Capítulo Extra

38 1 0
                                    

6 Años Después

Narración de Michell

Ser madre, reina, esposa... todo a la vez no es fácil. Ahora tengo veinticinco años, y estos años han sido los mejores de toda mi vida. Mi mejor 

momento fue cuando llegó a nuestras vidas.

Mi hija, Daviani, es una niña muy dulce. Se parece a mí físicamente; lo único que heredó de Dion son sus ojos oscuros. Además, tiene la personalidad y carácter de Dion.

Se imaginarán lo que tengo que lidiar a diario.

Vivimos los tres juntos en una casa en el mundo terrenal y otra en el mundo mágico. Yo estudié y me gradué de la universidad en Música. Actualmente, en el mundo terrenal tengo mi propio estudio de música.

Daviani tiene tres años. Bueno, en realidad, tenemos a una dragona en pleno crecimiento y tratamos de evitar que queme las cosas. Ella heredó los poderes de Dion y los míos, así que se podría decir que de grande será muy poderosa. En parte me da miedo.

Dion es muy sobreprotector en ese sentido. Creo que no quiere que su hija viva lo que él vivió cuando era niño.

En este momento, estamos en el lugar favorito de Dion y Daviani: la heladería.

 — ¡Ma-má! ¡Pa-pá se co-comió mi helado!

Daviani todavía tiene dificultades para pronunciar algunas palabras debido a su edad. La señalo indignada, y Dion, con una cara de sorpresa, sabe en el fondo que mi hija tiene razón. Pero él le va a seguir el juego.


— ¡Daviani, no seas mentirosa! Yo no me comí tu helado.

Ella se lanza sobre él para hacerle cosquillas, es su forma de "defenderse", o encendiendo cosas.

— Bueno, ninguno de los dos va a comer más helado entonces — intervine. Ellos se detuvieron y me miraron en silencio.

— Michell, yo no tengo la culpa de que nuestra hija sea igual a mí.

 — ¡Yo me pa-rezco a mi mamá!

— Ves, señor Black, nuestra hija salió igual a mí.

Él me lanza una mirada molesta y Daviani sonríe, muy satisfecha con la conversación. Es muy inteligente.

— ¡Y tú diciendo que no íbamos a tener hijos!

— Bueno, tu sueño se cumplió.

— Claro, tengo una vida, soy padre, soy tu esposo, y además te tengo a ti. Es algo que nunca imaginé...

— Te amo, Dion.

— Te amo, Michell.

— ¡Pa-pá, po-podemos ir a vo-lar!

— Claro que sí, amor.

Mientras mi hija se sube a los hombros de Dion, ellos se ven tan lindos juntos.


Cuando le dije a Dion que estaba embarazada, se puso feliz, pero recuerdo su miedo de si sería un buen padre o si amaría a su hija. Pero ese miedo desapareció. Nosotros somos un equipo.Fuimos de la mano hasta el portal. Cuando cruzamos, dejamos que Daviani corriera por toda la entrada de la escuela.

— ¡Pa-pá, ven!

Él se fue tras ella, la levantó entre sus brazos, abrió sus alas y dieron varias vueltas en el aire. Yo me quedé viéndolos.Al aterrizar, Daviani vino corriendo hacia mí, me abrazó, y Dion hizo lo mismo y me besó.

La Profecía De DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora