La Profecía De Dragones

Capitulo 37

Narración de Michell

Mis piernas ya no responden. La debilidad se apodera de mí y la sangre sigue fluyendo de mi estómago, mezclándose con la tierra bajo mis pies. Cada paso es una tortura, pero la desesperación me impulsa. Necesito escapar, necesito llegar a la Escuela. Las sombras se acercan.Me escondo entre los árboles, tratando de recuperar algo de aliento. Mi respiración es entrecortada, y el dolor es insoportable. Las sombras me rodean, susurrando amenazas en el aire.

—¡Yo soy Michell Anderson, la futura Reina de los Dragones! ¡Les ordenó que se detengan! —mi voz, a pesar de la debilidad, resueno con  autoridad.

—Un dragón sin alas —se burla una sombra que se acerca, con tono de desagrado.¿Alas?En ese instante, cierro los ojos y busco mi fuego interior. Siento cómo el poder dracónico despierta en cada rincón de mi ser, una llama que arde con una intensidad que me envuelve. El fuego surge, incinerando las sombras que me rodean. De repente, dejo de sentir el suelo bajo mis pies. Mis alas se despliegan, un par de alas naranjas como el fuego. Me elevo en el aire, y el viento acaricia mi rostro con una libertad que nunca había conocido. Volar es un nuevo desafío; cada batido de alas requiere concentración, pero el poder dracónico me guía.

El bosque se aleja bajo mí, y aunque el dolor y la debilidad amenazan con vencerme, sigo avanzando. Mi instinto me dirige hacia la Escuela. Estoy tan cerca de desmayarme que la visión se me nubló, pero no puedo rendirme. Cuando veo el escudo de la Escuela, recuerdo las palabras de Kai, aunque mi conocimiento del dragónico es limitado.

—¡Draco School! —grité con todas mis fuerzas. Mi voz, aunque débil, logre atravesar el escudo. Pero el esfuerzo ha sido demasiado. Mis ojos se cierran y el mundo se desvanece.

Narración de Kai

Estamos en el salón, el ambiente está cargado de tensión mientras discutimos el plan de rescate. De repente, veo a Eduard corriendo hacia mí con una expresión de urgencia.

—¿Qué sucede? 

—Michell está aquí; ha aterrizado, pero está extremadamente débil. Está en la entrada de la escuela.

Sin dudarlo, salgo corriendo. El mundo se vuelve un borrón mientras me dirijo hacia el lugar donde Michell yace en el suelo. Su piel está pálida, y su sangre cubre su cuerpo. La encuentro sin vida sus ojos cerrados, y un grito silencioso de desesperación llena mi mente.

—¡Michell, por favor, despierta! —mi voz se quiebra con llanto

Nuestros amigos se agrupan a nuestro alrededor,en sus rostros se ven sus lágrimas.  Sus alas están desplegadas, ya despertó su poder pero se siente en peligro aun. La directora llega rápidamente y observa la escena con lágrimas en los ojos. La tensión en el ambiente se vuelve triste

—Ya es tarde. Michell ha muerto —sus palabras son espinas en mi pecho.

No puedo aceptarlo. El dolor y la negación me abruman. Ella no puede morir. Mi mente grita que yo debería ser el que muera, no ella.

—¡Michell, por favor, quédate conmigo! —la abrazo con desesperación, apretándola contra mi pecho. El dolor en mi pecho es insoportable, y la desesperación me consume.

Empiezo a llorar, mi respiración rápida. De repente, siento que el suelo empieza a temblar, y una luz cálida inmade del cuerpo de Michell. Su collar brilla con una intensidad deslumbrante.

Levanto la vista y veo a la madre de Michell aparecer.

Ella toca suavemente el estómago de Michell, y una luz curativa envuelve la herida. La herida comienza a sanar bajo el toque de su madre. Ella besa la frente de Michell con una ternura profunda.

—Cuídala mucho —dice con voz llena de amor antes de desaparecer en un resplandor brillante.

Michell abre los ojos, y me mira con una mezcla de alivio y cariño.

—¿Kai? —su voz es un susurro lleno de esperanza.

—Sí, soy yo —respondo con una mezcla de alivio y emoción. La abrazo y la beso suavemente en los labios. Michell se levanta, sus alas desaparecen y ella toma mi mano.La mitad de la escuela está reunida, observando en silencio.  Con una nueva determinación en su mirada, un fuego interno que refleja su fortaleza renovada.

—Es hora —dice, soltando mi mano y dando un paso al frente. Su mirada está llena de confianza y un camino nuevo y ardiente que está dispuesto a recorrer.

N.A: 

Hola tod@s capitulo emoción diría yo

Gracias por leer y  actualizo cada vez que puedo 

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Bueno sin nada mas que decir 

ATT: Bel