Olrox recorría el campo en su forma de neblina. A su lado su compañero le seguía el paso de la misma manera. Ambos parecían serpientes negras reptando de manera humeante sobre el pasto. Volaron bastante lejos, hasta que su compañero volvió a su forma humana sobre una enorme roca dio un par de pasos y se puso de cuclillas, mientras Olrox le contemplaba desde abajo retomando su forma humana. Los ojos de Olrox centelleaban en la noche, sus ojos verdes miraba los ojos dorados de su compañero, este le devolvió la mirada con rostro serio.
-Ocelotl...-susurro mirando a su compañero de manera sería.
-Olrox- dijo devolviendo el saludo de manera serena y sin apartar su mirada.
-¿Qué quieres? Sabes que no me gusta que me irrumpa la cacería- Olrox se removió un poco en el sitio, aunque su actuar era sereno y tranquilo, su voz mostraba un poco de enojo ante la interrupción de su juego.- Tenía una presa bastante interesante.
Ocelotl sonrió de medio lado de manera burlona.
-Ya me he dado cuenta... Bonita marca, por cierto- dijo señalando su propia sien.
Olrox gruño molesto tocando esa parte de su rostro notando la marca de la cruz. Su piel estaba áspera, sentía arrugas en ella como si lo hubiesen marcado a fuego.
-¿Ese español te hizo eso?-preguntó burlón al ver la reacción de Olrox- Vaya... Parece ser que no eres tan fuerte, Olrox
Olrox dio un fuerte y rápido salto cayendo sobre Ocelotl agarrándole del cuello fuertemente contra la fría y dura roca.
-Repite eso si te atreves, Ocelotl- susurro de manera amenazante, sus ojos brillaban peligrosamente apretando más el agarre casi clavando sus uñas en el cuello del hombre. Ocelotl soltó un gemido mientras sus uñas se clavan en la muñeca de Olrox buscando la liberación- Nadie... Es más fuerte que yo- susurro mirándolo a los ojos- Soy, uno de los mayores guerreros mexicas, soy un guerrero cuachicqueh. He estado cazando y persiguiendo a esos españoles mientras tú y Cautli no habéis salido de Tenochtitlán. He cazado a cada uno, he aprendido su idioma, su manera de caminar, comer, reír y rezar. No hay nada de ellos que yo no sepa. No hay nada que ellos no puedan hacer para protegerse de mí o dañarme. Una simple marca, una suerte inesperada no demuestra nada, Ocelotl.
Ocelotl se removía bajo el agarre de Olrox, le miraba con desprecio mientras sus uñas se clavaban y arañaba la piel del brazo del contrario.
-Eres el hijo de Itzmin...-susurro entre dientes mirando molesto al ojiverde- Solo eso
Olrox apretó su mandíbula y de un movimiento levantó del cuello a Ocelotl y lo estrelló contra la piedra rompiendo la en fragmentos. Olrox soltó el cuello de su compañero y caminaba enojado, como un jaguar enjaulado, cerca de las piedras.
Ocelotl tosía y se levantaba tambaleante de entre las piedras mirando con furia a Olrox. Este se detuvo y le devolvía la mirada su cuerpo se tensó, en su cuello se notaba las venas palpitar y su mandíbula apretó tanto que se podía escuchar sus dientes rechinar, sus manos se volvieron puños y sus ojos no se apartaban ni por un segundo de Ocelotl.
-¿Eso es todo?- dijo Ocelotl con una sonrisa. Olrox hizo un movimiento para acercarse pero antes de terminar el primer paso Ocelotl continuo- Ya no eres más un guerrero cuachicqueh, no eres el único tocado por el Mictlán, yo también fui escogido y no necesite a mi padre para ello. Deja de mirarnos por encima del hombro, Olrox. Ya no eres tan especial.
Olrox se acercó a él con paso firme y fuerte. Su trenza se balanceaba a cada paso, su ceño se frunció aún más y su mano se abría dispuesto a atacar a Ocelotl, su mano se tiñó de rojo por las heridas que este le había provocado anteriormente en el agarre. Ocelotl lo miraba desafiante esperando el ataque pero antes de que la pelea empezará otra neblina se puso entre ambos deteniéndolos en ese momento. Ambos miraban la neblina moverse por el viento hasta que la figura de un tercero surgió con los brazos cruzados y ceño fruncido miraba a ambos hombres.
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Secretos del pasado
FanfictionHace muchos siglos atrás... un continente, que como por arte de magia, había aparecido entre las olas del viejo mundo. Nuevas plantas y animales se presentaban ante millones de personas y con ellos, nuevos humanos. Los españoles habían conquistado...