienda de conveniencia.

Miré a Dahyun y esta bufó dirigiendose al cuarto en forma de perreta.

—No le hagas caso —me sonrio mamá y le devolví la sonrisa.

—Después de todo es bueno que hayas vuelto. Tú madre y yo tambien te extrañabamos.

Les sonreí y besé la mejilla de ambos.

Estar con mis padres era realmente algo que adoraba. Mientras estuve con ellos trate de no pensar en Mingyu aunque se me hizo dificil.
Sobre todo cuando estuve sola con mis pensamientos mientras estaba acostada sobre mi cama. Miraba fijamente a el techo sin poder dejar de pensar en él.

—Dahye —Dahyun llama mi atención. Giro mi cabeza para verla.

—¿Que pasa? —le pregunto.

Ella se lavanta de su cama y viene hacia la mía.

—Hoy vamos a dormir juntas —dice como si nada y se mete bajo mi misma sabana.

Me corrí confundida por su actitud pero no dije nada.

—Sé que no soy muy...buena hermana contigo, pero independientemente de eso te quiero y también me preocupo por ti. Así que me gustaría que confiaras en mi y me dijeras porqué realmente te fuiste del palacio —me miró.

Me le quedé viendo y debatí interiormente si decirle no. Siendo sincera tenía un nudo en mi garganta y quería contarle a alguién lo asfixiada que me sentía o si no iba a explotar.

rey mingyu 𐙚 k. mingyu. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora