Capítulo 14: invitados.

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Llega el lunes en la madrugada, aún oscuro como la tinta. Buzz, con su equipaje al hombro, se despide de sus amigos que, a pesar de la hora, se encuentran despiertos en los escalones del viejo orfanato.

—Bueno, me voy por un tiempo —anuncia Buzz con una sonrisa melancólica—. Solo vine a despedirme.

—Muy bien, solo ten cuidado —aconseja Eneley, mordisqueando pensativamente un plátano.

Koel, con una expresión seria, le entrega a Buzz un sobre que parece estar hinchado. —Saluda a Jana de mi parte —dice, y Buzz asiente, guardando el sobre en su equipaje. El sobre está decorado con flores y corazones, lo que contrasta con la indiferencia de Buzz al recibirlo.

Lena, que está comiendo junto a Eneley, asiente con la cabeza. —Me alegra que esta vez avises, pero igual ten mucho cuidado —dice con su voz llena de preocupación.

—Bueno, hasta luego —se despide Buzz, y se va junto con Sari, bajando la montaña para luego tomar un carruaje.

—¡Espera! ¿Tenemos dinero para un carruaje? —pregunta Buzz frunciendo el ceño.

Sari sonríe, tranquilizándolo. —Ah, no te preocupes. Tengo una pequeña fortuna guardada por mis trabajos en el pasado.

Una vez en el carruaje, Sari observa a Buzz sacar el sobre. —¿Y eso? ¿Qué es? ¿Tanto así extrañabas a tu amiga? —pregunta Sari, burlándose ligeramente.

Buzz niega con la cabeza, mostrándole el sobre. —¿Ah? ¡¿No?! Esto es de parte de Koel. Solo me da intriga qué es lo que tiene. Solo mira lo grueso que está lo que sea que esté dentro.

Sari asiente, reaccionando a sus palabras. —Oh, vaya. Parece que son una gran serie de hojas. No quiero saber qué tiene escrito, pero me preocupa lo que haya escrito y lo mucho que se empeñó para dar esto —dice Buzz, sintiendo el tacto del sobre.

—Igualmente me preocupa, pero seguro es algo inofensivo. Y sería grosero no respetar el paquete o envío de alguien más, así que respeta su pedido —aconseja Sari.

Buzz asiente, guardando el sobre. —Bien, siento pena por la pobre alma que lea esto. Conociendo a Koel, no será agradable.

Para no aburrirse durante el viaje, Buzz saca un juego de ajedrez y damas para pasar el rato. Luego, se vuelve hacia Sari con una pregunta en mente.

—Disculpe, maestra. Quiero preguntar, he visto cómo una persona usa magia. ¿Cómo puedo desarrollar tal magia? —pregunta Buzz, su curiosidad brillando en sus ojos.

Sari sonríe, complacida por su interés. —Ah, eso. Primeramente, no es algo que uno desarrolla dependiendo de su concentración. De hecho, eso que llamas magia se genera por la energía que se encuentra en toda la vida: tú, yo, los animales, árboles, plantas, en todo. Es parte de nuestra vida.

Buzz asiente, pensativo. —Si es así, ¿cómo podría usarse? Como por ejemplo, lanzar fuego —dice, recordando al sacerdote y a Lomon.

Sari asiente, explicándole. —Bueno, al usar magia usas parte de tu fuerza. Una persona puede empezar a practicar el uso de magia, pero sin preparación sería ineficiente. Por lo cual gastarías energías como cuando corres o te esfuerzas. Para ello, es mejor que uno mejore primero su condición física y tenga un mayor enfoque y precisión. A este punto, tú podrías empezar a practicar magia. Lo más extraño que puede pasar es que una persona use magia inconscientemente. Dependiendo de su experiencia, uno puede expulsar magia a voluntad, creando una corriente o una ola.

Buzz recordó la ola de magia que Hans había expulsado aquella vez.

—Sabiendo esto, ¿cómo puede uno manejar su magia? —preguntó Buzz.

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