➴ Tenías que ser tú ➶

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Después de ese pequeño reencuentro, Valka se dispuso a cocinar algo para ustedes aunque no recordara como cocinar.
Aunque anteriormente ella te había dado algo de comer, no le prestaste mucha atención al sabor de la comida porque estabas medio moribundo así que no podías decir que cocinaba mal pero tampoco podías decir que cocinaba bien.

La mayor estaba cargando un par de canastas con pescado para cocinarlo, pero estaba tan nerviosa que estuvo a punto de dejar caer una de las canastas al suelo.

—¿Necesita ayuda?

—¡AH! Ay dioses, ________, ¿¡de dónde saliste!?

—Es secreto

—¿¡También asustas de esta manera a Hipo!?

—No, en realidad a él lo asusto de peores formas

—...

—Ya, ¿pero si necesita ayuda o no?

—Pues... Si pudieras llevar una de las canastas, te lo agradecería mucho, cielo

Asentiste tomando la canasta que Valka estuvo a punto de dejar caer al suelo y comenzando a caminar a su lado.

—¿Por qué me seguiste?

—Por mera curiosidad

—...

—Mentira, en realidad solo me aburrí de escuchar a Estoico hablarle a Hipo sobre cómo ser un buen jefe y a Bocón burlarse de esa conversación..

—Entiendo...

—Además, ahora que todos se reencontraron, pensé que tal vez pudo haberse agobiado con tanta gente nueva a la que alguna vez solía conocer y que tal vez querría hablar con alguien de ello..

—¿Tú también te agobiaste con tanta información nueva?

—Si, un poco...

Valka sonrió de manera cálida.

—En realidad yo también... Hace mucho no tenía contacto humano y menos con mi esposo... Creí que nunca volvería a verle

—Entiendo, es bastante que procesar

—Si... Aunque hay algo que no me termina de cuadrar

—¿El qué?

—Estoico me sigue amando después de tanto tiempo, a pesar de que le dejé solo con nuestro hijo y de que después te recogió a ti... Él no está enojado conmigo, pero siento que muy en el fondo debería estarlo. Al final, perdió tiempo esperandome, tiempo que pudo usar para conocer a otra mujer o para lo que él quisiera, no lo aprovechó por serle fiel a una Valka que estaba supuestamente muerta...

Te quedaste en silencio unos minutos, esos pensamientos también se te cruzaban todo el tiempo, pero nunca esperaste que se le cruzaran a una persona bastante mayor que tú.

—¿Puedo darle mi humilde opinión?, ¿o mejor me quedo callado?

—Habla, cielo

Pensaste unos momentos qué ibas a decir, querías decir algo que fuera a calmar la mente de tu suegra, no algo que la alterara más.

—Salir con Hipo ha sido una experiencia muy... Curiosa e intensa, pero aprendí algo con él

Valka dirigió su atención a ti, expectante por lo que ibas a decir.

—Una de esas cosas es que, no importa cuánto o cuántas veces la gente se hiera la una a la otra, amar a alguien nunca es un desperdicio de tiempo.