🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔙𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔱𝔯𝔢𝔰 🖕

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" Park YajaTzaelly, diecinueve añitos de vida "

— ¿Quién es la cosita más linda de todas? ¿Quién es el amor de mi vida?

— Yo, yo.

YajaTzael borró su hermosa sonrisa, quitó los ojos de JiMin para ver a su novia con una cara de asco, ya que era obvio que se lo decía a su bebé, a JiMin, no a ella.

— Es que, YajaTzael-Oppa, ¿por qué traes al niño a la universidad?

— Porque él se pone a llorar cuando no estoy y yo lloro si él llora, ¿entiendes? — Murmuró — Es que es un chaparrito bonito que le gusta estar conmigo.

Sin importarle una verga el que los estudiantes lo vieran mucho por llevar a un bebé de dos años a la universidad y a sus clases, cargó a JiMin para dejarlo de pie sobre sus piernas, así podía abrazarlo delicadamente de su regordete tórax mientras su cara era comida por unos juguetones labios.

— Ay, YajaTzael-Oppa, te está llenando la cara de baba.

— ¿Puedes dejar de joder por un momento? Desaparece de aquí sino te gusta.

Un vez aclaró sus puntos, estiró sus labios cuando JiMin le tomó la cara entre sus pequeñitas manos para dejarle un beso como ya acostumbraban.

Si alguien le preguntaba si se le era incómodo o si sentía vergüenza por llevar a su bebé a la universidad, la repuesta era un rotundo no, pues amaba a JiMin con su alma y estar separado de él le provocaba ansiedad.

Con JiMin era algo similar, no paraba de llorar cuando él no estaba y no se calmaba hasta que llegaba de la universidad, por eso había decidido llevárselo también, así estarían juntos y tranquilos. Claramente, se lo llevaba sin el permiso de JimDae, ya que éste siempre estaba más que dormido con TaeHyung en su pecho.

— Eres muy grosero, Oppa... ¿Puedes prestarme atención?

— Mira, tú, estúpida, la única persona que merece toda mi atención es mi chaparrito bonito — Aclaró — Nadie más nunca tendrá mi aten...

¿De qué estaba hablando?

Sus palabras se perdieron en el abismo cuando, al estar a punto de asegurar que nadie más tendría su atención, un chico bonito y con ojitos de gatito se sentaba en la mesa de al lado con los audífonos puestos.

— Ay, qué fuerte.

Completamente embobado fijó sus ojos en el chico. Era delgado, enorme trasero y gruesos muslos. Tenía una carita tan pequeña y tierna, con unos labios delgados y una naricita algo rosita, pero lo más hermoso que poseía era sus ojos.

Por todos los dioses de la belleza.

Era unos ojitos pequeños, tenían una forma gatuna, de color gris brillante y eran tan hermosos que sentía haberlos visto antes, pero no recordaba ni cuándo, ni dónde.

Se veía tan adorablemente hermoso leyendo un libro mientras escuchaba música, con su cabello negrito algo desordenado y era tan perfecto que hasta un suspiro se le escapó.

— YajaTzael-Oppa, escúchame, yo...

— Qué hijo de puta más bonito.¿Qué mierda? Yo soy heterosexual, pero qué chico más lindo.

— ¡Soy tu novia, idiota!

— Eras, perra.

— ¡Imbécil!

— ¡Parece un gatito!

Bien.

Está bien.

No se iba a poner a llorar, tampoco iría tras su casi exnovia como ella quiso cuando se puso de pie y se fue enojada con la intención de que él la siguiera. Era Park YajaTzael, ese no era su estilo, su estilo era dejar que se fueran a la mierda y listo.

— Creo que acabo de ver a un lindo gatito, enano.

Sonriendo a más no poder, mostrando sus adorables muelitas filosas, se puso de pie y cargó bien a JiMin para dirigirse hacia la mesa en donde ese gatito estaba y así, como si nada, se sentó en frente de él para empezar a verlo de una forma tan fijamente tonta.

