EL LOBO NEGRO

Capítulo 12: el cachorro impotente.

Un año había transcurrido desde el incidente con el sacerdote. Buzz se encontraba en el bosque de la montaña Sama, estratégicamente posicionado en un árbol, portando un rifle y apuntando a un ciervo en la lejanía.

—Recuerda lo que te enseñó Sari, respira profundo y enfoca bien tu objetivo —pensó Buzz, manteniendo la respiración mientras su dedo acariciaba el gatillo.

Una vez que logró mantener la respiración para tener una mejor precisión, Buzz apretó el gatillo y un estallido ahuyentó a las aves en la zona. Sin embargo, el tiro no fue lo suficientemente preciso, ocasionando que el ciervo escapara. Esto no solo fue un fallo, sino que además reveló su posición a su acechador.

—Has fallado —dijo Sari, sorprendiendo a Buzz con un ataque.

Buzz intentó esquivar el ataque, pero fue inútil. Recibió una patada que lo hizo caer del árbol. En su intento por aferrarse a algo, sacó su cuchillo y lo clavó en el árbol, frenando así la velocidad a la que caía, lo que hizo que cayera al suelo con un impacto menor.

No había tiempo para quedarse en el suelo, debía ocultarse de nuevo y encontrar al ciervo sin ser detectado. El ejercicio consistía en que tenía que ocultarse tanto de Sari como del ciervo. Si Buzz no conseguía acertar con un tiro, o si Sari descubría su posición, sería derribado con un ataque. Además, debía conseguir carne al mismo tiempo.

Buzz corrió mientras miraba a sus alrededores buscando un lugar donde ocultarse.

—Está mejorando, antes no se atrevía a trepar a los árboles. A pesar de que aún sigue fallando, su precisión y reacción se han afinado. Antes no se atrevía a usar el rifle por el culatazo, ahora es como si estuviera acostumbrado. Cuando me contó que usó armas de fuego en aquella cueva y en aquel asalto con Kondo, pensé tranquilamente en que jamás apuntaría a una persona. Pero le preocupaba su precisión y puntería. Saber que pudo haber herido a alguien me obliga a hacer este ejercicio. Es la opción más viable para que sepa que un disparo tiene que ser medido con el mayor de los cuidados —pensó Sari, viendo a Buzz esconderse entre las ramas y trepar los árboles del bosque.

—Bien, creo que la perdí —dijo Buzz, tocándose el pecho para calmar la respiración.

Una vez que se calmó, procedió a atravesar los árboles mientras observaba dónde se encontraba el ciervo. Buzz saltaba de árbol en árbol rastreando dónde podría estar el ciervo. Se detuvo un momento para sacar el casquillo del rifle jalando de la palanca. Luego de reemplazarlo, puso otro casquillo con bala y empujó la palanca para introducir la bala que posicionó en el rifle. Guardó el casquillo para usarlo como señuelo en caso de que se necesitara. Hizo una respiración profunda preparándose para lo que seguía, luego prosiguió saltando de árbol en árbol.

—Vaya, recuerdo que me aterraba estar a estas alturas, hasta que fui presa de las mil trampas colgantes de Sari, lo cual no me trae recuerdos bonitos —pensó Buzz mientras seguía buscando.

Buzz encontró ciervos cerca de un río bebiendo agua. Esta vez, se posicionó en tierra, donde podía observar sin estar tan cerca como para alertarlos. Se preparó para apuntar con el rifle.

—Mmm, hay amigo, lo que tiene que hacer uno para obtener carne —dijo Buzz mientras respiraba profundamente.

Un disparo alertó a los ciervos, provocando que huyeran. Todos, menos uno que yacía herido por una herida de bala. Sari se acercó para observar si su discípulo había acertado a su objetivo. Cuando se acercó, vio a Buzz dirigiéndose al ciervo que trataba de levantarse, pero se tropezaba. Buzz se acercó, lo sometió manteniéndolo en el suelo, sacó su cuchillo mientras trataba de inmovilizarlo, dirigió su cuchillo a su tórax, y ejerció presión para perforarle el corazón.