Alfonso chilló de manera dolorosa, su muñeca se había roto por lo que su carrera militar probablemente acabase ahí. Los demás hombres miraron asustado a Felipe, le había roto la muñeca sin vacilar, como si fuese una ramita. El pelirrojo soltó el brazo de Alfonso este se la llevó a su pecho agarrándola fuertemente, lágrimas de dolor se escapaban de sus ojos mientras su cuerpo temblaba de dolor y rabia.
-¡¿A qué esperáis?!- Gritó con ira- ¡Matad a ese desgraciado!
Tras el grito los demás hombres reaccionaron, sus rostros asombrados pasaron a uno de furia, sus cuerpos se irguieron para parecer más altos y sus manos fueron a las roperas de su cadera. Los hombres borrachos que no paraban de reír hacía unos minutos se habían transformado en hombres de guerra. Desenvainaron su espada rápidamente y apuntaron con ella a Felipe, este retrocedió de manera instantánea con la guardia en alto. Miró por su alrededor, buscando un hueco por donde huir pero estaba completamente rodeado. Felipe retrocedió un poco más y sintió chocar con alguien, rápidamente llevó su mano a la empuñadura de su espada para que, de un rápido movimiento, agarrarla y desenvainar tan rápido que con el pomo de su espada le diese un fuerte golpe en las costillas de su contrincante.
Felipe ya la había desenvainado y su mano se movía rápido para golpear a la persona de detrás.
-Gracias...
Felipe se contuvo, sintiendo como el pomo de su espada por poco y golpea a la joven nativa que se ocultaba en su espalda aferrándose a la blusa de Felipe. El pelirrojo la miró levemente por el rabillo del ojo, pero ella era más pequeña que él por lo que estaba bien oculta tras su espalda al punto que ni él mismo la podía ver. Felipe soltó el aire de sus pulmones y volvió a fijarse en los hombres frente a él dispuesto matarlos.
-Dámelas... cuando salgamos vivos de esta.- susurro poniendo su cuerpo en guardia.- Ahora, suéltame... no podré pelear contigo en mi espalda.
Nada más decir eso sintió como el agarre de la nativa se volvía titubeante, poco a poco lo soltaba pero parecía que era incapaz de hacerlo. Un hombre aprovechó y se abalanzó contra Felipe, en un acto reflejo, Felipe lo esquivo pero por el agarre de la nativa no pudo hacerlo bien y la espada le arañó el brazo. Felipe gruñó de dolor y retrocedió lo mejor que pudo.
-¡Maldita sea... suéltame o moriremos!-grito molesto.
La mujer lo soltó rápidamente , a tiempo para que Felipe pudiese defenderse del segundo ataque, bloqueo la estocada de su contrincante y de un movimiento de espada dio una estocada que atravesó el hombro del hombre y lo obligó a soltar su espada, en cuanto el hombre gritó de dolor, Felipe le dio un puñetazo tumbandole en el suelo.
-Agarra su espada y tirala al fuego- ordenó mirando a la nativa.
La niña reaccionó rápidamente y agarrando la espada del hombre la tiró a la chimenea con la empuñadura dentro de las ascuas para que no lo agarrara de vuelta.
Dos hombres más corrieron hacia Felipe y agitaron sus espadas dando estocadas y tajos como locos. Felipe esquivaba y se defendía lo mejor que podía, pero no era suficiente, su cuerpo estaba lleno de rasguños y estaba empezando a cansarse. Alfonso estaba de pie agarrándose la muñeca, en un movimiento inesperado, corrió hacia Felipe y le dio un puñetazo en la cara. La sangre del pelirrojo salpicó la pared mientras caía al suelo. La nativa gritó asustada y vio como Alfonso y los demás empezaron a pisotearlo, dándole patadas en todas las partes de su cuerpo mientras el hombre intentaba cubrirse lo mejor que podía. Alfonso caminó hasta ponerse al lado de la cabeza de Felipe y levantó la pierna dándole un pistón. La joven volvió a gritar mientras Alfonso reía.
-Vamos... levántate, ya no eres tan duro ¿no?- decía Alonso riéndose y dándole patadas a la cabeza de Felipe- Vamos...querías quitarme a mi mujer, sucio bastardo. Te crees un caballero pero solo eres un asqueroso gusano.
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Secretos del pasado
FanfictionHace muchos siglos atrás... un continente, que como por arte de magia, había aparecido entre las olas del viejo mundo. Nuevas plantas y animales se presentaban ante millones de personas y con ellos, nuevos humanos. Los españoles habían conquistado...