Capítulo 23: reconocer.

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En el pintoresco pueblo de Roble Noble, los niños se encuentran inmersos en un animado juego de pilla-pilla. Entre ellos, Rian y Peny, dos amigos inseparables, disfrutan de la tarde junto a sus compañeros de juego. Tras una intensa partida, deciden hacer una pausa y visitar a la pequeña Deisy. Sandra quien se encargaba de Deisy, sostiene al bebé de la mano, ayudándola a dar sus primeros pasos.

—Ven acá, chiquita, ven acá, preciosa. ¡Ay, qué bonita! —exclama Peny, provocando risitas en la pequeña Deisy.

—Oye, Peny, ¿has vuelto a tener pesadillas? —pregunta Rian, mostrando su preocupación.

—¿Eh? No, últimamente no. He soñado que derroto a un montón de soldados, así que no sería una pesadilla en sí —responde Peny, restándole importancia.

—¿Un soldado? Entiendo... Me preocupaba que te despertaras como la otra vez —admite Rian.

—Te preocupas mucho por Peny, ¿verdad, Rian? —interviene Sandra, con una sonrisa cómplice.

—¡Eh! Bueno, sí, aquella vez me despertó con su llanto. Solo es eso —se defiende Rian, algo apenado.

—Ja, ja, ja... Bueno, debo ocuparme. Parece que Deisy necesita un cambio de pañal, y Buzz no está aquí para hacerlo. Él lo hace parecer fácil —comenta Sandra, cambiando de tema.

—¿Crees que Buzz estará bien? —pregunta Peny, mostrando su preocupación.

—Conociendo a Buzz, él estará bien —responde Rian, intentando tranquilizarla.

—¿Seguro? —insiste Peny.

—Un 50 a 50 —responde Rian, siendo honesto.

—Mmm... Solo espero que no esté en problemas —dice Peny, pensativa.

—Después de lo que pasó, ya debió aprender a no meterse en problemas graves —comenta Rian, estirándose.

—Espero que tengas razón —dice Peny, aún preocupada.

Mientras tanto, en la estación de policía, Buzz bloquea una patada de Newton. Este último prosigue con ataques frenéticos, pero Buzz no cede en ningún momento. Los observadores presencian este combate con gran interés.

—Mmm... Debo admitir que esperaba que se atacaran mutuamente, pero el chico de la cicatriz optó por cubrirse de los ataques —comenta un observador.

—Se agotará y será presa fácil. Por como lo veo, no parece querer atacar —añade otro observador.

—Fíjense bien, los dos están aprovechando ambas oportunidades. Por parte de Newton, aprovecha la mínima ventaja para atacar a su oponente, pero Buzz no parece que solo quiera cubrirse. Parece como si estuviese esperando una oportunidad. Uno de ellos ataca con todas sus fuerzas como un sabueso, el otro lo está fijando como un depredador —analiza Lowbrick, uno de los subordinados de Hans Klov.

Newton sigue atacando, pero Buzz no se inmuta.

—Mmm... No es más rápida que Galy, ni tan fuerte, y tengo suficiente energía que la que creí que gastaría cubriendo, entonces... —piensa Buzz, bloqueando los golpes de Newton.

—¿Qué pasa? ¿Temes que te tome por sorpresa...? —provoca Newton, siendo interrumpido por un golpe al pecho por parte de Buzz.

Newton se mantiene de pie después de ese golpe sorpresa.

—¿Ah? Hasta que te defiendes —dice Newton, mirando a Buzz.

Esta vez, Buzz pasa al ataque. Newton y Buzz intercambian golpes uno tras otro. Buzz recibe más golpes, pero puede resistirlos. En cambio, los golpes que logra dar tienen efecto en Newton.

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