🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔙𝔢𝔦𝔫𝔱𝔢 🖕

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" Park YajaTzaelly, dieciséis añitos de vida"



Yael resopló, retorció los ojos, suspiró con unas intensas y serias ganas de matar al demonio que tuvo como hijo. Él de verdad se preguntaba en qué momento se le ocurrió tener un segundo hijo.

— Yo aveces en serio te detesto.

YajaTzael rió con burla, siguió viendo televisión mientras intentaba meterle el pie a la boca solo porque estaba aburrido y no tenía a quién joder más que a él.

— Se me va a salir lo caníbal y te voy a arrancar los dedos del pie si sigues jodiendo — Advirtió — Piensa muy bien lo que te conviene.

— Quiero un gatito.

Ante esa obsesión tan extrema de YajaTzael por los gatos, él retorció los ojos antes de agarrarle el pie para jalarle los dedos hasta hacerlo gritar de dolor.

— ¡Oye, no seas animal!

— ¡Te lo advertí, maldita bestia!

— ¡Buenos días, familia!

— ¡¿Qué tienen de buenos?!

DaeGin sonrió ya acostumbrada a su familia, luego tomó la mano de JimDae y emocionada se lo llevó hacia en donde ellos estaban para sentarse en el sillón y así estar los cuatro.

JimDae la abrazó contra el pecho, le dejó un beso en la cabeza y le dijo cuánto la amaba mientras sutilmente le acaricaba el estómago.

Ese par de desastres andantes seguían matándose en el sofá, pellizcándose y jaloneándose el cabello sin darle importancia a ellos.

— Familia, queremos hablar con ustedes... como gente civilizada.

— ¿Hablar? ¿Gente? ¿Civilizada? ¿Qué es todo eso?

YajaTzael volteó a mirar a JimDae y esa sonrisa que portaba, fue ahí en donde Yael le dejó caer la mano en la mejilla por haberlo pellizcado, pero él no se quedó quieto y el devolvió la cachetada.

— Ay, hijo de puta. ¡¿Por qué tu mano es tan pesada?!

Entre muecas de dolor, Yael se acarició la mejilla mientras JimDae agarraba a YajaTzael del cuello de la camisa para jalarlo hacia él y así evitar que siguieran agarrándose a golpes.

— Debemos darles dos noticias — Comentó DaeGin — JimDae, bebé, diles tú... diles.

— ¿Decirnos qué?

— ¡Oh, por Leviatán, me has mirado a los ojos! ¡¿Por fin van a romper esta absurda relación?! — YajaTzael sonrió — ¡Hoy se hace fiesta, hoy se hace fiesta, señores!

— Es todo lo contrario, en realidad, bebé.

¿El qué?

Él estaba sonriendo con los brazos hacia el piso, pues adoraba a Satán y ese maldito estaba abajo, pero cuando JimDae le aclaró tal cosa, esa sonrisa se desvaneció con los brazos aún hacia el piso.

— ¿Qué?

— Bueno, es que nosotros llevamos ya mucho tiempo juntos, nos amamos y...

— Eso no me interesa, me vale verga, directo al grano.

Ah.

JimDae miró a DaeGin y ella entrelazó sus manos con una sonrisa para darle confianza y así pudiera dar las dos noticias antes de que ese par se muriera de la ansiedad.

— DaeGinie y yo nos vamos a casar.

Wow.

Tal noticia no la esperaba ni YajaTzael, ni Yael, por lo que quedaron algo atónitos y callados, bastante sorprendidos por el hecho de que JimDae estaba sentando cabeza y de forma bastante seria.

— Bueno, yo... eso no me lo esperaba, pero... pues, felicidades — Murmuró el mayor — Supongo que se aman lo suficiente como para dar este paso.

— Amo mucho a DaeGinie, papá.

— Sí... — Asintió — YajaTzael, ¿no dirás nada?

Los tres observaron a YajaTzael, éste tenía la mirada en el piso, bastante callado y quieto, es que todos sabían cuán fuerte le había pegado esa noticia, pues era su hermano mayor el que estaba empezando a formar su propia familia, muy alejado de él.

— ¿Qué quieren que diga?

— Que me apoyas, bebé, que estás feliz por mí, que... quieres mi felicidad.

Con el ceño fruncido para ocultar el que sus ojos estaban bañados en lágrimas, alzó la cabeza para ver a JimDae, quien compresivo intentó acercarse, mas él se puso rápidamente de pie para alejarse.

— Estoy feliz por ti, era lo que querías, ¿no? Tener tu propia familia — Susurró — Te deseo suerte, espero que todo te salga bien.

— YajaTzael...

JimDae se levantó del sillón para seguirlo en cuanto él corrió hacia las escaleras para subir a su habitación. Fue detenido luego de pasar por la primera habitación, JimDae lo abrazó con fuerza y el susurró lo mucho que lo amaba.

— Yo te amo, ¿bien? Tú eres y serás el amor de mi vida — Sinceró — YajaTzael, eres irreemplazable para mí.

— ¿Y por qué te quieres casar, entonces? ¿Por qué me quieres dejar?

— ¿Y quién te dijo que te voy a dejar? Jamás podría dejarte, bebé. Eres mi bebito, no lo haría — Sonrió — Es solo que cuando tú te enamores vas a entenderme... entender lo que es amar.

El menor sollozó sobre su pecho, se aferró a él y no quiso soltarse, así que él lo abrazó con fuerza, como osito de felpa y le besó la frente un par de veces.

— No te vayas, por favor... quédate aquí o llévame contigo — Pidió — No quiero que te alejes... que me alejes.

— No me voy a alejar, tampoco te voy a dejar, bebé. Vamos a vivir aquí por mientras la casa esté en remodelación — Respondió el mayor — Aquí estaremos hasta después de que tú sobrino nazca, sí.

— Es que yo no quiero que... ¿Qué dijiste?

Con el ceño nuevamente fruncido y nada raro en él, YajaTzael se separó tan solo un poco para verlo y así respondiera o explicara lo que anteriormente había dicho.

— También por eso nos vamos a casar... ¡Vas a tener un sobrino!

— Es una broma, ¿cierto?

— No, no. DaeGinie está embarazada — Rió — Voy a ser papá, bebé.

— ¿Pa... Pa-Para qué o qué?

— Porque sí, bebé — Asintió — ¿No estás feliz?

— Tú sabes que odio a los niños, que no son lo mío, que no les tengo paciencia, que me estresan y...

— YajaTzael bebé, tú no tienes paciencia con nada.

— Sí, pero ese no es el punto, el punto es que yo no quiero mocosos corriendo por esta casa — Aclaró — No quiero escuchar sus llantos, tampoco verlos, ni nada de esas vergas.

— Vas a ver que lo vas a amar cuando lo veas.

— Pobrecito, juras.

Claro que lo iba a amar, solo que aún no lo sabía.















𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora