𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)

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" Park YaZaelly, quince añitos de joder la vida de Park YajaTzaelly "

— La desaparición de mi bebé me tiene tan deprimido que ya ni ganas de comer me dan.

JiMin soltó una risita, negando con diversión siguió acariciando el cabello gris de Zael mientras ese gatito mentiroso se atragantaba con dos porciones de pizza y unas salchipapas llenas de queso. Eso sí, a pesar de que era claro que esas ganas de comer no se habían ido, la desaparición de su bebé sí lo tenía deprimido y cuando se sentía deprimido solía comer más, porque no comer lo deprimía y comía cuando se sentía deprimido.

— Dile eso a esas dos cajas de pizzas, el combo de hamburguesa, el mini combo de alitas picantes. También dile eso a ese paquete de tres leches, el de chocolate y el litro de helado — JiMin rió — Comes como para una familia de diez integrantes y aún me sigo preguntando cómo es que le haces para no engordar o subir un solo kilo. Yo me ceno todo esto y ya mañana amanezco inflado.

— A YajaTzaelly le gustaban mis carnes flojas, pero él ya no está aquí y ya no tengo a nadie a quien mostrarle mis carnitas — Sollozó — Es que él se portó muy grosero conmigo y-y me llamó gatito estúpido. Yo solo quería ayudarlo y él se puso agresivo.

— Ay, Zaelly-Hyung, no puedo tomarme esto en serio cuando te escuchas tan tierno. Ven aquí.

— Es que tu papá es un orgulloso.

El menor lo acurrucó entre los brazos, lo estaba apretujando cual gatito de felpa porque es que se veía tan tierno llorando mientras comía y soltando esas quejas de garganta tipo ruiditos tiernos que la verdad es que seguía siendo ese hombre adorable y puro que había conocido hace tantos años. Entre risas le limpió las lágrimas, aunque no pudo hacer nada por esa nariz y esas mejillas rojizas producto de tanto llanto, pero sí pudo hacerlo sonreír con ofrecerle otra porción de pizza.

— Zaelly-Hyung, ¿te puedo hacer una pregunta?

— Claro que sí, JiMinie.

— Bueno, es que yo...

— Pero si esa pregunta es acerca de que si quiero compartir la comida contigo, debo decirte que eso no será posible, ¿sí? — Aclaró el mayor — Porque es que estoy muy deprimido y eso me da hambre, JiMinie... pero no me veas así, ¿sí? Trátame bonito, ¿sí?

— ¡Eres una cosita bonita!

JiMin se rió a carcajadas tras tanta dulzura de su parte, una dulzura que no se iba ni con el paso de los años y esa ternura le ganó tanto que acabó abrazándolo como si no hubiera un mañana mientras le comía la carita a besos. Él pensaba que todos merecían a un gatito así en la vida, a un gatito con mal dormir, rompe todo, quema todo y siendo un barril sin fondo, una pipa con patas que no se llenaba con nada.

— ¡Park JiMin, ¿cómo te atreviste?! ¡Judas, traidor!

— ¿Papi?

— ¡Es mi gatito!

YajaTzael apareció con todo su drama que tal parece le daba de comer, junto a YoonGi y YaZaelly, éste último llegó a sonreír cuando miró a Zael ponerse de pie entre lágrimas en busca de ir y abrazarlo porque estaba vivo, sanito, sin un solo rasguño. Abrió los brazos en espera de que se metiera en ellos, solo que estuvo muy lejos de esperar que YajaTzael agarrara a ese gatito y lo cubriera con el abrigo, como tratando así que nadie lo viera o lo tocara.

— Pero... uh, quiero ir con nuestro bebé, YajaTzaelly.

— ¡No, no, no! ¡Quiero que me expliques cómo pudiste meterte con este enano!

— ¡Oye!

— ¡YajaTzaelly! ¿De qué hablas?

YoonGi prefirió sentarse al lado de JiMin tras captar lo que pasaría, que sería una escena de celos de parte de ese maldito celópata, un claro llanto de parte de ese gatito sensible y risas de parte de la copia dos punto cero del maldito celópata. A pesar de que fue muy lengua larga y mete cuento en decir que Zael estaba saliendo con alguien cuando no era así porque ese hombre seguía llorando por las noches la separación que tuvo con YajaTzael hace cinco años, sabía que eso podría hacer que esos dos arreglaran sus problemas al darse cuenta de que se seguían amando tanto como él amaba a JiMin.

— ¿Cómo te atreves a preguntarme de qué hablo? ¡Estás saliendo con alguien, tú, gatito estúpido!

— ¿Yo?

— ¡Sí, tú!

— Pero...

— ¡Y no lo entiendo, ¿eh?! ¡Te juro que no entiendo cómo es que has dejado de amarme siendo yo un Adonis, un dios! ¡Indignante, simplemente indignante! — YajaTzael encolerizó — ¡Solo quiero que sepas que jamás vas a encontrar a alguien que te aguante más de dos quemadas de cocinas, más de una despensa vacía y más de uno de tus típicos llantos de moco tendido!

Zael llegó a fruncir el ceño, sintiéndose enojado le estrelló la mano en la mejilla como para que calmara su histeria y como para que ya le bajara a sus absurdos reclamos de ex tóxico. Evidentemente, eso generó que el vulgarcito de YaZaelly rompiera a carcajadas junto al otro vulgarcito de YoonGi, mientras JiMin negaba sabiendo que nada bueno saldría de eso, también porque sintió la bofetada en una clase de dolor ajeno.

— Pues, déjame decirte, Park YajaTzael, que también dudo mucho que encuentres a alguien que logre soportar tu malhumor, tampoco tus gruñidos bipolares y tus refunfuños sin sentido — Asintió — Mucho menos tus celos enfermizos, tu rara amistad con la muerte y el peligro, y muchísimo menos tus problemas de ira, los de histeria y los de neurosis que, en efecto, sí tienes.

— Que te vas a morir solo dice.

— Que ya le vales verga dice.

— Ustedes dos, dejen de meter cuento.

YajaTzael miró a ese gatito tan atrevido y se sintió muy ofendido de haber dicho tantas mentiras, tantas injurias y calumnias a su calmada persona. De su parte, Zael solamente agarró la caja de pizza para seguir comiendo en busca de ignorarlo por completo, porque él creía que era fácil lidiar con una persona así cuando no, cuando realmente se requería de mucha paciencia y de mucho amor por sobre todo.

— ¿Sabes qué es lo más chistoso de esto, Min Zael sin gatito agregado?

— ¿Qué cosa?

— Que aun así me amaste.

— ¿Ah, sí? ¿Y sabes qué es todavía más chistoso que eso, Park YajaTzael?

— ¿Qué cosa?

— Que aun así te sigo amando.

Fuentes confesiones.