La futura señora del Ceo Min

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Una semana; ya había pasado una semana desde que se comenzó con la guerra entre los dos candidatos; siempre que el ministro atacaba al candidato Kim; los tres chiquillos encontraban la manera para darle la vuelta al asunto, era un constante ir y venir de ataques.

—estoy cansado, esta semana he dormido como 8 horas si las juntamos todas; aparte tengo hambre y esto parece no acabar; Minnie, oye ¿podríamos ir a comer unas hamburguesas cuando esto termine?¿por favor?—

—Taehyung quédate quieto; si; ¿okey? pero ahorita mantente serio por favor—

—¿y también habrá papas fritas?—

—si; esta bien; si, ahora mantente derecho—

—¿y un refresco y de postre un helado de vainilla?—

—si no te callas en este instante osito no vamos a nada; ahora derecho y callado por favor—

Los jóvenes se encontraban entre el público asistente a uno de los debates de los dos candidatos en una de las universidades más prestigiosas del país.

Desde su lugar Jimin podía ver a Hae Rin que la observaba como una leona al asecho. Mientras que su padre biológico argumentaba él porque era importante la implementación de leyes más severas para evitar la propagación de la idea de libertad de género y la comunidad LGBTIQ+.

—no necesitamos que nuestros niños lidien con temas que no son adecuados para su edad; por eso existe un orden natural de las cosas; y es con eso que los niños y niñas deben crecer; estos temas solo logran confundir a nuestros hijos e hijas—

La chica escuchaba la misma basura de siempre; que no era normal que te gustara las personas de tu mismo sexo; que uno no puedes jugar a ser dios, que no puedes cambiar lo que eres, que lo normal es una familia esté conformada por un hombre y una mujer; que por algo la naturaleza nos hizo así por un motivo y toda esa mierda que su padre le decía desde que a los 7 añitos le contó que su mejor amigo le dio un besito en la mejilla y sintió muchas cosquillas en la pancita; desde ese día su padre fue otro.

Su padre antes no le hacía mucho caso; siempre distante y frío con el; pero un día le dijo que le gustó como su amiguito le hizo sentir con un beso inocente su padre se volvió hostil; le gritaba; lo jalaba de su bracito cuando quería jugar con cosas de "niña"; siempre el mismo discurso día tras día hasta que se enteró que en lugar de ir a visitar a su mamá Bae iba a clases de ballet o que cuando no iba a esas clases de "maricas" iba a clases de cocina fue cuando decidió que lo mandaría a un campamento donde lo iban a "arreglar" lo iban a hacer "normal".

Al principio lloro mucho porque no quería ir; no pudo pedirle ayuda a su mamá Bae porque después de que un día llegara con un policía argumentando que iba por una denuncia por maltrato a menores; su padre le encerraba en su habitación.

El primer mes fue un infierno en ese campamento; ver primero como su "ropa de anormal" y cosas personales "afeminadas" eran arrojadas a la gran hoguera de aquel campamento fue un duro golpe emocional; después esas incontables sesiones con el psicólogo a cargo de "centro de ayuda"; donde solo le repetían que esa afección por "cosas de mujeres" era por su falta de amor maternal; en su pequeña cabecita se repetía qué tal vez era porque nunca tuve amor de familia real; pero ciertamente a él le fue mejor que a otros en ese campamento.

Ahí había personas de todas las edades; él era uno de los más pequeños por lo que el psicólogo consideró que sería más fácil "curarlo"; pero recuerda que el doctor lo obligó a ver lo que le pasaría si no cambiaba esas ideas enfermas que él tenía.

A sus 10 años vio como un chico como en sus veintes era amarrado a una silla y obligado a ver un video de dos hombres sosteniendo relaciones sexuales mientras él observaba y le daban pequeñas descargas eléctricas que cada vez iban más en aumento; salió corriendo de ahí a vomitar cuando el sufrimiento infringido en  aquel joven fue insoportable, tanto que se orino de tanto dolor y después se comenzaron a humillarlo por ello.