Descendí en los brazos de Neteyam, pisar tierra firme me devolvía a la realidad, y de cierta forma rebobinar la respuesta de Neteyam una y otra vez. Porque tenía razón, en este mundo de gigantes uno puede sentirse solo, pero la soledad a sido mi amiga desde siempre.
Neteyam no disimulaba ni un poco, parece haberle afectado más que a mí... Se ha hecho un hábito el tomarle la mano cuando su mirada se apaga, aunque no esté acostumbrada a hacerlo. Lo cierto es que con Neteyam bajo la guardia, no porque sea mi amigo, es su sonrisa gentil, su mirada sin prejuicios, cuando conoces a alguien tan sincero, después de haber vivido rodeada de abusadores, puedes descansar tu mente y respirar con libertad.
—Bueno, tu deducción es correcta —Incliné la cabeza hacia un lado, mientras Neteyam se sentaba a orillas del arroyo.
Me acomodé a su lado cruzando las piernas mientras admirábamos las aguas, su silencio me preocupaba...
—Yo también me siento solo —Rompió el silencio—. Se siente bien decirlo, temo ser llamado ingrato cuando lo pienso.
Parecía tener demasiado peso en su cuerpo, se apoyó en sus manos mientras observaba el cielo despejado.
—Tengo una familia. Crecí inundado hasta el cuello de amor... Sin embargo, me siento débil —Su respiración era más pesada, incluso ahora estaba reteniendo sus emociones—... Soy débil cuando fallo en las misiones que mi padre deja en mis manos. Débil cuando esperan mucho de mí, el hijo mayor de Toruk Makto. Débil, porque aveces solo quiero recostarme bajo un árbol junto a Duna.
Contenía su pesar rascándose la nariz, pero su mirada seguía perdida.
—Me siento débil cuando pienso que podría pasarte algo durante nuestros viajes —Su mirada se posó en la mía, sus ojos brillaban por las lágrimas acumuladas—. Espero no decepcionarte algún día, Soe Springs. Contigo me siento libre, contigo soy solo Neteyam. Me haces sentir con un corazón fuerte.
Me limitaba a escuchar, y malcedir a mí persona, por no poder hacer más por este Na'vi, que me abrió las puertas de su alma, de cierta forma me sentía especial... y esa sensación me preocupaba.
—No podrías decepcionarme, ni en un millón de años. Y aunque lo hicieras no podría odiarte por ello —Mis dedos raspaban la arena bajo mis manos—...
Neteyam no apartaba su mirada, y tampoco quería que lo hiciera. Mi cuerpo se movió ligeramente con la intención de abrazarlo, aunque el movimiento fue inconsciente, yo misma retengo esa acción. Aunque sólo la retuve por unos segundos porque nuestros cuerpos se movieron al unísono unos instantes después. Neteyam buscó mi abrazo, hundiendo su cabeza en mi cuello como pudo, mientras que yo me aferraba a su enorme espalda con mis dedos enredados en sus trenzas perfectas.
Mi corazón quemaba como una llama. Tal vez era el cálido cuerpo de Neteyam el que hacía de este abrazo el mejor que tenido en mi corta vida, que simplemente era imposible despegarme de él. Podía sentir la ténue respiración en mi hombro, en verdad parecía calmarse entre mis brazos.
. . .
El tributo de ayer terminó un poco despúes de que el sol se escondiera, aunque la mayor parte del tiempo estuve con Neteyam, el Doctor Norm no tardó en encontrarme para volver juntos a la base.
Hoy es mi cumpleaños, y no, no estoy emocionada... en realidad esta fecha no me provoca nada, es solo otro día más en Pandora. Y es por eso que nadie lo sabe, siquiera Neteyam. Pero no me sorprende que el Doctor Collins me haya enviado sus felicitaciones, él lo descubrió accidentalmente cuando me contrató hace ocho años.
Pero no conforme con desearme un buen día, prácticamente me exigió que volviera a la base esta tarde, que mis días confinada en la base de los aliados había terminado. Cuando recibí el mensaje fruncí el ceño al instante, no era propio del Doctor Collins esa actitud de mandón.
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DON'T DESERVE YOU | Neteyam fic, Avatar
Fanfic«¿Realmente no te das cuenta? Aún vives con el miedo de no pertenecer a este mundo, pero eres muy egoísta. Lo cierto es que yo te pertenezco, mi cuerpo y mi alma son tuyos, déjame contemplar tus ojos, déjame estar cerca tuyo, porque sino, siento que...