Capitulo 5

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A la mañana siguiente, decidí irme preparada para mi supuesto viaje a la "universidad". Debo estar lista para todo. Me duele mentirle a mi madre, pero necesito respuestas. Eran las 7:40 a.m.; ya faltaban 20 minutos para que llegara Kai.

Llevo solo una maleta, el estuche de mi guitarra, y me puse ropa cómoda para viajar: un jean azul sin rotos, una camisa verde de manga larga, una chaqueta negra y tenis blancos. Al bajar a la cocina, mi madre me tenía el desayuno y comida para llevar. Por la ventana vi a Kai con una camioneta negra. Mi madre lo saludó, y él, extrañamente le respondió.

— Michell, cariño, cuídate. Llámame en cuanto llegues —dijo mi madre mientras me abrazaba. Yo estaba al borde de las lágrimas.

—Gracias por todo, mamá. Te amo.

—Yo también te amo, hija —al salir por la puerta, Ali estaba afuera y, al verme, me abrazó.

—Cuídate, Michell. Cualquier cosa, estaré aquí —dijo Ali, que llevaba el vestido rojo que le di para su cumpleaños.

—Nos vemos, Ali —me despedí de ella. Kai estaba vestido igual que anoche.

—Buenos días, Michell —me saludó.

—Buenos días —le respondí, fría.

Me ayudó con mi maleta y el estuche, y me abrió el asiento del copiloto. Estábamos en silencio. Encendió la camioneta y miré por el espejo, la casa en la que viví mis dieciocho años.

—Ahora sí habla. ¿Qué le pasó a mis padres o me tiro de la maldita camioneta? —aseguré. Él solo suspiró.

—No lo hagas, te podrías lastimar —aseguró Kai, que se centró en el camino. En ese tiempo analicé mejor a Kai. Es bonito, no lo voy a negar. Tiene la nariz bien perfilada, su cabello negro es desordenado pero se le ve bien, sus labios son carnosos pero de un color rosado carmesí suave, y su piel es blanca como la mía. Entonces volví al tema.

—¡Habla o abro la maldita puerta! —aseguré. En ese sentido, yo sí sería capaz de hacerlo.

—Bien, te contaré, pero solo la mitad. La otra parte te la contará la directora. ¿Está bien?

—Está bien.

—Bueno, Michell, la magia existe desde hace milenios. El mundo mágico es un mundo aparte del que vives. Nosotros somos dragones. No somos como los relatan aquí. Somos muy parecidos a ustedes, los humanos. La diferencia es la magia y el poder que poseemos. El mundo mágico es grandioso; viven diversas criaturas. El mundo mágico y el terrenal, como lo llamamos nosotros, estaban juntos, pero hace dieciocho años se separaron debido a una guerra entre dragones. Los de nuestra especie vivían con humanos, tuvieron familias. Esa clase se llama mestizos. Los dragones con dragones son Olios, es decir, no tienen nada de sangre humana. Eso los convierte más fuertes. Cada dragón tiene poderes, que dependen de sus progenitores o descendencia. Yo soy nieto. Mi padre es hijo del dragón de agua, y mi madre es humana. Por eso yo tengo el poder del agua, por mi abuelo y padre, debido a los lazos de sangre. A los humanos en el mundo terrenal les tuvieron que borrar la memoria para olvidar el mundo mágico. Solo pocos humanos viven allí ahora. Solo un dragón tiene el poder de todos; eso lo convierte en Rey o Reina, el ser más poderoso del mundo mágico. Nosotros, los dragones, juramos servir a la realeza. Se traspasa a sus descendientes. En este caso, tu madre a ti. Tu madre era la reina de los dragones, protegía y defendía ambos mundos. Su descendencia es muy valiosa; tú lo eres. Llevas su sangre y espíritu contigo —dijo Kai. Yo estaba procesando la información.

La verdad, si mi madre era un dragón, eso quiere decir que mi madre está muerta.

—¿Qué quieren de mí? ¿Qué les pasó a mis padres? —pregunté con rabia.

—Esa parte te la contará la directora.

—¿Por qué yo? No tengo poderes, no soy poderosa ni mucho menos valiosa. Si mi madre, como dijiste, era un dragón, ¿por qué carajos estoy aquí? —Detuvo la camioneta en seco y me miró.

—Michell, sé que apenas nos conocemos, pero eres especial y valiosa, no solo por tener poderes o no. Tu madre murió para darnos una segunda oportunidad de vivir. Ella era una excelente reina y también lo serás algún día.

—Yo, de la realeza, no inventes. Apenas puedo elegir qué carrera universitaria estudiar. Ahora tengo que liberar un mundo —dije con sarcasmo. Kai se rió.

—Tranquila, un paso a la vez. —Encendió de nuevo la camioneta. Después de toda la información que tuve que procesar, Kai colocó música. “Believer” de Imagine Dragons. Reconocería esa banda a dónde fuera. Empecé a cantar en voz baja, pero Kai lo notó.

—¿Te gusta Imagine Dragons? —preguntó Kai.

—Sí, es una de mis bandas favoritas.

—Pues en la escuela escuchamos música. Nos gusta estar al tanto del mundo terrenal, no solo porque lleva el nombre de nuestra especie... Me agrada.

—¿También ven arte o deportes?

—Claro, los humanos tienen talento natural...

N.A:Gracias por leer. Además, no olviden seguirme en Instagram. Dato curioso: ¡hoy es mi cumpleaños! 😜😅

La Profecía De DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora