DON'T DESERVE YOU | Neteyam fic, Avatar

#37 "La nueva Era"

Neteyam se aferraba a mi mano de manera incosciente, pero, incluso así cuadaba no lastimarme los dedos entrelazados en los suyos. Ambos observábamos la desgarradora escena frente a nosotros, las palabras no serían suficientes para calmar a los Na'vi del clan Tawkami, aún peor, la Princesa Malka'it estaba inconsolable, las lágrimas le brotaban como flores a la par que su voz se quebraba luego de haber gritado tanto el nombre de su padre. 

Lo único que podía hacer era bajar la cabeza y escuchar los lamentos, algunos gritaban <<Eywa nos ha abandonado>>, mientras que otros clamaban el nombre de la Princesa Tawkami, buscando refugio en su Princesa.

Jake Sully y Neytiri no han tardado en aparecer, junto con Lo'ak y spider, quienes dejaban notar su asombro ante el desastre a nuestro al rededor. Entonces Neteyam liberó mi mano y caminó hacia el Líder de los Omatikaya a pasos apresurados. 

—Padre. —Hizo el saludo Na'vi de forma apresurada.

—¿Qué ha pasado aquí?

—Fueron las personas del cielo —Kiri habló—, aparecieron de entre las nubes y atacaron a nuestros hermanos, sin piedad.

Kiri sentía tanto al mismo tiempo que apenas podía hablar, tenía la voz rota. Su madre intentó calmarla acariciando sus calientes mejillas. 

Jake Sully se acercó a Malka'it y ubicó una mano en sus débiles hombros, le dijo unas palabras inentendibles debido al bullicio, pero lo que sea que haya dicho, hizo que la actitud de la Princesa haya cambiado en un segundo. Su espalda se enderezó, y se levantó del suelo, no sin antes besar la frente de su padre por última vez. 

Por un momento sentí que el tiempo se detuvo, que todo iba en cámara lenta, tanto sufrimiento provocado por mi gente, y aunque esta no es la primera vez para los Na'vi. Lo fue para mí. Me sentía responsable. Sentía que era parte de esto.

Afortunadamente abandonamos la zona minutos después, monté a Duna, y junto a Neteyam, partimos hacia el clan Omatikaya, por supuesto, esto era el comienzo de algo. 

Jake Sully estaba reunido con Neteyam, Neytiri y la Tsahik del clan, esperaba pacientemente sentada al rededor de una fogata, por primera vez este silencio me agobiaba demasiado. No muy lejos de mí aparecieron los tórtolos, Kiri y Spider, también aguardaban por Jake Sully y los demás. Estaba dispuesta a acercarme, pero dos Na'vi bloquearon mi camino bruscamente. 

Crucé miradas, podía sentir el desprecio en sus ojos desde las alturas, y con justa razón.  

—No mereces estar aquí —dijo una de ellas en su idioma—, ¿Has venido a matarnos?

Las Na'vi dieron un paso adelante, obligándome a retroceder. Sentía un nudo en la garganta tal que me obligué a tragar saliva. Estaba tan distraída que no sentí el cálido fuego detrás de mí, a punto de tocar mi ropa. 

Y como una ráfaga de viento, Malka'it intervino justo a tiempo, y con una mano extendida hizo retroceder a las Na'vi, quienes bajaron la mirada avergonzadas, seguido de salir de la escena en un santiamén.

La cola de Malka'it estaba inquieta, sus orejas aún caídas, y los suspiros pesados que liberaba expresaban su melancolía. 

—Malka'it, yo...

—¿Estás bien? —Volteó a observarme por encima de sus hombros—. Yo, no deseo más pelea, Soe la humana. 

—Ellas tienen razón, no merezco estar aquí, soy uno de ellos, los que mataron a tu padre. 

Malka'it me escuchaba en silencio, sus ojos cansados bajaron lentamente, sumida en sus pensamientos. 

—Tú no mataste a mi padre. —dijo con una voz áspera.