º Lara º
El vestido blanco que llevaba distraía bastante.
La he observado toda la noche, inclinándose hacia Jonathan y susurrándole al oído, quejándose de la pequeña porción de su comida y sin siquiera saber como pronunciar lo que estaba comiendo. La hacia sentir incómoda, eso fure fácil para mí verlo. Ella no nació con un estilo de vida en el que podías conseguir lo que quisieras en bandeja de plata.
Eso es lo que mas odiaba de mi madre.
Odiaba el hecho de saber todo lo que había en el menú y que el vino que estaba bebiendo fuera mas antiguo que yo. Odiaba saber que la chaqueta que Tomas llevaba era de una tienda equis y que la reclutadora a mi lado era una rubia falsa que llevaba una versión imitada del perfume Chanel.
Teníamos cenas esta todos los años y las odiaba todas. Sólo me recordaba de donde vengo. Pero, por una noche, me aguanté y dejé que mi antigua forma de vida me consumiera.
-Cas -escuché a Jonathan decir por encima de la pequeña charla a mi alrededor.
Levanté la vista y vi a Casandra mirando su copa de vino como si pudiera ver el futuro en su líquido. Cuando escuchó su nombre, miro a Jonathan como si hubiera salido de un trance.
-¿Estás bien? -le pregunto a ella-. Estuviste ida por un momento.
-Uh, si -dijo rápidamente, llevándose el vaso a los labios e inclinando la cabeza hacia atrás para terminar la bebida-. Tuve una noche larga. He tenido pesadillas y eso me está afectando.
Entonces sus ojos se dirigieron hacia mí y fue entonces cuando lo vi. Nunca me di cuenta en los entrenamientos o cuando hablamos en su habitacion hace dos días, pero Casandra parecía agotada. Sus movimientos eran lentos, sus ojos suaves y trató de reprimir los bostezos, pero al final fracasó. Hizo un esfuerzo por mantenerse alerta mientras los reclutadores hablaban, pero a medida que avanzaba la noche, la somnolencia claramente le estaba afectando.
La mire de cerca mientras ponía la copa de vino vacía sobre la mesa y se inclinaba hacia Jonathan por lo que parecía la centésima vez esa noche, y le susurraba algo al oído.
Jonathan asintió mientras Casandra se levantaba, agarraba la pequeña bolsa que había traído y comenzaba a alejarse. Era difícil no verla irse con el vestido apenas cubriendo su trasero.
Agarré mi copa de vino y la terminé antes de levantarme. Estaba muy consciente de los ojos de mis compañeros de equipo mirándome mientras me disculpaba para ir al baño.
Mientras bajaba las escaleras, escaneé la habitacion para ver si podía verla. Llegué abajo en el mismo momento que vi su vestido de encaje atravesar las puertas principales y salir a la noche.
No me importaba si los muchachos estaban observando cada uno de mis movimientos desde el balcón, la seguí. La noche tenia una brisa fresca y el cielo estaba iluminado por todas las luces de la ciudad, la luna apenas era visible detrás de un edificio alto a la derecha. La vi sentada en una de las mesas blancas del patio frente al restaurante, con los brazos sobre el pecho y las manos frotándose los brazos de arriba abajo para mantenerse caliente.
-Intimidada, ¿verdad? -pregunté mientras me acercaba detrás de ella.
Se giró sorprendida al ver quién era el intruso de sus pensamientos-. Esa es una palabra muy grande -dijo una vez que vio que era yo-. Es bueno escuchar tu voz. Pensé que te habías quedado mudo.
-Hablé... -dije mientras acercaba una silla a su lado y tomaba asiento.
-Una vez -replicó ella-. ¿Te intimida la atmósfera elegante? -cuestionó burlonamente mientras levantaba una ceja.
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Teoría del Juego
Teen Fiction"No se permiten relaciones o serán expulsados definidamente del equipo" Casandra Campos, una atrevida idealista y feminista que solo quiere entrar al equipo de sus sueños. Por eso cuando se le presenta la oportunidad de salir de su ciudad natal par...