➴ Tenías que ser tú ➶

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[💎✨] Ya se nos van a acabar los dragones gente, disfruten a Bella pq solo nos dura 3 capítulos a lo mucho..

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Grimmel observaba como peleaban contra sus hombres, con una mirada seria y llena de odio.

—Ellos creen que tener a esa Behari monstruosa que ignora a los alfa es una ventaja... Pero es lo que les va a llevar a la perdición, sobre todo a ti—pensó mientras dirigía su mirada hacia ti—cuando mueras, Hipo va a quedar tan aturdido por haber perdido a su pilar emocional que no me será difícil matarlo y después matar a su furia nocturna.
Y ese Behari monstruosa negro no podrá hacer nada para ayudarles

Disparabas flechas hacia todos los que se te acercaban, la mayoría de esas flechas estaban causando muertes.
Quedaste espalda a espalda con Patapez.

—¡E-Estás matando a gente!

—Ya lo sé—afirmaste tensando el arco, a punto de disparar otra flecha.

—¿¡Tan buena suerte para matar tienes!?

—¿Quién te asegura que no estoy tirando a matar?

—¿¡AH!?

Patapez pudo escuchar un grito ahogado, cuando se dio la vuelta pudo ver a un hombre caer al suelo, en su boca tenía incrustada tu flecha y un charco de sangre se formaba bajo su cuerpo.

—¿¡Estás tirando a matar!?

—Si, ¿por?

Patapez no pudo decir nada más porque lo empujaste para tirarlo al suelo y salvarlo de un hombre que lo iba a atacar por la espalda.
Estabas en una situación difícil, no podías usar el arco así que con tu mano lanzaste una flecha hacia el hombre que pocos segundos después cayó muerto.

Te levantaste para seguir con lo tuyo, Grimmel se mantenía expectante.

—Eres bueno con el arco, joven... Tienes más madera de jefe que ese tal Hipo, si tan solo no fueras tan sensible... Veamos qué haces cuando se te acaben las flechas

Alguien te iba a atacar por la espalda, pero recibió un golpe de agua hirviendo que lo hizo tirarse al suelo y comenzar a gritar y agonizar de dolor. Al levantar la mirada pudiste ver a Bella que te había salvado... Otra vez.

—Gracias amiga, no sé qué haría sin ti

La dragona volvió a sumergirse al mar para tomar más agua. Mientras tanto, seguías matando gente a diestra y siniestra llegando al punto en que la mayoría de cazadores te estaban evitando para tratar de no morirse.

Tenías un tiro completamente libre, Grimmel te observaba de manera retorcida pero estaba desprotegido y ningún hombre te estaba molestando en ese momento... Era tuyo.

Tensaste el arco, amenazando con lanzar flechas hacia él y acabar con todo.

Hasta que viste de reojo como una red de cadenas era lanzada al mar. La red capturó algo pero se mantuvo adentro del agua en todo momento.

Bella...

—¡ERET!—gritaste llamando la atención del mencionado.

—¿¡Qué!?

—¡Sostén esto!—ordenaste entregándole las flechas y el arco.

—¿Eh?... No, no, ¡________, espera!

No dudaste ni un segundo en correr hacia la borda y saltar hacia el mar, cuando Grimmel vio esta acción hizo una seña con su mano para informarles a sus centinelas.