La futura señora del Ceo Min

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Despertó al sentir un cosquilleo en su cuerpo; cuando su vista se aclaró y levantó un poco las cobijas que la cubrían, pudo ver a su prometido dándole besos a su  aún  vientre plano.

Yoongi le hablaba a su hijo no nato expresándole todo el amor que ya sentía por el.

El domingo no podría haber comenzado mejor.

Esperaba que así continuara puesto que ese día su mamá Bae había organizado un almuerzo entre familias para darle la noticia a sus padres sobre su patito.

El lindo apodo le traía recuerdos muy bonitos; y todos eran con los señores Min, su  corazón  se sentía cálido y agradecido al saber que su hijo iba a recibir todo el amor que ella de pequeña no recibió por parte de su familia biológica.

Lentamente llevó su mano a los cabellos negros del padre de su hijo y comenzó a jugar un poco con el.

Cuando Yoongi sintió aquello volteo a verla y le regaló la más dulce y tierna sonrisa que pudo haber visto; en ese momento ella cayó aún más enamorada de él.

Ya no le importaba lo demás, ella se aferraría a él de todas las maneras posibles.

Ella le pertenecía en cuerpo y alma, así que no importaba lo demás.

Por su parte Yoongi comenzó a repartir besos por aquella extensión de piel, luego delineó los huesos de las caderas con su lengua, dejó besos en la estrecha cintura, sus manos comenzaron avanzar hacia arriba tocando delicadamente cada costilla de aquel cuerpo como si fueran las teclas de un fino piano y de vez en cuando mordía la piel mientras subía y subía más; llegó a los pequeños pechos y se dedicó a morder y a chupar los marrones pezones que se encontraban erguidos por la excitación; para ese entonces Jimin  soltaba ya jadeos y gemidos sin control, la pasión iba desbordándose poco a poco, el calor que sentían aquellos cuerpos los iba consumiendo como un incendio fuera de control; el de ojos grises siguió su camino de besos hasta subir a al terso y fino cuello de su amada, ver como la piel se erizaba cuando él pasaba sus dientes y sus labios por aquella o cuando su aliento chocaba con zona tan erógena lo excitaba aún  más, hasta que llegó a los labios tan apetitosos que poseía la chica, comenzó un beso  desesperado, era como si hubiera caminado por días en el desierto sin agua y llegar a un manantial y beber hasta saciar su sed; eso eran los labios de Jimin para el, eran su manantial de agua fresca donde él podía saciarse.

En medio del beso Yoongi comenzó a restregar su dura ereción sobre él aquel cuerpo que comenzó a soltar más gemidos que eran callados por el incesante beso, iba a comenzar a desnudar a su amada hasta que la voz bastante conocida de su padre los interrumpió.

—Ya Yoon deja a mi patito  ¿le quieres hacer gemelos a caso? Anda a ducharte con agua fría para que se te baje el lívido, calenturiento —

Jimin se había llevado sus manos a la boca para callar la risa que le había provocando la cómica interrupción, mientras Yoongi trataba de calmar su acelerada respiración escondido en el cuello de su amada.

Se levanto con cuidado dejando a la vista su cuerpo que estaba cubierto solo por su ropa interior con una mancha de humedad que apresaba su miembro que se encontraba totalmente erguido.

Jimin lo vio partir al baño y ella se quedó recostada tratando de calmar también todas esas hormonas que estaba locas y alborotadas.

Tenía los ojos cerrados hasta que sintió que la levantaban de la cama y la llevaban hacia el cuarto de baño.

—ven bebé te vas a duchar conmigo y no prometo mantener mis manos quietas así que prepárate porque voy a terminar con lo que comencé—

Bajo esa lujuriosa amenaza fue llevada al cuarto de baño.