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[💎✨] No banda, la de dormir no me la sé

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Pasó el rato, un rato en el que estuviste siendo protegido bajo las alas y la cola de Bella que emitía suaves ronroneos para tranquilizarte y hacerte sentir mejor.

Cuando por fin pudiste dejar quietas tus manos y volver a respirar correctamente, Bella te quitó su cola de encima para poder verte.

Seguías algo pálido, tus ojos estaban enrojecidos, tenías cicatrices en los labios y aparte tenías algunas ojeras provocadas por el llanto, además de estar fatigado y con mucha sed, pero ya estabas mejor que antes.

—Bella... Gracias, amiga.. —acariciaste la cabeza de tu amiga que seguía ronroneando y luego te lamió el rostro.

Ahora que estabas más estable, Bella por fin pudo disparar plasma a las rocas que cubrían la cueva para despejar la entrada.
Te subiste al lomo de la dragona quedando recostado en este y dejando que ella te sacara de ahí para así llevarte al río para que tomaras algo de agua.

Aunque fueron interrumpidos por algunas voces familiares.

—¡________!

—¡AHÍ ESTÁS! Casi nos volvemos locos buscándote

—Si, pero el peor fue Hipo... Quería armar una puta guerra

Levantaste la mirada encontrándote con las siluetas de Brutacio y Brutilda.

—Espera, ¿de verdad esa es Bella?—cuestionó Brutacio antes de correr a abrazar a la dragona—¡AHH! Al menos tú estás bien y no te fuiste con ese alfa feo que tenía cara de alfalfa, ¡Bella te amo!

La dragona no se quejó, pero estaba completamente confundida por el comportamiento de Brutacio.

Aunque ahora que lo analizabas, era verdad... Los únicos dragones que quedaban eran Bella y los bebés que no le hacían caso a nadie.

Brutilda se acercó a ti para así poderse arrodillar a tu lado.

—Oye, ¿estás bien? Pareces sacado de uno de esos libros de terror que Bocón nos leía para que dejáramos de molestarlo

Simplemente negaste con la cabeza mientras llevabas una de tus manos a tu frente, tenías una migraña demasiado intensa.
Lo único que pasaba por tu mente era el terror en los rostros de todos esos dragones a los que no pudiste salvar... Por alguna razón los cadáveres ya no estaban, seguramente los demás se los habrían llevado para darle de comer a su alfa o alguna cosa así.

—¿Cómo están los demás?...

—Justo vinimos a buscarte por eso.. —continuó Brutacio de una manera más seria sentándose a tu lado—¿Le dices tú o le digo yo?

—Le voy a decir yo porque tú lo dices de una manera tan extraña que si ________ no se ha muerto aún, tú vas a terminar de matarlo

—Está bien, todo tuyo

—Oigan, me están asustando... ¿qué pasó?

Brutilda te tomó del hombro dejando salir un suspiro pesado.

—Estoico... Estoico ha muerto

—Ustedes dos siempre están haciendo bromas de humor negro, pero esto no es divertido así que ya díganme qué pasó

—Que estoico se murió, tan tan, fin de Estoico, se fue a la luz, ya no está vivo, jekfahfkahf, está no muy vivo que digamos, blah blah blah, bye jefe bonito

—¡BRUTACIO!

—¡Estoy riéndome para no llorar de nuevo, tarada!

Al inicio no querías creerlo, pero al ver los rostros de los gemelos fue inevitable darte cuenta de que era verdad.. Estoico el basto había muerto.

➴ Tenías que ser tú ➶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora