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El tiempo parecía avanzar de manera lenta en aquella sala de espera, las enfermeras veían aquel hombre que tenia  fija la mirada en el reloj en la pared; parecía que al hacerlo le ayudaba a conservar la cordura. El constante chocar de sus uñas entre sí acompañaban las manecillas del reloj.

En su interior rezaba porque la chica y su bebé estuvieran bien; le pedía a su dios que tuviera piedad de ella; ya había sufrido demasiado en esta vida, solo necesitaba un poco de felicidad y si por él fuera sacrificaría la suya para que la chica que estaba en urgencias tuviera un poquito de ella.

Como si dios hubiera escuchado sus plegarias la puerta fue abierta y por ella salió el doctor para dar noticias del estado de salud de Jimin.

El doctor había preguntado por familiares de Min Jimin y fue cuando el hombre se preguntó ¿qué era el de aquella chica? Si bien en cierto que cuando estudiaba en el instituto llegó a convivir con ella cuando iba a su casa a estudiar o a realizar un trabajo; nunca fue particularmente cercano a ella pero recuerda con cariño cuando un día en medio de un estresante trabajo grupal le había ofrecido unas galletas y jugó y le regaló una dulce sonrisa y con esa imagen en su mente contestó la pregunta: él sería otro hermano más para ella.

El doctor Kim sabía que Jimin tenía un hermano y claramente el secretario Jung no lo era; pero al ser alguien cercano al Ceo Min era obvio que alguna relación tendría con Jimin.

bien, su hermana se encuentra bien, solo un tobillo lastimado y raspones en sus manos, el dolor que había presentado en su vientre bajo fue producto del estrés y las emociones que se había llevado durante el día; es importante que guarde reposo durante un tiempo; por el momento la dejaremos esta noche aquí para monitorearla pero en general está bien, puede pasar a verla un momento ya que dentro de una hora pasará una enfermera para aplicarle un calmante para que descanse mejor; permiso—

Hoseok se dirigió a la habitación donde le habían indicado que estaría Jimin, al entrar vio una escena que le rompió el corazón; la chica veía sus manos lastimadas y las lágrimas descendían por sus mejillas.

Recordó la vez que al dejarles un trabajo escolar, llegó a la casa de Hae y vio al niño rubio sentado en el jardín viéndose sus manitas lastimadas, cuando se acercó a preguntarle si estaba bien el niño solo le dijo que si pero pudo ver que tenía un golpe en la mejilla que se estaba poniendo ya morado; fue cuando escucho al padre de su compañera gritar que dejara de llorar como niña y que entrara a limpiar el desastre que tenía en la cocina.

Cada que tenía la oportunidad de ir a esa casa; Hoseok se aseguraba de que Jimin estuviera bien, puesto que era casi costumbre que el niño tuviera algún nuevo golpe, él odiaba la manera en como Hae trataba a su hermano y aún más odiaba al ministro Park.

Cuando Yoongi se fue a estudiar al extranjero él siguió visitando aquella casa bueno en realidad era de lejos, solo lo hacía  para asegurarse de que Jimin pudiera salir a escondidas de aquel lugar para ir con los Min, esa era su rutina de los Martes y Jueves.

Ver a Jimin otra vez así destrozada y frágil le hacía que en su corazón se abriera un hueco enorme; le dolía verla así, le dolía igual o más como cuando una vez Jimin salió corriendo de su casa en llanto y el la siguió a la distancia hasta que llegó a un parque donde pasó horas llorando.

soy patética—

—no; solo eres un ser humano que no ha expresado lo que le está atormentado—

—es que es tan ridiculo lo que me pasa—

—Jimin las inseguridades y miedos de las personas jamás van a ser ridículos—

La futura señora del Ceo MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora