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• Lara •

-Casandra Campos

Me senté en silencio cuando un video se empezó a reproducir en la televisión que teníamos en frente. Todo el equipo fuimos amontonados en la oficina del entrenador con las luces apagadas. La única fuente de luz era una imagen vacilante frente a nosotros. Era un partido de futbol universitario femenil. La cámara enfocaba a una morena con el número 13 en su camiseta.

-Rápida -el entrenador continúo hablando- Sigilosa. Dedicada. No se da por vencida.

Tuvimos un primer plano de la chica en la pantalla, su nombre puesto en la parte inferior como título. Su cara era pura concentración mientras miraba algo más allá de la lente de la cámara. Tenia el cabello liso, de un color como el del dulce de leche, el cual estaba recogido en una cola de caballo con una diadema rosa que mantenía su cabello fuera de su rostro.

-Y caliente -alguien añadió atrás de mí. Me gire para ver a David y Tomas chocar los cinco.

-¡así es bro! -Tomas expreso con una sonrisa arrogante-. No me importaría jugar futbol con ella, si saben a lo que me...

-No es el tema de discusión en este momento, ¡Ni lo será nunca! -El entrenador gritó, haciendo que la charla se detuviera. En silencio agradecí y esperaba que terminara rápido para no tener que estar mas tiempo en esta habitación mal ventilada-. Estamos discutiendo técnica y habilidad aquí. Puedes volver a hablar de sus penes en otro momento.

Nunca fallaba. No podemos ir a una reunión sin que alguien se salga de la discusión y hable sobre estas cosas, por lo general era acerca de chicas, casi siempre algo inadecuado. El entrenador podía cerrarles la boca más rápido que las luces del estadio después de un juego perdido.

-Como estaba diciendo, creo que tiene mucho potencial -continuo el entrenador.

Empecé a observar con detenimiento al televisor delante de mí. Vi como Casandra paso el balón, por el brillante césped, entre los defensores y pateo llevando el balón sobre la cabeza de la portera. Sigilosa era una subestimación, era como si estuviera en llamas y las oponentes no querían estar cerca del fuego.

No iba a negar que tenia la habilidad; simplemente no veía de qué forma le había llamado la atención al entrenador y por que demonios nos estaba hablando sobre ella.

- ¿Emilio? -el entrenador me llamó y aparte la vista de la pantalla.

Por el rabillo del ojo, vi que todo el equipo me observaba, algo que no era muy raro, ya que el equipo siempre parecía mirarme en busca de respuestas. No importaba sobre que, siempre venían hacia mí.

- ¿Qué? – pregunte, rompiendo mis pensamientos.

-Me pregunto que piensas de Campos, por tu falta de comunicación y de atención, veo que te gusta.

Me encogí de hombros, porque si algo aprendí de mi madre, es que es mejor permanecer en silencio hasta saber todo lo que estaba pasando. Y justo en este momento, no sabía absolutamente nada.

- ¿Por qué quiere saber? -pregunté.

El entrenador cruzo sus brazos y me dio una mirada de suficiencia-. Como sabes, no está siendo nuestro año, -explicó-. Así que investigué un poco y encontré algo que nos puede ayudar en el campo.

Teoría del JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora