𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)

🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔙𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔲𝔫𝔬 🖕

" Park YajaTzaelly, diecisiete añitos de vida"

YajaTzael giró los ojos, los retorció a más no poder en cuanto entró a ese maldito hospital de mierda solo para ver a sus sobrinos mellizos como petición de parte de JimDae, dis que para conocer a sus bebés.

Como si le importara conocer a mocosos chillones.

— ¡YajaTzael bebé, aquí!

— Aquí te voy a meter el dedo por obligarme a venir a las dos de la madrugada, ¡a las dos de la madrugada! — Gruñó — ¡La gente duerme a estas horas, ¿sabes?! ¡No quiero conocer a un par de mocosos!

— Niño, es un hospital, debes hacer si...

— ¡Cállate y sigue con lo tuyo!

De pésimo humor por ser obligado a despertar de su sueño, levantarse de su cama, salir de su casa y llegar a ese hospital verga, estuvo dispuesto a descargar ese estado de ánimo con el doctor que quiso regañarlo, pero JimDae lo sujetó del cuello de la camisa y lo jaló para acercarlo.

Refunfuñando miró al doctor, quien negó ante su comportamiento antes de irse y, claramente, Yael estaba ahí también, solo que estaba intentando no quedarse dormido en los asientos que estaban fuera de la habitación en donde DaeGin estaba descansado luego de la labor de parto.

— "Niño, esto es un hospital " estúpido, como si alguien le preguntó — YajaTzael refunfuñó — Espero y le caiga un rayo en seco por maldito.

— Bebé, cálmate un po...

— ¿De qué hablas? Estoy calmado.

JimDae, negando lo sujetó de los hombros y lo abrazó para ver si le calmaba ese mal genio que siempre tenía, eso porque moría para que conociera a sus bebitos.

Hace mucho que el doctor les había dicho que serían dos y él no pudo estar más contento junto con DaeGin, así que quería compartir esa felicidad con su familia, pero Yael ya los había visto, solo faltaba Míster demonio.

— Ellos están en la habitación en donde los dejan. Uno se llama JiMin y el otro bebito se llama TaeHyung — Sonrió — Están juntos, pero en cunitas separadas, sí, bebé.

Con esa misma sonrisa miró a YajaTzael, pero éste solo lo estaba viendo como diciéndole que no le importaba en lo absoluto ni cómo se llamaban, ni en si estaban separados o no.

— Anda, ve, ve.

— Pero es que no quiero, yo odio a los niños y ellos me odian a mí, así que es seguro que...

— Park YajaTzael, ve y conoce a tus sobrinos o me enojo contigo.

— Uy.

— YajaTzael.

— Bien. Está bien, como sea, da igual, a nadie le importa — Refunfuñó el menor — Deben ser feos con eso de que la mamá está fea.

Así mismo, refunfuñando se dio la vuelta y caminó hacia la dichosa habitación, todo sin dejar de refunfuñar o gruñir entredientes porque él en ese momento estaría en su cama, no en un hospital para ver a dos engendros.

— Pero los cuelgo de un poste si se ponen a joder, los voy a colgar o los amarro a una silla — Gruñó — Jodidos mocosos, cómo los odio, son tan chillones.

Una vez llegó a la famosa habitación, de mala gana observó a todos los niños que estaban en las cunas mediante la ventana, de brazos cruzados empezó a buscar a los mellizos de extraña procedencia que tenía como sobrinos.

— Puro niño feo hay aquí, no hay ni uno pasable — Susurró — Ah, ya te vi, Park TaeHyung.

Solo por unos segundos observó al pequeño TaeHyung, con esa mirada de desagrado y aburrimiento, después la fijó en el bebé que estaba a su lado, pero apartó la mirada por inercia y después abrió los ojos en grande.