Capítulo 41

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NARRACIÓN MICHELL

Se suponía que debía matarlo, pero no puedo hacerlo. A simple vista, Dion parece un humano normal con un semblante frío, pero sé que dentro de él hay un dragón esperando salir. Él está dolido, pero yo veo algo más. Veo a alguien capaz de sentir, no solo  es frío y oscuro. Dentro de todo, siento que hay un poco de luz y fuego interior que las sombras han tratado de reprimir.

Nos dirigimos a un edificio para subir al último piso y ver el atardecer. Entramos al edificio, observando detalladamente a cada persona. Al llegar al ascensor, Dion se detuvo, señalando el extraño aparato.

—¿Qué es esto? —preguntó, confundido.

—Un ascensor. Nos llevará arriba para que veas la ciudad. Además, es rápido —respondí mientras presionaba el botón para llamar el ascensor.

—¿Por qué no vamos volando? —replicó, algo cortante.

—Primero, los humanos no saben del mundo mágico. Y segundo, si nos vieran, entrarían en pánico.

—¿Eso debería importarme? —dijo con sarcasmo.

—Sí, y mucho —respondí, mientras esperábamos.

—Este mundo ha cambiado. Ya no hay bosques.

—Sí, los hay, pero la mayoría de las personas han urbanizado zonas naturales para construir.

—Es decir, los humanos están destruyendo la naturaleza, que es su fuente de vida. Los humanos no son inteligentes, ¿verdad?

—Somos inteligentes, solo que muchas veces cometemos errores, igual que los dragones.

—Por lo menos, los dragones respetamos la naturaleza.

Las puertas del ascensor se abrieron, y cuatro personas salieron. Entramos al ascensor, y Dion miró el espacio con desconfianza. Lo tomé del brazo y lo empujé dentro, pero él se movió con brusquedad, y acabamos chocando contra la pared del ascensor. Nuestros labios se rozaron brevemente.

Su mirada se encontró con la mía, y un silencio incómodo se apoderó del lugar. Una sensación inexplicable recorría mi cuerpo, y creí que él siente  lo mismo.Dion se alejó y carraspeó.

—Los humanos hicieron los ascensores muy pequeños.

—Sí, tienes razón —respondí, tratando de suavizar el ambiente.

El resto del trayecto en el ascensor fue en silencio, pero siento su mirada sobre mí.

Cuando salimos y llegamos al último piso, el atardecer se desplegaba en una explosión de colores naranjas y rojos vivos. Es la vista más hermosa que he visto.

—¿Por qué me traes aquí? —preguntó Dion, confundido.

—Para mí, los atardeceres representan paz. Me ayudan a desconectar, y quiero que te ayude a ti también.

—No sé cómo sentir paz. Nunca la he tenido —dijo, bajando la mirada fría.

Aquel dragón lleno de odio que no parecía ser suyo.Me acerqué lentamente a él, tomé su rostro entre mis manos y lo forcé a mirarme a los ojos.

—Solo permíteme ayudarte. O ayúdate a ti mismo a sentir. La paz es algo complicado, pero no imposible. Dion, sé que no eres solo oscuridad. Eres alguien como yo. No permitas que el pasado de nuestros padres defina nuestro presente.

—No te entiendo, Michell. ¿Por qué me despiertas algo que nunca he sentido?

—Porque te lo mereces.

—No merezco nada.

—Sí lo mereces, Dion. Yo siento algo en tu interior.

Él solo me miraba fijamente, con sus ojos negros llenos de un calor inesperado. Sentía que había algo más allá de la oscuridad que lo envolvía.Dion acercó su rostro al mío, y sentí sus labios sobre los míos. El sabor era una mezcla de amargura y dolor, pero también de calor y energía. Nuestros labios se fundieron en uno solo. Nuestros cuerpos parecían haber estado esperando este momento durante siglos. Todo se siente como si hubiéramos estado esperando este instante por una eternidad.Nos separamos lentamente, mirándonos.Kai no merece esto. Tengo sentimientos confusos que no sé cómo manejar. Pero con Dion hay algo que va más allá.Si los besos de Kai son buenos, los de Dion me llevan a otro mundo. Con Dion, siento una sensación que jamás había experimentado.

—Michell, no puedo amarte. Mi destino era matarte, y ahora que te he besado, eso será imposible. Pero quiero que me respondas algo.

—Dion, yo...

—Sé que ambos sentimos lo mismo con ese beso. No sé quién te regaló ese ridículo collar, pero quiero que sepas una cosa: si eres la única que me acepta tal como soy, te juro, Michell Anderson, que aprenderé a amar por ti. Solo tú has despertado algo que creía muerto.

Dion regresó sus labios hacia los míos, y yo respondí, dejando que la sensación de energía invadiera nuestros cuerpos. Él aprendería a amar por mí. Él despertó algo en mí. Todo dio vueltas con tan solo una mirada, unas palabras y una sensación. Todo cambió.

N.A:

Holaaaa espero que esteis bien ❤️‍🩹
Me está dando como mil infartos pero bueno jeje
Ya casi se acerca el final de esta historia
Qué  me ha acompañado durante mucho tiempo
Dejen sus comentarios  que tal les pareció el capítulo
Y gracias por leer
No olviden votar y seguirme

Gracias  🫂 😊

Att: Bel

La Profecía De DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora