♡; Díez.

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Da-hye;

—Yoongyu tienes que comer —trato de darle el almuerzo al niño pero se rehusa.

—No quielo.—cruza sus brazos girando su rostro.

—Pero...—me le quedé viendo—. No habrán libros infantiles.

—No quielo —negó nuevamente.
Suspiré dejando su comida sobre la mesa nuevamente.

—¿Que quieres comer? —pregunté.

—Pastel de chocolate —sonrió entonces.

—Ok. Hagamos pastel de chocolate —lo tomé de la mano.

Solo esperaba que no me llamaran la atención por esto. Llegamos a la cocina y no había nadie. Todo el mundo se había tomado el día libre. Menos yo que tenía que cuidar a Yoongyu. Y a parte había decidido dejar los días libres para los fin de semana.

Dejé a Yoongyu sobre una de las sillas frente a la encimera y fui sacando las cosas necesarias para hacer el pastel.

—¿Quieres aprender a hacer pasteles? —lo miré.

—Si si si —sonrió.

Puse una silla cerca a mi y lo senté. Cogí un gorro de chef que se encontraba allí y se lo puse haciendo que sonriera aún más entusiasmado.

—Primero cogeremos los huevos —se los muestro. Los rompo y los hecho en un recipiente—. Después, vamos a batir.

—Batir batir batir —sonríe.

—Bate bate chocolate —río y el sonríe.

Seguí haciendo el pastel mientras Yoongyu sonreía emocionado por el pastel. Luego de unos largos minutos, que el pastel estuvo listo, lo puse en el horno.

—Ahora tenemos que esperar a que se cocine —le sonreí.

—¿Y falta mucho? —preguntó con un leve puchero.

—Sí. Pero mira...primero lavaré todo lo sucio. Luego jugaremos un rato y verás que el pastel estará más rápido.

El sonrió y asintió. Me apresuré en lavar las cosas utilizadas que estaban sucias. Luego fuimos hacia la sala principal del castillo y lo dejé allí para ir por la caja de juguetes.

—Este es el ogro malo que te va a comer —le enseño el muñeco.

El enseña al Principito que era un pequeño muñequito. Y comienza a simular una batalla mientras yo río.

—Agh. Me mataste —dejé caer al juguete al suelo simulando que había muerto. Yoongyu sonrió ampliamente con sus ojitos brillando.

Mingyu;

—Mataré a el Rey Jihoon por haberme hecho ir por gusto a Daegu —murmuro ladeando mi cabeza una y otra vez.

—Sabe que el Rey Jihoon se encierra en su cuarto y duerme por horas —me miró el secretario Kang con la tableta en sus manos.

Ya digo yo que es un gato...

La limusina se adentró por los grandes portones y una vez el chofer me abrió, bajé.

—Cancela todo lo que tengo en el resto de la tarde. Estoy cansado.

—Está bien. Descanse —me hizo una reverencia y yo seguí mi camino hacia las puertas las cuales los guardias abrieron.

Al adentrarme al palacio -a la sala exactamente- me encontré a Dahye con Yoongyu en el suelo.

rey mingyu 𐙚 k. mingyu. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora