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Hae Rin había hecho el berrinche de su vida cuando llamó a la oficina de su esposo para pedir el collar que recientemente se había adquirido en aquella cena de beneficencia y se lo habían negado. El asistente de su marido le había dicho que el collar estaba en proceso de certificación y no lo podían sacar aún.

Ahí estaba la castaña ya en el salón supervisando cada detalle para el inicio de campaña de su padre; su marido; bueno él le había dicho que el tráfico estaba insufrible y tardaría en llegar; pero en realidad él había pasado a una florería para ordenar un ramo de 200 rosas amarillas y rosas para enviarle a su princesa.

Eran las 07:45 pm y en el salón solo habían llegado unas 20 personas y la prensa ni hablar; si a lo mucho habían 4 reportes a la entrada. Se comenzaba a sentir desesperación el evento comenzaba a las 8 en punto y no había llegado nadie ahí.

Hae Rin hija, ¿que está pasando? ¿Donde están los invitados?—

—No lo sé padre, no han llegado ni mis suegros ni los Lee; solo están los del partido, ni la prensa está aquí—

La castaña estaba apunto de llorar cuando vio la hora en su reloj de pulsera, 8:30 de la noche; cuando escuchó un gran bullicio afuera del salón; el sonido de los flashes activadose eran inconfundibles.

El ministro Park estaba pálido de ver como poco a poco al salón de enfrente iban llegando expertos en opinión y líderes de la sociedad en general, pero el golpe que casi acaba con él fue ver que los Kim iban llegando y atrás de ellos sus herederos.

La de labios pequeños casi cae fulminada al ver como el "rarito" no solo traía el mismo vestido que ella sino que portaba el diamante que le fue negado.

Atrás de ellos venía los Min que al llegar al mitad del pasillo; el señor Min se detuvo junto a su esposa y le dio un beso en la mejilla y esta se fue a un lado de Jimin quien la recibió con los brazos abiertos mientras esta le decía algo a la chica.

La  prensa gritaba preguntas al aire esperando a que algún miembro de la familia contestara.

La que más se repetía era acerca del collar que portaba la hermosa chica. En ese momento Hae Rin quería que la tragara la tierra y la escupiera lejos de ahí.

¿me quieres explicar qué pasa aquí Hae Rin?—

—no lo sé padre, no lo sé—

El ministro y su hija veía cómo iba llegando el esposo de esta última y atrás de el venia un inmenso ramo de flores que le entregaron a la rubia de enfrente.

Min sonrió complacido cuando la chica leyó la tarjeta que había puesto minutos antes en el arreglo.

La cereza del pastel fue que llegó el candidato Kim al evento.

La prensa estaba vuelta loca con aquella familia.

¡¡TUUU!! Maldita escoria ; error de la naturaleza!!!—

Todo mundo volteo hacia donde provenía la voz histérica de la fémina.

Para cuando Min quiso detener a la mujer le fue  imposible, esta ya había llegado hacia los Kim. Estos habían puesto a su chica detrás de ellos, fue el de cabellos rizados que tomó a la histérica mujer de la mano y la detuvo.

mira perra desquiciada no me tientes, si antes no hice nada fue porque eras la prima de mi niña bonita pero ahora que ya no son nada no me tentaré el corazón para golpearte, ¿estamos claros?¿o necesitas que te lo explique con manzanas?—

La cara de la mujer era un poema; el padre de esta llegó para tratar de defenderla.

suelta a mi hija maldito enfermo—

La futura señora del Ceo MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora