🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 ℭ𝔲𝔞𝔯𝔢𝔫𝔱𝔞 𝔶 𝔬𝔠𝔥𝔬 🖕

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" Park YajaTzaelly, treinta añitos de vida "

— Vamos a hablar de hombre a hombre.

— ¿Es que eres hombre?

YoonGi resopló ante el comentario de YajaTzael, se sentó frente a él porque debía plantearle un tema muy delicado e importante. Ahora bien, YajaTzael no estaba de buen humor, amaneció de luna, así que le estrelló el tocino en la cara porque odiaba verlo.

— No me gustan las chicas.

— Ajá, ¿y eso en qué me afecta?

— Que me gusta JiMin, duh.

El mayor lo miró serio, neutro, entonces él no supo qué hacer ahora que había soltado tremenda bomba así, sin filtro. Sólo necesitaba decirlo desde ya, aunque eso fuera muy obvio porque se notaba que sus babas eran por JiMin, es que el condenado era tan bonito.

— No pierdas tu asqueroso tiempo, tú, cloro vencido. JiMin se hará monje — Informó el mayor — Así que bájate de esa nube en donde sueñas que yo te dejaré que te acerques a mi chaparrito bonito cosito precioso.

— Es que no te estoy pidiendo permiso, te estoy informando, tú, ser de extraña procedencia.

Él observó a YoonGi por tan solo dos segundos, luego de ello le dejó caer la mano en la mejilla por atrevido. YoonGi entonces miró el piso porque esa cachetada como que le estaba reiniciando el sistema tan poderosamente.

— Primero te corto la cabeza antes de dejar que tengas algo con mi bebé.

— Yo puedo hacer que mi tío se aleje de ti en un abrir y cerrar de ojos.

— Me vale.

— ¡Solo entiende que JiMin pronto será mi novio!

— Pobrecito, juras.

— Uh... papi, de cierta forma es cierto, pero no te enojes.

Carajo.

YajaTzael escupió el trago de café, directamente a YoonGi solo porque sí. Miró a JiMin mientras entraba en un infarto, ese chaparrito solo le sonrió y le tomó la mano porque ya era hora de hablar de lo que él ya sabía, pero que no aceptaba.

— Es que a mí me... me gusta...

— ¡No oigo, no oigo, soy de palo y tengo orejas de pescado!

— ¡Papi!

— No escuché. Lamentablemente me quedé sordo, tendré que ir al médico.

— ¡Papi, ya!

— Con su permiso, iré a... meter la cabeza en la tierra.

— Pero papi.

— Qué terrible es estar sordo, no escucho una verga.

JiMin lo miró con esos ojitos de cachorrito regañado, con un pucherito y con ganas de llorar por no dejarlo hablar. Él, por su parte, se puso de pie para salir de la cocina a cuestionarse por qué existe, mas Zael cogió su mano y lo obligó a que se regresara con los chicos.

Refunfuñando se sentó de nuevo, se cruzó de brazos y de mala gana miró la sonrisa burlona que YoonGi tenía plasmada en su insípida cara. Zael se sentó a su lado para que no se le escapara y JiMin lo abrazó para suplicarle que lo escuchara.

— Papi, ¿me das permiso de tener no...?

— No.

— Pero...

— No.

— ¿Al menos me das la...?

— No.

— Pero...

— No.

El menor miró a Zael con los ojitos cristalizados porque era difícil hablar con un hombre tan cerrado y complicado como YajaTzael. YoonGi lo tomó de la manita para darle paciencia, pero eso no duró porque ese hombre les dio un manotazo por andar de atrevidos.

— Es que Yoonie me gus...

— No. No te gusta.

— Y quiero ser...

— No. No quieres.

— Y poder...

— No. No puedes.

— Ya, YajaTzaelly, déjalo hablar.

— No. No lo dejo.

— Hyung...

— Tú cállate.

— Pero...

— Que te calles.

— ¡Park YajaTzael, ya! ¡Estaré con YoonGi-Hyung quieras o no!

Caray.

Tras el grito enfurecido de JiMin, ese par de gatitos se vio entre sí y pensaron que ahora sí se iba a armar, porque si había algo que le molestaba a YajaTzael, era que JiMin se portara así de malcriado con él y que no entendiera que no era no.

— A mí no...

— ¡Solo quiero que me des el permiso!

— ¡¿Qué edad tienes?! ¡Apenas estás creciendo y ya estás pensando en tener novio!

— ¡Pero es que ese no es tu problema! ¡Tú no no eres mi papá!

YajaTzael golpeó la mesa con la mano, hizo que JiMin se sobresaltara por eso. Enojado lo miró no solo por la falta de respeto de alzarle la voz y responderle, sino también porque dijo cosas que no tenían validez alguna. Tal vez no era su papá biológico, pero hubiera amado serlo.

— Tienes razón, no soy tu papá. Solo soy tu tío, un estúpido tío que se enamoró de ti desde que te vio por primera vez y que desde entonces te amó como su hijo — Informó — Un tío que se le arrodilló a su hermano y le lloró porque le diera la custodia de su sobrino, para tenerlo con él en su vida, en sus planes.

Dios.

Zael se sintió mal, YoonGi igual la verdad. JiMin bajó la mirada hacia el piso y él se limpió rápidamente el par de lágrimas que se le escaparon por la decepción, el enojo y la tristeza de saber que, no importa cuánto ha hecho, JiMin no lo veía como un papá.

— Papi...

— Tío. Soy tu tío, JiMin, no tu papá... tú lo dijiste.

Zael le tomó la mano, le sonrió suave porque sabía que le dolía mucho lo que JiMin le dijo. Era algo que ni siquiera YoonGi podía soportar, por eso fue que salió de la cocina, porque era una conversación que no quería escuchar.

— Si tanto te molesta mi decisión, entonces vete con JimDae y le pides permiso a él porque él sí es tu papá.

Le dio una última mirada a JiMin antes de salir de la cocina para irse a algún lugar en donde pudiera pensar con claridad. No estaba siendo malo en no aceptar esa relación futura, es solo que JiMin seguía siendo un niño todavía y no debía apresurarse en ese tema.

— ¡Bebé! ¡Bebé, hola!

JimDae se le puso en frente con una gran sonrisa que luego se desvaneció al verlo llorar. No sabía lo que pasaba, pero si sabía que necesitaba un abrazo, así que se lo dio.  Lo abrazó como cuando era un niño y necesitaba atención.

— ¿Qué pensarías tú si JiMin te dice que quiere novio?

— Uh, está muy pequeño para eso. Debe pensar en otras cosas primero, ya habrá tiempo para un novio.

— Perfecto. Ve y díselo a él, tal vez te hace caso a ti porque tú eres su papá.

¿Qué?










𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora