Teoría del Juego

023

º Campos º

-¿Alguna vez te has hecho una limpieza con jugos? Es muy renovador, ¿sabes? Ayuda a liberar el poder curativo natural de tu cuerpo al eliminar las toxinas acumuladas. Ah, y el yoga. Dios, me encanta el yoga.

Apoyé la cabeza contra el sofá y cerré los ojos. Debió haber pensado que no lo escucharía porque insistió en mantener un brazo alrededor de mis hombros para asegurarse de que me quedara quieta. Escucharlo hablar sobre vida saludable y bebidas de verduras y que no hacer con el cuerpo fue tan agotador que casi me tomo una cerveza solo para superar la agonía.

Dios ayúdame.

Joss estaba sentada frente a mi en el otro sofa con Jonathan. Trate de decirles con mis ojos que me salvaran de la conversación de este tipo, pero no me prestaron atención porque estaban bastante ocupados en su platica de borrachos.

Claramente Dios quería que sufriera.

Estábamos en un pequeño sillon en la sala de estar, pero podía ver a Marlen entre la multitud de gente bailando a solo unos metros de distancia. Mas allá de eso, vi a Emily en el comedor sentada con Ricardo, sin duda hablando de la vez que elimino a un chavo tres veces su tamaño solo con sus manos.

Me alegre de que mis amigas estuvieran pasando un buen rato, incluso si yo no, solo estuvieron aquí anoche y tenían que aprovecharlas al máximo. Dejaron a la entrenadora en el hotel con lagrimas en los ojos mientras veía películas de Nicholas Sparks.

El chico a mi lado continúo explicándome sobre sus papilas gustativas y su conexión psicológica mejorada con la comida, probablemente pensando que tenía toda mi atención cuando era exactamente lo contrario. Quito su brazo de alrededor de mi para expresar algo con sus anos, pero luego volvió a caer sobre mis hombros y gemi de frustración. Era extraño por que estaba muy animado, pero sus ojos azules, naturalmente tristes, quitan la emoción.

-¿Has probado el yoga? -pregunto, pero luego continuo hablando antes de que pudiera responder-. El yoga puede ser beneficioso para ti de muchas maneras. Incluso puede ayudarte con el futbol.

Al principio, la fiesta parecía prometedora, pero a medida que avanzaba la noche, supe que era todo lo contrario. Era como cualquier otra fiesta; bailar, beber, besarse, historias de borrachos... la única parte interesante de la noche fue ver a la chica en la cocina hace media hora haciendo shots en su cuerpo.

O al menos lo fue hasta que alguien grito pro encima de la música y una chica con el cabello desordenado apareció en la puerta de la sala. Sus grandes ojos marrones se fijaron en mi y su rostro mostro alivio.

-¡Casandra! -grito, obviamente sin aliento-. Oh dios, tienes que venir conmigo. No se que hacer y el sigue preguntando por ti.

-¿Qué? -pregunte. Quitando el brazo del chico que me rodeaba y sentándome.

-Esta enloqueciendo. Abby esta ahí ahora mismo pero el sigue preguntando por ti -dijo frenéticamente. Note que el tirante de su camisa le caía por el hombro y que no llevaba zapatos-. Por favor, ven conmigo.

Me levante del sofá sin más preguntas y acompañe a la chica a través de los cuerpos sudorosos y subí las escaleras hasta el segundo piso. Caminamos por el largo pasillo de puertas cerradas y abrimos la ultima.

Me detuve en la puerta ante la vista.

Lo primero que note fue lo oscuro que estaba dentro; la única fuente de luz era una lampara en la mesa de noche colocada en la posición mas baja. La habitacion era muy pequeña, como si las únicas cosas que cabían en la habitacion fuera una cama tamaño matrimonial, un pequeño armario y un mueble muy diminutivo. Estaba lleno de todo tipo de cosas al azar, como marcos de fotos, revistas y ropa en el suelo, artículos de belleza y animales de peluche esparcidos por cualquier superficie plana. Quienquiera que fuera dueño o dueña de este dormitorio no tenia absolutamente ninguna habilidad de organización.