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Campos



-¿Tienes una determinada dieta o entrenamiento durante la temporada?

Cualquier otro día, en cualquier otro momento, me hubiera encantado tomarme el tiempo para responder todas las preguntas que Lilia Borges escupía de su boca. Pero tuvo que encontrarme de camino al trabajo, que empezaba en cuatro minutos y no tenia paciencia ni tiempo.

Pero Lilia no pareció entenderme la indirecta mientras continuaba caminando a toda velocidad por el campus hacia The Courtyard Bar porque sus pequeñas y cortas piernas seguían el ritmo de las mías, con un bolígrafo en la mano y una libreta en la otra.

-Escucha Lilia -dije mientras me detenía en seco y la miraba-. Pareces una chica dulce, pero no puedo hacer esto ahora. Llego tarde al trabajo, y si llego tarde no recibiré mis propinas para la noche.

Lilia asintió con la cabeza arriba y abajo con entusiasmo, su peinado bob rebotando en el proceso-. Lo entiendo, pero esta es mi ultima oportunidad de hablar con usted. La edición de Borregos Den sale el jueves y fui elegida para entrevistarlos a usted y a Emilio. Unca fui elegida para hacer mi propio artículo. Y no quiero decepcionar a nadie. Tengo que enviarlo esta noche antes de la medianoche.

Ella me estaba suplicando y, según sus ojos, estaba ganando. Lilia solo quería demostrar que puede escribir este artículo; no fue su culpa que yo tuviera agenda ocupada. Mire al otro lado del campus y vi el bar a unos cien metros de distancia y suspire profundamente.

-Esta bien, responderé tus preguntas -le dije y la sonrisa que apareció en su rostro podría haber encendido un millón de bombillas-. Pero tienes que caminar y hablar y solo hasta que lleguemos al bar. Y llámame Casandra.

-¡Muchas gracias! -Lilia casi chilló de alegría cuando comencé a alejarme de ella, pero sus cortas piernas rápidamente me alcanzaron-. ¿Te llevas bien con tus compañeros de equipo? ¿Cómo es pasar tanto tiempo solo con chicos?

Esbocé una sonrisa ante esa pregunta-. ¿Honestamente? Pasar práctica, entrenamiento y jugar con ellos es simplemente una abrumadora niñez -le dije mientras comenzaba a garabatear en su libreta-. A veces olvido que no tengo pene.

Y las preguntas continuaron a partir de ahí. ¿Cómo empezó a interesarte el futbol? ¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Tienes una rutina especial antes de jugar un partido importante? Probablemente respondí veinte preguntas en el lapso que me tomó caminar hasta el bar y Lilia parecía encantada con el resultado.

-Esta bien, una pregunta más -insistió Lilia a pesar de que ya estaba abriendo la puerta del bar-. Y solo pregunto esto porque es una gran demanda.

-Solo una más.

Lilia sonrió y miro su libreta para hacer la pregunta-. Antes de que aparecieras, Emilio Lara era la estrella del equipo. ¿Cómo es robar la atención y que sientes por Lara?

-Esas son dos preguntas -le fulminé con la mirada. Lilia solo me miró suplicante-. No puedo responder eso, Lilia. No es correcto.

-¿En serio? Emilio respondió cuando le pregunté.

-¿Qué dijo el?

Ella se encogió de hombros-. Tendrás que esperar a que salga el artículo -dijo Lilia con expresión inexpresiva, y entonces me di cuenta de que puede que sea pequeña, pero estaba llena de agresividad para luchar por el éxito. Me recordaba mucho a Joss.

Apreté la mandíbula-. No me robe su protagonismo. Que yo sepa, Emilio sigue siendo la estrella. Vine aquí para ganar, sin embargo, la agente quiere etiquetar que la clasificación dependa de ellos. Y en lo que respecta a lo que siento por Lara, él tiene una cabeza dura y un ego demasiado grande para su propio bien, pero jugamos muy bien juntos y eso es suficiente para mí.

Teoría del JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora