-Bien... Tenemos que salir de aquí sin ser vistos o como mínimo que nadie nos reconozca- susurro Luis mirando por los alrededores.
Felipe ocultaba el cuerpo del soldado tirándole el heno por encima procurando que no se notase o se pudiese ver. Luis caminaba por alrededor buscando desesperadamente algo. Su mirada recorrió toda la estancia hasta ver una puerta a lo lejos y lo que parecía una manta colgada en el interior de un habitáculo. A paso ligero se dirigió a la habitación, allí pudo ver con la poca luz que entraba un montón de mantas colgadas o dobladas a agarrar una noto que era una túnica de los frailes.
-Premio- susurro mientras agarraba otro y volvía junto a Felipe- Ten- dijo lanzándole la túnica- Ponte esto.
Felipe desdobló la túnica y la sacudió un poco, por suerte era ancha y pudo ponerla sobre la ropa, aunque antes tuvo que recolocar su espada para que no lo molestara y que la empuñadura acabase escondida en los pliegues de la ropa.
-Bien... ¿Alguna idea?- preguntó Luis terminando de acomodar la túnica
-Ponernos la capucha y salir en silencio, junta tus manos como si estuvieras rezando y no levantes la mirada, alejémonos de los frailes son los que más probablemente nos reconozcan.
-Parece que no es la primera vez haciendo esto
-Tampoco hay que ser muy listo para saber esto.- Felipe se ataba bien el pelo para que ningún mechón saliera, un fraile pelirrojo no era difícil de reconocer- Y no... no es mi primera vez haciendo algo como esto.
-Impresionante- respondió con una sonrisa ladina- Eres una caja de misterios, amigo mío. Me pregunto qué más secretos tienes, pero... eso no responde a mi pregunta. ¿Tienes alguna idea de a donde tenemos que ir? Sería muy sospechoso ver a dos frailes dando vueltas casi desorientado en su propia casa.
Felipe suspira y guarda silencio.
-No tienes ni puta idea, ¿verdad?
-Nunca he tratado ilegalmente con esclavos, perdón por no saber como lo hacen- respondió molesto.
-¿Nunca has tenido que desmantelar una red ilegal de esclavos?
-No- dijo intentando no gritar- Batallas y escoltar, poco más, las cosas de este estilo las llevan otros. ¿Acaso tú sí sabes?- preguntó intentando no perder la calma.
Luis guardó silencio por unos momentos hasta que suspiró derrotado.
-Por suerte o por desgracia... sí, sí sé- respondió ya completamente vestido y con la capucha puesta.
-¿Cómo...?- susurro asombrado.
-Mi familia...- susurro con algo de molestia en su voz- Te lo he dicho, ¿no? Son antiguos hidalgos, deseosos de riquezas... y para obtenerla no siempre lo hacen por el camino legal. Los indios, estaban en el patio, pero no se ve cobertizos ni nada por el alrededor donde pudiesen vivir, lo cual es extraño y viendo la topografía de la colina... es bastante inclinada por lo que dudo que las casas estén situadas tras el edificio principal, además sería peligroso, hay varios árboles y con la maleza podrían escapar.
Felipe permanecía en silencio escuchando atentamente las palabras de Luis, el rubio sonaba seguro en sus afirmaciones, por lo que no dudaba de lo que estaba diciendo.
-Entonces....¿Dónde están? No pueden aparecer de la nada- pregunto mirando fijamente a Luis.
-Si no es por delante, ni tampoco por detrás, solo quedan dos opciones y este edificio solo tiene una planta...
-El sótano
Luis asintió.
-Ahí no pueden escapar y si tiene una sola salida hace que todo sea más difícil. Y si solo hay una o dos puertas es tan fácil como taparla con un tapiz o mueble.
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Secretos del pasado
Fiksi PenggemarHace muchos siglos atrás... un continente, que como por arte de magia, había aparecido entre las olas del viejo mundo. Nuevas plantas y animales se presentaban ante millones de personas y con ellos, nuevos humanos. Los españoles habían conquistado...