🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔇𝔬𝔰 🖕

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" Park YaZaelly, un añito de joder la vida de Park YajaTzaelly "

— Nunca me había sentido tan emocionado como ahora, pero ni cuando lancé a YoonGi del segundo piso.

YajaTzael se carcajeó con unas ganas tremendas, aplaudió emocionado cuando dejó al bebé en el piso. Corrió luego hacia el otro extremo de la sala y entre las mismas risas se sentó, pues estaba listo de enseñarle a caminar para que ya aprendiera a lo fea que era la vida.

— ¿Estás listo, campeón? Ven aquí, ven con papá.

Sonriendo le hizo unas señas a su hijo para que se pusiera de pie y caminara hacia él, pero ese niñato estúpido era sordo o solo no le quería hacer caso. La verdad es que la segunda era más creíble y no podía esperar mucho de ese bebé cuando era su hijo, así que no se iba a sentir ofendido.

— Ven aquí, bebé. Ven con papá, anda, ven. Que vengas, estúpido, ¿no estás escuchando? — Regañó — Ven aquí, pedazo de... mira a este hijo de puta, tan desobediente.

Ahora sí, indignado miró cómo YaZaelly se distraía jugando con los juguetes que él había olvidado recoger. Suspirando se pasó las manos por su perfecta y escultural cara, así podría tener un poco de paciencia para seguir alentando a ese burro.

— Oye, tú, estúpido cara bonita, ven aquí antes de que yo vaya a ti y te amarre al poste como la otra vez — Amenazó — Mira que me lloraste para que te soltara, pendejo de mierda. Ven aquí en uno, dos... así me gusta.

Sí.

A veces era necesario manipular y amenazar a los hijos para que los malditos hicieran caso, porque salían masoquistas y entendían solo cuando le hablaban feo. YaZaelly tenía un añito se vida, pero ya la atesoraba demasiado como para permitir que él se la quitara en un segundo por no hacerle caso.

Era un bebé, pero entendía la gran diferencia que había entre él y su papi gatito, pues éste era más cariñoso y tierno, él era más brusco y animal, así que sabía que cuando se quedaba con él, debía hacerle caso en todo si no quería que lo castigara quitándole sus juguetes.

Con mal equilibrio en sus piernas logró ponerse de pie, no iba a negar que se cayó como dos veces, pero al final consiguió mantener sus piernitas firmes. Tal cosa lo llevó a reírse porque veía todo tan pequeño estando de pie que hasta llegó a aplaudir de la emoción.

— Ven aquí, campeón. Ven con papá, hijo de tu puta madre.

Él miró a su papá y sonrió por lo lindo que era cuando le hablaba así de tierno, aunque prefería más cuando le hablaba su papi gatito. Ahora no era el momento para eso, mejor decidió intentar caminar hacia YajaTzael como tanto se lo pedía, incluso si no sabía cómo se controlaban las piernas.

— Eso es, sigue así, engendro. Me siento orgulloso.

YajaTzael se secó la falsa lágrima por ver que se estaba acercando. Más allá de orgullo, la verdad es que se sentía indignado de que no se estuviera cayendo cuando era la primera vez que caminaba solito, lo hacía pensar que eran cosas que indignaban.

— Esto no es justo, ¿sabes?

El bebé llegó hacia él entre risas, incluso se quedó de pie frente a él como mostrándole que no era tan pendejo como él aseguraba. El caso es que un buen padre le enseñaba a su hijo lo duro que era la vida desde pequeño, así que sin culpas le dio un pequeño empujón para que cayera al piso.

— Son los golpes de la vida, niño. Uno será más duro que el otro y vas a rodar, rodar.

Tal vez era un padre muy exigente, pero simplemente le estaba dando el ejemplo a su hijo, el mismo ejemplo que su papá le dio a él cuando tenía esa edad y lo que le hizo fue hacerlo rodar para que aprendiera a levantarse mareado y golpeado, pero fuerte.

— Si alguna vez tu novia te pregunta a quién le diste tu primer beso, dile que el piso sabe a madera...

— ¡Park YajaTzael, ¿qué le estás haciendo a nuestro hijo?!

— Nada.

Enseguida agarró a YaZaelly del mameluco y lo levantó como una mano, como si fuera un muñeco viejo o un saco de papas. Le sonrió al gatito bonito que tenía como esposo para que no lo regañara por tratar mal al bebé cuando solo estaba pasando un momento padre a hijo que quedaría en su memoria para siempre.

— ¡Esta no es la forma de tratar a un bebé  bestia!

— Oye, no lo llames así, es un niño todavía.

— ¡Te lo digo a ti, bestia!

— Ah.

— ¡No puedes hacerle eso...!

— Ya sabe caminar.

— ¿En serio? Aww.

Era una buena forma de librarse de los regaños, la gente debía aprender.





















𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora