º Lara º
Podía simplemente culpar a la biología evolutiva por mis recuerdos dolorosos. Nuestros cerebros están programados desde la época de los cavernícolas para recordar las cosas malas y ayudarnos a mantenernos con vida. Lo cual es realmente irónico, porque lo que necesitaba en ese momento para seguir con vida era lo bueno, lo divertido, lo edificante y esperanzador.
El sobre manila yacía sobre la alfombra junto a mis pies, todo su contenido desparramado a mi alrededor. Estuve sentado en medio de la habitacion en silencio atónico durante los últimos cinco minutos, perdido y completamente vacío por la salida de Casandra.
Ni siquiera recordaba la ultima vez que abrí el sobre. Dios, pasó mucho tiempo; incluso antes de entrar a la universidad. Me olvidé del sobre cuando llevé mi guitarra a través de los tres años de Uni hasta ahora. No era algo por lo que quisiera viajar en el tiempo.
Había una imagen en particular que me llamó la atención y que sobresalía de debajo de la cama. Lo cogí con rigidez. Era de una chica, tenia diecisiete años, la misma edad que yo cuando se tomó la foto, sonriendo a la cámara; sus ojos se entrecerraron divertidos. Su cabello castaño oscuro estaba suelto y brillante contra su piel. Tenía dos pequeños lunares en la nariz y un pequeño hoyuelo en la barbilla.
Froté mi pulgar contra la fotografía, recordando cuando la tomé. Estábamos en el parque justo afuera de mi patio trasero con la portería de futbol a la que solía ir todos los días después de la escuela. Sonreí al recordarla sentada sobre la pelota y luego cayendo hacia atrás, haciendo que su risa contagiosa retumbara por el parque.
Ella siempre tenía algún tipo de dispositivo para tomar fotografías, ya fuera una cámara digital, un teléfono o una Polaroid.
-Siempre tengo que estar lista -me había dicho cuando le pregunté al respecto una vez-. Nunca sabes lo que verás.
Alina Flores era su nombre.
Y Casandra Campos me recordaba a ella.
Había fotos de nosotros juntos a mi alrededor junto con algunas postales que ella había enviado cuando viajo a España. El suelo a mi alrededor estaba lleno de recuerdos del pasado que quería olvidar por diferentes razones.
Cuanto más miraba la fotografía mas me preguntaba por que me dejó. Pensar en ella ya no me entristecía, sólo me enojaba y confundía. Ella no dejo nada atrás para decirme porque lo hizo, simplemente se fue.
Y cuanto mas intentaba comprender, mas y más me confundía todo.
No estuvo bien en lo mas mínimo, pero tan pronto como llené mi mochila con ropa, mi laptop y los libros que había ido a buscar en primer lugar antes de que alguien me interrumpiera ofensivamente revisando mi mierda, encontré un baño y no, no me iría hasta que tuviera mi alivio porque de ninguna manera iba a andar por ahí con una maldita erección.
Esto era una prueba de que podía superarlo. Probablemente tendría que masturbarme hasta que se me cayera el pene, pero de todos modos nunca había sido conocido por mi decencia en mi habitacion. Si Casandra iba a seguir haciéndome sentir así, entonces ya era una necesidad. ¿Cuál era la alternativa? ¿Era esa siquiera una línea que quería cruzar de todo corazón?
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Teoría del Juego
Novela Juvenil"No se permiten relaciones o serán expulsados definidamente del equipo" Casandra Campos, una atrevida idealista y feminista que solo quiere entrar al equipo de sus sueños. Por eso cuando se le presenta la oportunidad de salir de su ciudad natal par...