EL LOBO NEGRO

Capítulo 40: la espera.

—Bueno, pues, tenemos que irnos —dijo Buzz con tristeza después de haber interactuado con el príncipe Abram —nos quedaríamos más tiempo, pero sería descortés, además de tener nuestras ocupaciones.

Buzz y Jana se encontraban en la sala principal frente al príncipe Abram junto con su hermana Laria.

—Es una pena que se retiren, les agradezco que hayan venido —dijo Laria al lado de su hermano.

Jana, junto a Buzz, miraba a su alrededor —y ¿Dónde está el rey y la reina?

—Mi padre está ocupado en una reunión y mi madre está respondiendo las cartas de los médicos —Laria dio una mirada al techo con expresión de incredulidad mientras tomaba un sobre que tenía guardado para dárselo a Buzz —ah, cierto, debido a que ellos estarían ocupados, les dejo este sobre como muestra de su agradecimiento.

—¿Mmm? ¿Muestra de agradecimiento? —dijo Jana acercándose para tomar el sobre que sostenía Laria, quien tenía una expresión de sorpresa.

El príncipe Abram se acercaba a los aventureros extendiéndole la mano a Buzz —muchas gracias por venir, señor Buzz.

—No soy señor, pero fue un placer venir, señorito Abram —dijo Buzz estrechando la mano de Abram.

Jana también estrechó su mano y también se despidieron de Laria.

—Me siento raro por no despedirme del rey y la reina —comentó Buzz.

Laria le contestó —pues te tomaría todo el día esperarlos, sus reuniones y las ocupaciones de mis padres siempre se extienden, luego tendrán ambos otra reunión para entrevistar junto con un guardia a otro cuidador para Abram, por lo de aquella vez, toman medidas, por lo tanto, no me molesta cuidar a mi enfadoso hermano —contestó Laria mientras se acercaba a Abram para abrazarlo.

—Bien, entonces, hasta luego —dijo tomando camino a la puerta.

Laria se despedía de Buzz, Jana igual se despedía de Laria y Abram.

Tras salir, tomaron sus caballos y cabalgaron hacia la salida. En el parque público, se detuvieron.

—Oye Jana, ¿aun tienes el sobre? ¿De qué se trata? —preguntó Buzz a Jana.

—¿Ah? Oh, cierto —dijo Jana sacando el sobre para abrirlo. Al abrirlo, la expresión de Jana cambió a una de sorpresa —¿Eh? Bu... Buzz... mira esto —dijo Jana dándole el sobre a Buzz.

—¿Qué pasa? —preguntó Buzz tomando el sobre junto con el papel. El interior tenía un papel que empezó a leer: firma del rey Janto, sacarlo del banco del Ala Blanca, crédito de 4mil Gares —leyó Buzz, dándose cuenta de que se trataba de un cheque —Wow... espera, no sé usar un cheque... Jana, ¿sabes cómo funciona? —preguntó Buzz guardando el cheque.

—Eh, sí, hay que ir al banco primero. Cuida bien del cheque —susurró Jana para que escuchara Buzz.

Buzz verificó si guardó bien el cheque y procedió a galopar para seguir a Jana.

Jana dirigiendo a Buzz llegaron al banco del Ala Blanca. Jana dirigió a Buzz ya que él era al que le dieron el sobre. El empleado que recibió el cheque se fijó en que era la firma del rey con sorpresa. Buzz y Jana esperaron pacientemente en una sala de espera.

Las pocas personas que estaban ahí veían a Buzz de forma extraña, pero Buzz los ignoraba sin darle importancia.

—Lo repartiremos de manera equitativa, ¿te parece? —sugirió Buzz.

—¿Eh? No, te lo dieron a ti, además, lo usarás para el orfanato, ¿no es así? —protestó Jana.

—¿Y que sea un desperdicio el viaje que diste hasta acá? Somos socios, nos cuidamos el uno con el otro, y si es mi dinero, haré lo que quiera con él, así que decido dividirlo justamente y punto final —protestó Buzz de forma decidida.