Capítulo 43: guardia (parte 1)

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Buzz no había llegado a casa porque todavía se quedó con Jana para seguir trabajando en el gremio. En el pueblo del Roble Noble apareció un extraño sujeto de pelo blanco con gabardina café y un maletín, volteando por todos lados como si estuviera perdido. En ese momento, Sari estaba con Sandra ordenando el papeleo. El cachorro estaba en una esquina, de vez en cuando salía a pasear. Tras escuchar que alguien la buscaba, ella salió para verificar qué era. Sandra cargaba a Lupus para que no corriera por ahí solo y para cubrirlo de los niños.

Al salir, Sari observó a un hombre de pelo blanco con una expresión de confusión, a quien llamó: —¿Lonow?

—Ah... Sari, pensé que me había perdido otra vez. ¿Cuánto pasó? ¿30? ¿25 años? La verdad, no me acuerdo —dijo el sujeto llamado Lonow.

—Me alegra que hayas venido. ¿A cuántos trataste en el camino? —preguntó Sari, saludándolo.

Lonow respondió al saludo: —Ah... bueno, la mayoría eran niños. Un joven que casi me mata, y sobre el último, creo que lo escucharás en la radio o lo verás en el periódico.

—Me era de esperarse de ti. ¿Necesitas una habitación? Hay alguien que puede alojarte, con un debido precio, claro.

Una mujer anciana sentada en una silla mecedora escuchaba desde el fondo. —¡Hay 6 habitaciones disponibles! Últimamente he tenido más inquilinos de los que tengo normalmente —dijo la anciana, en tono alegre.

—Mmm... pues muchas gracias —dijo Lonow a la anciana, para luego dirigirse a Sari—, pero antes que nada, quisiera presentarme a la pequeña que me mencionaste, para que no se muestre extraña ante un desconocido.

—Oh... bueno, bien, la llamaré a Peny —dijo Sari.

Sari fue a llamar a Peny, mientras pasa esto manda a Lonow a esperar en una sala. No pudo evitar a la mujer de cabello color pastel cargando con un cachorro, intrigada por el extraño perro que movía su cola de un lado para el otro. Lonow solo se quitó el abrigo y el sombrero para ponerlo en un sillón, para luego sentarse. En otra sala, vio a unos niños pequeños jugando y viendo televisión, y unos niños un poco más grandes asegurándose de que no estuvieran tan cerca de la pantalla.

—Mmm... tienen televisión, parecen bien entretenidos. Mmm... qué buena niñez —pensaba Lonow, esperando a Sari, observando cómo su alrededor estaba lleno de vida.

Sari viene con Peny. Como de costumbre, Rian está justo al lado acompañando a Peny.

Lonow observa a Sari junto con los niños y procede a tomar un tono amigable: —Oh... hola, pequeña. Sari me ha hablado de ti. ¿Me dices tu nombre?

—Eh... hola, soy Peny —respondió Peny, sentándose.

Rian se sentó justo al lado de Peny.

—¿Él es amigo tuyo? ¿Verdad? —preguntó Lonow.

—Mi nombre es Rian, y sí, Peny es mi amiga —dijo Rian, en tono severo.

Sandra estaba por hablar para que Rian se comportara, pero Lonow hizo una seña con la mano indicando que lo dejara en sus manos.

—Entiendo, entiendo. Entonces, ¿me ayudarás a responder junto con Peny? —dijo Lonow, preguntando a Rian.

Rian volteó a ver a Peny y respondió —Sí, le ayudaría.

Lonow procedió a sacar una libreta y pluma: —Pues bien, empecemos.

Tras unos minutos de plática, Lonow anotó los detalles gracias a Rian y Sandra con Peny explicándose.

—Mmm... visiones en primera persona, masacres y demás atrocidades. También una que otra en la que solo estás caminando, o hablando con personas de aquí y por allá —dijo Lonow, repasando lo escrito en su libreta para dirigirse a Peny y compañía—. Mira, Peny, con esto no es suficiente para deducir lo que pasa, pero tal parece tu caso parece ser algo relacionado con tu subconsciente o quizá, solo quizá una reacción que sufre tu mente en casos sustanciales, como por ejemplo cuando duermes. Y como parece algo que tiene que ver en tu cabecita, o tus ojos, es necesario un tratamiento más especial. Muestras de sangre, pruebas mentales y otros exámenes. ¿Entiendes lo que digo?

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