🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 ℭ𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬 🖕

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"Park YajaTzaelly, tres añitos de vida"

— ¡YajaTzael, ve por tu maldito juguete!

— ¡No le grites a mi hijo!

— ¡Tú te callas!

JimDae, en medio de lágrimas por la fuerte discusión que sus papás estaban teniendo, sacó el celular para tomarle una foto a su hermanito porque, aunque el dulce susodicho estuviera llorando por los gritos, se veía jodidamente tierno.

Incluso si estaba así de llorón, le tomó una foto y luego la observó con una sonrisa.

— ¡Tú no te vas a llevar a mi hijo, ¿escuchaste, Yael?!

— ¡¿Ahora sí es tu hijo?! — Yael masculló — ¡Porque cuando te ibas a revolcar con tu amante, ni siquiera te acordabas de él!

— ¡A mí me respetas!

— ¡Papá!

JimDae sollozó cuando miró cómo su mamá le daba una bofetada cargada de cólera, eso hizo que YajaTzael llorara más que asustado, pues no entendía el porqué de los gritos.

— ¡No es como si tú no te hayas revolcado con alguna zorra!

— ¡Fíjate que no! ¡Te he sido fiel porque estaba enamorado de ti! — Aclaró — ¡¿Es que a caso no era mal fácil decirme la verdad?!

Ella intentó ignorarlo por completo, ya deseaba irse de ahí para no tener que lidiar con él, por lo que se acercó a YajaTzael para intentar cargarlo y ya irse, pero su hijo sólo corrió entre llanto directo a su papá.

— Te dejé pasar que me pusieras los cuernos porque no quería que YajaTzael creciera con padres separados, pero todo tiene un límite — Espetó Yael — Solo alguien demasiado cínico como tú lleva a su amante a la casa en donde viven sus hijos.

— Yo solo tengo un hijo.

— JimDae tampoco te necesita, imbécil — Gruñó — Y YajaTzael tampoco.

— ¡Tú no te lo vas a llevar, no tienes el derecho!

— ¡¿Pero tú sí tienes el derecho de ponerme los cuernos y encima de eso, traer a tu amante aquí?! — Espetó — ¡No seas descarada! ¡No te divorciaste de mí porque mi dinero te convenía! ¡Claro, como ese idiota es drogadicto!

— ¡Papá, ya basta! ¡Asustan a YajaTzaelly!

Carajo.

Por todos los medios, intentó calmarse y calmar a YajaTzael, pero éste estaba tan asustado por los gritos.

— Veremos qué piensa un juez sobre esto, Yael.

— ¿Te quieres ir a lo legal? — Inquirió — Hazlo, pero dudo mucho que un juez le dé la custodia a alguien que está con un drogadicto.

Decidido a terminar con esa discusión, cogió el bolso que contenía la ropa de YajaTzael para ponérselo en el hombro.

— Y ni creas que tendrás algo de lo mío cuando nos divorciemos — Aclaró — Púdrete, maldita perra.

Tras cargar mejor a YajaTzael, tomó la mano de JimDae para llevárselos de ahí, porque ninguno de ellos dos iba a rogar el amor que él solo les podía dar.

— Papá... ¿estás llorando?

Maldición.

Tras salir de la casa, él se limpió las lágrimas de coraje que habían salido sin su permiso y, mientras sacaba las llaves del coche, JimDae lo miró entre triste y nostálgico.

Sabía que no solo eran lágrimas de cólera, sino que también eran de decepción y de un corazón roto.

— Vamos, Jim, sube — Pidió — ¿Quieren ir a cenar?

Cuando le abrochó el cinturón de seguridad a YajaTzael, quien estaba en su asiento especial, hizo lo mismo con JimDae y después dejó un beso en la frente de los dos.

— Papá.

— ¿Qué pasó, Jim?

— Mientras YajaTzaelly y yo te amemos, tú no necesitas a nadie más.

Definitivamente, él sonrió por lo bonitos que sus hijos podían llegar a ser.

Ellos solo eran su vida.


































𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora