Teoría del Juego

012

• Lara •

Las mujeres siempre son estereotipadas por ser chismosas, porque al parecer no pueden dejar de hablar. Nunca. Si eso es cierto o no, no me importa porque no es justo. Por que los hombres no son mejores que las mujeres para cerrar la maldita boca. Seria una competencia. En realidad, chismear es algo natural para ambos sexos porque casi siempre es por envidia, aburrimiento, enojo o atención. Todos quieren sentirse parte del grupo, por eso difunden mentiras para hacer las cosas interesantes o para sentirse mejor consigo mismos.

Así que no me sorprendió en la más mínimo encontrar a mis compañeros conversando sobre la nueva jugadora de nuestro equipo mientras yo entraba al vestuario para cambiarme.

-¿Dónde has estado, bro? -William pregunto desde el banco. Físicamente podía sentir todos los ojos sobre mí mientras caminaba hacia mi casillero e ingresaba la combinación.

-Ha estado con Casandra -respondió Jhoel por mí, moviendo las cejas. Los ignoré a ambos, me senté en el banco y comencé a tirar de mis calcetines hasta la rodilla-. Abby me dijo que la llevaste a su habitacion. Apuesto a que pasaste la noche con ella. Ya sabes, para que se sintiera mas como en casa, por supuesto.

Hubo algunas risas por parte de los jugadores, pero las descarte. Siempre hacían esto, preguntando quien fue la ultima "victima" (sus palabras, no las mías) con la que me acosté, como sucedió y si fue bueno. Jhoel fue el primero en preguntar porque, bueno, era mi compañero de cuarto y quería saber si valía la pena echarlo de la habitación; y déjame decirte, echar a Jhoel de la habitacion siempre sería una bendición. Y cada vez que me preguntaban, me negaba a darles la satisfacción de mis palabras porque no era asunto suyo.

Me quite la camisa y los jeans y saque una camisa limpia y unos pantalones cortos junto con mis espinilleras y tachones mientras las conversaciones comenzaban nuevamente a mi alrededor.

Jonathan se deslizo en el banco a mi lado-. ¿Te la tiraste? -pregunto, no para difundir chismes, sino porque sinceramente quería saber.

Jonathan Lizárraga era el tipo de persona que te conoce mejor que tú, pero se hace el tonto al respecto. Entonces, aunque sabia que el ya sabia la respuesta, se lo dije de todos modos para que no hubiera confusión.

-No, Jona. Sabes lo que siento por Casandra. Jhoel lo sabe igual, solo está siendo un idiota.

-¿Cuándo Jhoel deja de ser idiota? -dijo astutamente.

Jonathan Lizárraga también era el tipo de persona que estaba segura de si misma, pero lo conozco lo suficiente como para escuchar sus dudad y ver que solo se muestran de vez en cuando. Decir que no era leal a sus compañeros sería un insulto, pero no tiene miedo de ponerte en su lugar si haces algo remotamente estúpido, por lo que probablemente tenia que asegurarse de que yo no hiciera nada con Casandra. Estaba listo para golpearme en la cabeza y darme un sermón si lo hubiera hecho.

Después de ponerme todas mis cosas, Sali con el resto de los muchachos a la arena, queriendo que terminara la práctica. Cuando todos salimos, no encontraron a Casandra. Les ordene a los muchachos que hicieran un estiramiento rápido antes de correr por el campo mientras hablaba con el entrenador.

-¿Cuál es el plan de juego? -pregunte, parándome a su lado.

-Creo que deberíamos mantener la calma -dijo el entrenador mientras miraba a los jugadores que habían comenzado a correr-. Tenemos dos semanas hasta nuestro próximo juego y quiero concentrarme en Casandra por hoy. Ver como trabaja y que puedo hacer para que ella y los jugadores trabajen bien juntos. Eso significa que tú también, Lara.