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Despertar solo en aquella inmensa cama era su nueva normalidad.

Poco a poco fue estirando sus extremidades, volteo a ver el reloj en la mesita de noche y se percató que eran las 11 menos cuarto; la ceremonia de graduación comenzó a las 9 de la mañana, se dejó caer de nuevo sobre su almohada.

En la planta de abajo se oía el ruido de las personas encargadas del que hacer; también su pequeña naricita olfateó lo que probablemente sería su desayuno o ¿almuerzo? Bueno no importaba lo que fuera; tenía hambre.

Se quiso poner de pie pero el dolor punzante sobre su cadera y piernas hizo que cerrara los ojos tratando de contener el quejido que quería escapar de él.

Tomó su bata negra de ceda que tenía en el sillón pie de cama gris, se colocó sus pantuflas de conejito y se dirigió al armario para prepara la ropa que vestiría ese día.

Un hermoso vestido blanco de mangas cortas de estampados de flores rosas y un cintillo café, saco unos botines caquis y los puso en un lado de la cama.

Se dirigió a su cómoda para sacar su ropa interior.

Era un hermoso conjunto blanco de encaje, aquel cachetero se le ajustaría bien a su cuerpo y el sostén se veía increíble, no es que él tuviera un pecho abundante pero le gustaba usarlos.

Estaba admirando el conjunto que se pondría para ir al centro comercial a perder el tiempo un rato cuando alguien llama a su puerta.

señora Min, el señor Min dejó dicho que vendría a las 2 de la tarde para comer con usted, ¿desea que se prepare un platillo en específico?—

Jimin se llenaba de una sensación extraña cada que la ama de llaves le llamaba señora Min, era su sueño, el que un día pudiera mostrarse como la esposa de su daddy; pero sabía que no le podía pedir eso a él.

Había razones de peso que se lo impedía.

La principal era que su daddy estaba casado y nada más ni menos que con Park Hae Rin; su perfecta y nada consentida prima.

Segundo; el seguía siendo menor de edad.

Y tercero el era hombre; aunque Jimin nunca se identificó como tal. Ante la ley el era hombre.

¿señora Min?—

La voz de la ama de llaves lo trajo de nuevo a la realidad.

no; no se preocupe por ello; yo me encargo de prepárale la comida al señor; gracias—

—muy bien señora; ¿le traigo su desayuno o bajará al comedor?—

— enseguida bajo; solo prepáreme fruta, pan tostado y café, gracias—

—muy bien la dejo señora—

Un suspiro abandonó los labios cereza y decidió que bajaría a comer algo; luego tomaría un baño y después se dedicaría a hacerle de comer a su daddy.

Al bajar las escalera se encontró con la casa perfectamente aseada y con la ama de llaves y las dos chicas que ayudaban al que hacer a un lado del comedor.

Se dispuso a desayunar revisando su redes sociales; vio sus notificaciones y mensajes invitándolo a la fiesta que harían esa noche los de su curso para festejar el fin de clases.

Vio la hora y decidió que ya era tiempo de ir a bañarse y prepara la comida para su daddy.

Les pidió a las otras tres mujeres que limpiaran y al terminar se retiraron que el día de hoy ya no serían necesarios más servicios.

Vio la inmensidad de la casa y de verdad era demasiado para él; pero su daddy había decidido que su hermosa chica viviera ahí no en un departamento.

La casa constaba de dos plantas, en la primera estaba el recibidor luego la sala con una hermosa chimenea, la cocina y comedor; un estudio y otro salón donde Jimin había instalado un pequeño estudio donde se ponía a pintar, su daddy le había dicho que tenía talento en ello.
También contaba con un baño de visitas y un pequeño closet.

En la parte de arriba había 3 recamaras; la principal equipada con su baño, con regadera y tina, un vestidor mediano y las otras dos habitaciones más para vistas equipadas cada una con su propio baño.

Para el; aquella casa era demasiado, pero su daddy se empeñó a que viviera ahí después de que su padre lo corriera de su casa y le gritara que desde ese día para ellos su único hijo había muerto.

Algo bastante dramático.

Subió con cuidado las escaleras, se adentró a su habitación y preparó la tina, puso una velas aromáticas, puso sales al agua y se dio un baño relajante.

Salió del baño y tomó su bata de baño, con cuidado seco su largo cabello rubio; y se dirigió al tocador a tomar sus cremas para humectar y perfumar su piel; a través del espejo vio como su cuello estaba decorado por las marcas que le había hecho su daddy.

Sonrió enamorado al recordar la manera en como Min tomaba su cuerpo una y otra vez.

Termino de untar las cremas y comenzó a vestirse con el atuendo que había escogido en la mañana, al terminar bajo a prepara la comida para recibir al amor de su vida.

Decidió hacer costillas de cordero a la italiana,  había pedido que le trajeran todos los ingredientes necesarios, así como un buen merlot, preparo  todo junto a una brownies que acompañaría con helado de vainilla.

Estaba terminado de sacar las costillas del horno junto con las patatas cuando sintió que lo tomaban de la cintura y lo jalaban, su trasero chocó con el cuerpo contrario y sintió la dureza del sexo del quien lo sujetaba.

huele delicioso cariño—

Las mejillas de Jimin estaban decoradas con un color rojizo natural.

pero hueles mejor tu—

Sintió como la nariz de su daddy recorrió su cuello y nuca.

fresas y coco con duraznos; un delicioso postre que deseo comer—

El corazón de la rubia latía cual caballos desbocados, el hombre tenía la habilidad de hacer que su presión arterial bailara al son que él quisiera.

Rápidamente se volteo y con sus manos tomó el rostro contrario y le dio un tierno y casto beso.

—daddy te extrañe; ven mi vida, te prepare la comida—

Cualquiera que viera aquella escena diría que es una pareja de recién casados, la situación resultaba tan domestica; tan natural que Min ansiaba con loco que pasaron los meses restantes para acabar con su matrimonio, pero lo que más ansiaba con el alma es que se llegara el bendito 13 de octubre para por fin hacer pública su relación con la hermosa criatura que gustosa le servía su comida.

Pero lo que realmente deseaba con el corazón es hacerle pagar al hijo de perra que se atrevió a golpear y humillar a su dulce chica.

El Ceo Min haría que el ministro Park le pidiera perdón a su hijo de rodillas; lo haría besar el suelo por donde pasara y a Park Hae Rin la haría llorar sangre.

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O yo estoy muy pendeja o Wattpad no me quiere..

En fin..
Amo al Yoonmin me dan mil años de vida

Amo al Yoonmin me dan mil años de vida

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La futura señora del Ceo MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora