Capitulo 23

43 3 0
                                    

Después de que Kai me llevó a la colina, no pude evitar sentir algo. Cuando dijo que era hermoso, supe que se estaba refiriendo a mí. ¿Qué nos está pasando?Ahora estoy ayudando a Lía a prepararse para su boda. Su vestido es sencillo, pegado al cuerpo y de color azul cielo; le queda perfecto. No conozco a su prometido, pero vaya mujer que se ha ganado. La ayudé a maquillarse y luego ella me ayudó a mí. Me puse un vestido dorado, con el cabello suelto, unas zapatillas sin tacón, una manilla dorada sencilla y, por supuesto, mi collar.               

 —Michell, estás hermosa —dijo Lía, mirándome con admiración.                                      
—No como tú. Lía, hoy es tu día especial, disfrútalo. ¿Estás lista?
—Sí, vamos. La ceremonia es en la grieta de la cascada. Mi futuro esposo debe estar esperándome —respondió, algo nerviosa.
—Bueno, vamos.

Salimos de la habitación, y al bajar las escaleras, vi a un hombre de unos 46 años abrazando a Lía. Descendí despacio para no caerme, y sentí la mirada de alguien sobre mí. Al llegar abajo, vi a Kai mirándome de arriba abajo. Nuestros miradas se cruzaron.                                                                         

 —Ella, ¿quién es? —preguntó el hombre, que resultó ser el padre de Kai. Tenía una apariencia similar a la de él, pero con más canas y algo de grandor.
—Papá, ella es mi novia Michell —dijo Kai, dándome la mano. Su novia falsa, o en el futuro, ¿verdadera? ¿Qué estoy pensando?                                 

—Un placer conocerte, Michell. Mi nombre es John, el líder de la tribu de dragones de agua, como has podido ver —me dijo, tendiéndome la mano. La recibí, presintiendo que me observaría de cerca.
—Bueno, nos están esperando —habló Lía.Kai asintió con la cabeza. John llevó a Lía por el brazo y salieron de la cabaña.
—Te ves hermosa, chica fuego —comentó Kai, y me permitió detallar mejor su apariencia: llevaba un traje negro elegante, zapatos formales, una corbata azul, y su cabello estaba desordenado pero bien.
—Tú tampoco te ves tan mal —respondí. Él se rió y sentí un cosquilleo en el estómago, como si estuviera en un zoológico.                                                                                  Al salir, en el camino hacia la grieta de la cascada, la gente, o mejor dicho, los dragones, estaban acompañados de música. Todo estaba decorado de forma tropical, con antorchas en el altar. Kai y yo nos sentamos en las primeras sillas, junto a Ariana. Entonces, Lía, acompañada de su padre, caminó hacia el altar. Su prometido, un hombre de ojos cafés, vestido con un traje negro elegante y con cabello castaño, resultó ser atractivo.Al dejar John a Lía con su prometido, que creo que se llamaba Brian, Lía tenía algunas lágrimas de emoción. Luego, una anciana apareció y todos se sentaron para comenzar la ceremonia. Durante los votos, Brian dijo algo que me recordó mucho a Kai.                                                                       
—No importa la oscuridad, Lía. Me haces el dragón más feliz. Nunca dudes que daría mi vida por ti —dijo Brian. 

Kai y yo nos miramos, y él me sonrió. Finalmente, Lía y Brian sellaron la ceremonia con un apasionado beso, y la multitud comenzó a aplaudir. Yo también aplaudí.

Después, los recién casados fueron a la pista de baile, y se puso música de vals. Las parejas comenzaron a levantarse para seguirlos.

—Michell, ¿quieres bailar conmigo? —preguntó Kai, levantándose y tendiéndome su mano.

—Kai, no sé bailar. Voy a hacer el ridículo.

—Hagamos el ridículo juntos —respondió, y sin esperar, nos adentramos al centro de la pista de baile. Sus manos estaban en mi cintura, y nos mirábamos frente a frente. Una de mis manos estaba a la altura de su cuello. Bailamos al ritmo de la música. No sé si era mi impresión, pero la mayoría nos estaba mirando.                                                                                                  —Bailas bien, relájate —me susurró al oído.
Me hizo dar un giro, y al volver, nos acercamos mucho. Kai estaba a punto de besarme, pero mi mente decía que debía apartarme. Así lo hice, y me retiré de la pista, necesitaba aire. ¿Qué me está pasando? ¿Estoy enamorada de Kai? No es posible. Tengo que enfrentar a un dragón, y ahora me siento así... Mi cabeza está a punto de estallar.Ahora estoy sentada en una piedra, mirando al mar, intentando aclarar mis pensamientos.

La Profecía De DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora