La futura señora del Ceo Min

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Al despertar lo primero que vieron sus ojos fueron las mejillas sonrojadas de su chica, verla ahí dormida después de haberle hecho el amor hasta el cansancio era mejor de lo que había pensado.

Desbaba con el alma que el resto de su vida fuera así,  que lo último y lo primero que vieran sus ojos fueran a su amada.

Con sumo cuidado retiro unos mechones de su cara, era la imagen perfecta que él deseaba para toda su vida.

El sonido de su teléfono hizo que saliera de su burbuja de amor. 57 llamadas perdidas de Hae Rin y una de su madre.

Hizo lo más lógico; le llamo a su madre.

Después de tres tonos y la voz de su madre se oyó al otro lado de la línea.

—dime madre ¿qué pasó?—

—buen día Yoon, nada; solo quería saber ¿cómo estuvo tu noche? ¿Jimin aún duerme?—

Yoongi abrió los ojos lo más que pudo.

—¿como?—

—Espero que pueda caminar, aliméntala bien y llévala a su casa antes de las 11 hasta esa hora tienes cubierta la espalda—

—¿Cómo? ¿Es que? ¿Cómo?—

—Yoon; soy tu madre y te conozco mejor que nadie; y anoche los vi cuando se besaron y como prácticamente la cargaste para salir corriendo de ahí: así que el joven Kim y yo nos las ingeniamos para crear la excusa adecuada para que no notaran su ausencia, ahora lo que le dirás a Hae Rin es que hasta ahora estuviste aquí, tu padre salió antes del evento y yo llegue después y hasta ahora todos creen que tú me trajiste, espero que hagas las cosas como se debe y que me cuides a esa niña, chao cariño te espero a la cena tenemos que hablar—

Sin esperar respuesta termino la llamada.

Yoongi pensó que aún estaba soñando o algo así, su madre; la mujer que decía que él matrimonio era sagrado e indestructible; le había ayudado a cubrir su infidelidad.

—daddy; ¿qué pasa? Lamento si te metí en problemas, no debí haber venido—

La rubia se levantó de la cama; pero se detuvo al darse cuenta que no contaba con ropa interior y no podía salir con su vestido de noche.

Se dirigió al armario de su hyung y buscó algo que pudiera usar, sacó ropa interior de ahí y unos pants que el pálido usaba para hacer ejercicio y corrió al baño y se encerró para ducharse rápidamente.

— cariño abre la puerta, nunca has cerrado la puerta del baño cuando estás conmigo—

No hubo respuesta del otro lado.

— Jimin, cariño abre la maldita puerta por favor—

Oyó como la puerta era abierta dejando ver los cabellos aún goteantes de la contraria que solo vestía la sudadera que le quedaba hasta los muslos.

—cariño no quiero que corras y te alejes de mi sin antes preguntarme lo qué pasa; nunca des por hecho algo si no me dejas explícame, ¿ok?—

—lo siento Yoonie, no lo haré más, perdóname—

—no mi cielo no hay nada que perdonar, ahora ven  tomemos un baño correctamente—

—Yoonie yo ya me duché—

—eso no cuenta porque lo hiciste sin mí así que acompáñame mi vida me encanta ver tu cuerpo desnudó—

El pálido tomo a la rubia y pasó sus brazos por su cintura y caminó abrazado de ella mientras se dirigían al baño.

Después de una ducha que parecía nunca acabar ya que al principio Yoongi le volvió hacer el amor a su chica en el baño en medio del vapor del agua caliente, olor a lavanda y menta después de un potente orgasmo y una sesión de besos y caricias se terminaron aquello.