𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)

🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔘𝔫𝔬 🖕

" Park YaZaelly, un añito de joder la vida de Park YajaTzaelly "

— Bien. Mi gatito me dijo que debía hacer esto.

YajaTzael apagó la estufa, de la olla sacó la manzana que había puesto a cocer en agua. La dejó en el platito con dibujitos de animales y luego cogió la cuchara especial para bebé, así podía empezar a darle de desayunar a ese engendro de Satán que se hacía llamar su hijo.

— Ven aquí.

Levantó con una mano a YaZaelly para que dejara de jugar con sus juguetes. Lo sentó en esa silla de niños y se sentó frente a él luego para sacar un poco de la manzana cocida con la cuchara. Hizo que el niño abriera la boquita para que comiera algo tan saludable que hasta él tenía ganas de comer.

— Ya tienes un año, campeón. ¿Sabes lo que eso significa?

Soltó una risita antes de besar esas mejillas bonitas que el menor tenía. Le parecía lindo lo curioso que se veía por ver lo que tenía en el plato y en el cómo intentaba quitárselo solo porque quería jugar a tan tempranas horas, pero él no debía darle el plato hasta terminar de darle de comer así como Zael le había pedido.

— Significa que te voy a enseñar a caminar. Te vas a dar uno que otro golpe, hasta es posible que te rajes la cabeza, pero nada que no se cure con alcohol — Asintió — Claro que no es necesario decirle a papi que te caíste porque no recuerdo en dónde dejé la correa. No creo que haya algún accidente cuando soy un excelente padre.

Él volvió a asentir, siguió dándole de comer a su hijo, aunque ya se estaba cansando de hacerlo porque no era un hombre precisamente paciente y eso todo mundo lo sabía. Tarde o temprano le iba a dar el plato para que hasta los ojos comieran, por el momento podía seguir haciéndolo.

— Papi, ya me voy a clases.

— ¿No quieres que te lleve, chaparrito?

— Me iré con Yoonie.

Rodó los ojos ante la mención de ese otro engendro, gruñó y refunfuñó porque odiaba a Min YoonGi con su vida. Claramente, pudo dejar de gruñir cuando JiMin le dio un beso en la mejilla luego de meter a su bolso una manzana para el camino y sonrió también al ver cómo abrazaba a YaZaelly como despedida.

— Esa falda es más corta que mi paciencia. Cámbiatela.

— Papi, me llega un poco arriba de las rodillas.

— Vas con el degenerado de YoonGi, luego te va a andar toqueteando.

— No te preocupes, ya le di ese toqueteo en el baño, suegrito.

Bien.

Muy bien.

Tal parece que el fetiche, fantasía o pasatiempo de YoonGi era torearlo para que se enojara y lo peor de todo es que lo conseguía con tanta facilidad porque su humor era más frágil que un condón ultradelgado, por eso terminó agarrando una de las manzanas que estaban en la mesa para lanzársela a ese estúpido justo en la entrepierna y con una fuerza tan grande que lo hizo caer al piso entre quejas.

— ¡Pero, papi, solo estaba jugando! ¡Pusiste el baño con llave! ¡¿Cómo pudo haber entrado?!

— Cierto... pero igual se lo merece por estarme molestando cuando ve que no estoy de humor — Asintió — Princesa, llora más bajito, por favor, así YaZaelly no se ríe tanto de lo patético que eres.

JiMin le dio un manotazo en el hombro por ser tan grosero con YoonGi y creerle lo que dijo cuando lo hizo solo para molestarlo, ya que siempre le ponía seguro a su baño como el celoso que era y así evitar que YoonGi entrara. Era obvio que JiMin jamás lo dejaría entrar porque seguía siendo virgen a pesar de ya ser un adolescente y YoonGi respetaba su decisión.

— Un día de estos lo vas a terminar matando, Park YajaTzael.

— No me molestaría que ese día fuera hoy.

YajaTzael asintió, dejó luego el platito cuando por fin acabó de darle de comer a su pequeño engendro. Lo cargó para darle unas palmaditas en la espalda como siempre debía hacer, aunque haciendo eso se rió del sufrimiento de YoonGi tras golpearlo en la parte más sensible del hombre.

Era verdaderamente divertido cómo alguien tan blanco se ponía tan rojo como un tomate, justo así estaba YoonGi, quien se apoyó en JiMin para no caer nuevamente al piso por no lograr soportar el inhumano dolor que le provocó. Es que YoonGi también como que era masoquista porque le gustaba molestarlo aun sabiendo de que repartía golpes por doquier.

— ¡Minie, vámonos ya! ¡Kookie nos está esperando!

— Bien. Ya nos vamos, papi. Te portas bien, ¿sí?

— YaZaelly nunca se porta bien.

— No se lo dije al bebé, te lo dije a ti.

— Ah.

JiMin le dio un beso en los labios, luego tomó la mano de YoonGi para llevárselo, pues su hermano y su cuñado lo estaban esperando para ya ir a clases. Él entonces le metió el pie a YoonGi cuando pasó a su lado, el estúpido casi cae, pero JiMin logró sujetarlo bien para que eso no pasara gracias a él, como siempre y todos los días.

— Bueno, Park YaZaelly, ¿estás listo para besar el piso?

No.