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Derek había comenzado a desarrollar una ansiedad notable ante las cosas que pasaban a su alrededor, desde el momento en el que se enteró de su embarazo se había vuelto demasiado paranoico había momentos en los que cualquiera que no lo conociera podría pensar que el azabache había perdido completamente el juicio.

El claxon de un auto podía hacerlo sentir terror mientras paseaba en la calle, ver a la gente corriendo por la acera lo hacía sentir intimidado, ver una motocicleta aproximándose le hacía sentir al borde del infarto; que las personas gritaran también llegaba a incomodarlo mucho.

A veces ver discusiones entre sus amigos o juegos bruscos entre sus hermanastros podía llevarlo a un llanto poco usual que muy pocas veces podía controlar solo. Todo eso causaba que la mayoría de personas lo hicieran a un lado. Simplemente nadie podía aceptar por lo que solo lo aislaban y el lo permitía.

Habia quien estaba seguro de que Derek había enloquecido por completo, no tenía alfa, debía ocultar su embarazo hasta después de su graduación, seguir con el cuento de ser alfa además de seguir escondiendo la identidad del padre de su bebé incluso después de eso.

Aunque era un secreto a voces pues muchos se habían dado cuenta de que Derek había cambiado a partir de que Stiles se había ido de la ciudad pero no lo comentaban debido a... Bueno Derek podía presumir que tenía a los mejores hermanos del mundo. 

Era la hora de la cena y la familia Hale estaba cenando, Gabriel a la cabeza, a su izquierda Talia, junto a ella Darren, en la otra punta de la mesa Sam, a la derecha del jefe de familia estaba Clark y junto a ese alfa estaba Derek con la vista fija en su plato del cual tomaba pocas porciones de carne la cual antes había cortado celosamente.

— Y... Estás mejor? — Preguntaba el hombre de familia luego de limpiar sus labios con la servilleta

— Creo que...

— Para nada — Interrumpió Darren quien todavía no había comenzado a comer la carne pues antes comí Asus vegetales solo por qué si. — Hace rato un par de idiotas empezaron a empujarse mientras caminaban, pasaron cerca de el, sujetó su abdomen como si estuviera enfermo del estómago.

— Darren — Regañó Clark antes de que Gabriel pudiera intervenir, el hermano miró al mayor y volvió su atención al plato, conocía el temperamento de su hermano, sabía los problemas que podía tener con el. — He estado pensando... Ya que tocamos el tema y creo que Derek estaría bien si fuera a vivir conmigo a la granja un tiempo

— Ni hablar — Interrumpió Talia

— Mamá... — Clark miró a la mujer quien al escuchar el tono y el "título" supo que su hijastro estaba hablando con seriedad. — Se que puede causarte conflicto que Derek se aleje de tus cuidados en estos días tan complicados pero creo que el campo le hará bien.

— Pero

— Yo quiero hacerlo — Interrumpió el azabache de ojos verdes de nuevo llamando la atención de todos en la mesa, Talia y Gabriel cruzaron miradas, Clark se notaba conforme, Darren estaba succionando los espaguetis que Talia había cocinado, Sam miraba al beta y ofrecía una servilleta para que se pudiera limpiar pues cuando comía poco le importaba lo que decían a su alrededor pero se había detenido para mirar hacia su hermanastro por qué consideraba que eso era importante.

Tragó los espaguetis, se limpió los labios, bebió un poco de agua.

— Clark... Se que tal vez lo haces por su bien pero haz pensado en los tornados? — Preguntó aquel joven con intriga pues una parte dentro suyo tampoco quería soltar a su hermano.

— Son muy ocasionales...

— Coyotes? — Complementó Sam con una intención similar

— No se acercan tanto y en todo caso solo bajan de noche. Además la puerta siempre está bien cerrada — Se defendió el alfa tratando de no dejarse llevar por la impaciencia.

— Pero Derek no está acostumbrado a sitios tan... Así

— Perdón? — Dijo Clark y Darren tuvo que volver a su comida para evadir su mirada tan tosca

— Quiero ir con Clark... Se que tal vez sea difícil pero todos los días siento que me voy a volver loco. — Derek tampoco levantaba la vista de su plato Talia tuvo que ceder entonces a lo que su hijo decía.

Estaba en su habitación, se había quitado la camiseta para mirarse en el espejo, su figura, su abdomen que todavía estaba marcado y que sabía llegaría un día donde se vería redondo. Pensó que se vería poco atractivo antes de "explotar" y luego se sintió egoísta por pensar esas cosas tan absurdas sobre su embarazo.

Se preguntó si Stiles lo querría aunque estuviera tan gordo en algún momento y se sintió tan solo y abandonado.

Estaba tocando su abdomen, siguiendo aquellas líneas cuando se abrió la puerta dejando pasar a Clark.

— Derek... Oh lo siento. — Bajó la vista para no mirarlo, le dió la espalda. — Debí tocar.

— Descuida solo estaba preparándome para dormir... Pasa — Derek fue a su closet buscaba una camiseta, el pantalón cómodo que siempre usaba para dormir. Desabrochó su cinturón y aunque Clark ya estaba adentro, había entrado caminando hacia atrás para no mirarlo sin su consentimiento pero el reflejo lo dejaba ver... Cómo su pantalón bajaba, las piernas y trasero bien torneados, se obligó de nuevo a cambiar el punto de vista antes de perderse en la espalda de su hermanastro.

Hasta había olvidado de que quería hablar con el cuando entró.

— Bueno... Su... Supongo que te veré mañana temprano. — Derek se acomodó en su cama, el muchacho se levantó y estaba dispuesto a marcharse cuando Derek lo detuvo.

— Te puedes quedar conmigo un rato?

— Claro... — iba a sentarse junto a la cama pero Derek dió un par de palmadas a su lado, Clark se sentó, la espalda recargada contra la madera, el ojiverde colocó su cabeza en una de las piernas del alfa en la habitación.

— Gracias Clark...

— No hay de que — Decía el joven de ojos azules que poco a poco había acariciado su cabello para ayudarle a dormir... No era algo que estuviera acostumbrado a hacer... Pero le estaba gustando.

No era como que tuviera el tiempo de convivir con sus hermanos debido a sus obligaciones en la granja.

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