JiMin se subió a la mesa porque quería el libro, así que cuando se lo quitó al chico, éste se desalojó los audífonos y confundido los miró, fue justo en ese momento en dónde él se derritió de la pura ternura al ver mucho mejor esos hermosos ojitos.

— Uh, hola...

Bastante nervioso y tímido por la mirada tan intensa que tenía sobre él, decidió observar al niñito regordete que estaba sobre la mesa. Con una sonrisa le acarició el cabello y le tocó suave las mejillas, lo sostuvo por si llegaba a caer y estaba muriendo de ternura mientras el mayor lo veía sin parpadear, con una sonrisa estúpida y en medio de tantos suspiros, con el mentón apoyado en la palma de su mano y poniéndolo tan nervioso.

— Uh... Mi nombre es Zael, Hyung — Murmuró — ¿Y usted es...?

— No tan heterosexual como pensé... Digo, soy YajaTzael, gatito bonito.

Bastante confundido, parpadeó unas cuantas veces mientras sus mejillas empezaban a tornarse rosas por lo que el mayor había dicho tan sin filtro y el que fuera tan guapo lo hacía ponerse incluso más tímido.

— Un gusto, YajaTzaelly-Hyung. Espero llevarme bien con usted.

— Ay, gatito, qué cosas dices. No me coquetees de esa forma.

¿El qué?

Luego de no entender nada, puso sus ojitos en el bebé nuevamente, quien ya estaba haciendo pedazos el libro que su hermano mayor le había regalado para su cumpleaños.

— ¿Y este bonito bebé cómo se llama?

— Ya te dije, me llamo YajaTzael.

— Me refería a-a él.

— Ah.

Después de haber parecido tan estúpido, el mayor agarró a JiMin para sentarlo en sus piernas y así evitar que se cayera o algo, segundos luego miró al menor y lo hermoso que era.

— Es Park enano JiMin, es mi sobrino, pero lo amo como un hijo — Respondió — ¿Verdad que está bonito? ¿Verdad que es hermoso?

— Aww, sí...

— Le preguntaba al enano.

— Uh...

— Dice que sí eres hermoso y que acepta que seas su tío.

Como si no pudiera estar más avergonzado, Zael bajó la cabeza en cuanto él lo miró tan fijo y tan sonriente, así lo tomó de la mano mientras le coqueteaba tan descaradamente.

— Oye, gatito, ¿tienes novia?

— Ah... no me-me gustan las chicas, ¡pero no se aleje de mí por eso! — Pidió — Es la primera persona que se acerca y no quiero que se aleje por ser... gay.

Bastante desanimado y triste por ser tan rechazado, se limpió las lágrimas que llegaron a salir gracias a las burlas que había recibido, pero YajaTzael no dejó que se sintiera mal. Lo tomó nuevamente de la mano y confiado le dejó un beso en ella, eso lo hizo alzar la mirada entre sollozos.

— Dime quiénes fueron. Tengo ganas de almorzar sangre, pero dímelo para enojarme bien — Gruñó — Nadie nunca volverá a decirte nada sino quiere probar mis puños, ¿escuchaste, gatito?

— Pero...

— ¿Quiénes fueron?

— Son los que están bajo ese árbol.

Así mismo, gruñendo como perro con rabia se dio la vuelta solo para gruñir más fuerte al observar a ese grupo de chicos, los que se hacían llamar los bravucones de la universidad y él ya se había desbaratado a dos de ellos solo porque uno lo quedó viendo mucho cuando estaba de malhumor.

— Se metieron con el gatito equivocado.

— ¿Hyung? ¡Hyung!

Ni mierda.

Ya encontró lo que por tanto tiempo estuvo buscando y una vez teniendo a su gatito, nadie tenía el derecho de verlo tan siquiera, no sino querían probar lo rico que era un puñetazo de su parte.










𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora