🖕 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔇𝔦𝔢𝔠𝔦𝔰𝔦𝔢𝔱𝔢 🖕

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" Park YaZaelly, catorce añitos de joder la vida de Park YajaTzaelly "


YajaTzael rodó los ojos, de verdad que los retorció cuando, de mala gana, tuvo que ver que su chaparrito bonito cosito precioso estaba siendo besado por el tapas flojas de YoonGi, ese maldito cloro vencido que de seguro le hizo algún amarre, porque solo así se explicaría el cáncer en el gusto que JiMin tenía como para fijarse en algo tan feo como esa mosca de alcantarilla.

— Qué bueno que nadie se opuso a la boda.

En realidad alguien sí se había querido oponer a la boda y ese alguien era, claramente, él, y porque se sabía que querría oponerse es que fue amarrado a la silla de pies y manos, con la boca cubierta con cinta adhesiva y siendo vigilado por el traidor de su demonio personal. No lo entendía, simplemente que no entendía cómo es que una preciosidad como JiMin pudo casarse con esa cosa tan fea.

El amor no era ciego, el amor era espantoso.

— Papá, YajaTzael ya está gruñendo con rabia.

Enseguida clavó los ojos sobre ese maldijo Judas de YaZaelly, porque es que le encantaba a ese mocoso estar metiendo cizaña, ensuciar su nombre con injurias y calumnias, hablar lo que no era cierto. Claramente, era obvio que sí había estado gruñendo durante todo el casamiento, porque es que le tocó ver que su hijo mayor se estaba casando con ese color de muerto y él solamente no pudo hacer nada al respecto.

— YajaTzael, uh... ¿quieres comer algo?

Refunfuñando mentalmente miró a Zael cuando se sentó a un lado una vez los novios ya estaban más que casados y que se sentó con un trozo de pastel que la verdad ya se había robado mientras la boda se llevaba a cabo. No le gustaba compartir cuando se trataba de comida, pero él siempre sería la excepción en todo y también porque en serio quería estar cerca de él, intentar entablar una conversación.

Sonriendo con mejillas rositas le quitó la cinta adhesiva a ese tonto hombre y lo hizo sin ser precisamente suave o delicado, ya que se estaba cobrando todas las noches en que se dormía llorando por su ausencia. Suspirando miró que YajaTzael rodaba los ojos como con desagrado y al principio pensó que era porque él estaba cerca, pero después cayó en la cuenta de que fue porque no le gustaban las cosas dulces y ese pastel desprendía mucho el olor a leche condensada.

— Uh, ¿quieres...?

— No te quieras portar lindo conmigo, tú, maldito ex gatito de mierda.

— Pero...

— ¡Papi!

JiMin llegó corriendo junto a YoonGi, desbordando felicidad se sentó en las piernas de YajaTzael para poder abrazarlo con euforia, comérselo a besos para decirle así lo feliz que estaba por haberse casado con la persona que realmente amaba y que amó desde la primera vez que se vieron, aun si eso ocurrió cuando tan solo eran unos niños. El caso es que no cabía de lo feliz que estaba y sabía que, aunque pareciera lo contrario, desde lo más profundo de ese corazón tan duro, YajaTzael estaba igual de feliz.

— ¡Estoy tan feliz, papi! Me he casado con la persona que amo.

— Lo único que te puedo aconsejar es que si esa persona te recalca los errores cada que tiene la oportunidad, ahí no es.

YajaTzael apartó la vista y la dejó sobre la ventana que tenía esa maldita iglesia de mierda, porque prefería ver hasta la estatua de la dis que Virgen María que ver a Zael y sus tontos ojitos de gatito triste. A pesar de que han pasado cuatro años estando divorciados, ver a Zael siendo libre y poder tener muchos pretendientes, eso le dolía, pero la verdad es que ya no estaba para seguir viviendo entre peleas y disgustos.

Si Zael quería rehacer su vida con otra persona, que lo hiciera sin miedo al éxito, si quería salir y acostarse de vez en cuando con algún pretendiente, que también lo hiciera. Él sólo quería enfocarse en cuidar de YaZaelly, estar en cada etapa de su vida, en cada juego, en cada momento importante y no dejarlo solo otra vez, porque intentar no fallarle estaba completamente imposible. Yael una vez le había dicho que todos en algún momento iban a fallar, incluso fallarse a sí mismos y por eso no podía solo esperar no hacerlo porque es que no era perfecto como tanto quería.

Lamentablemente, la gente mierda no entendía eso por tener más aire en el cerebro que empatía para con los demás.

— La próxima semana DaeHyunie tendrá su primer ultrasonido y nosotros iremos con ella, papi — JiMin sonrió — El doctor dice que el bebé se está formando muy bien a pesar de que es muy pequeño.

— Ya lo sé, porque es que el doctor soy yo.

— Cierto.

Él soltó una risita tras olvidar ese pequeño detalle y como recompensa entonces se puso de pie para dejar libre a YajaTzael de toda soga, pues debían ir a la fiesta y nadie podía faltar. Pensaba que era una buena forma de romper la tensión que se había creado con ese comentario tan lleno de verdad, pero que igual sabía que le había dolido a YajaTzael decirlo, porque seguía amando a Zael a pesar de todo.

— Bien, vamos a... ¡Papi!

Bien.

Está bien.

Tal vez debió de imaginar que YajaTzael no se quedaría de brazos cruzados y que tarde o temprano terminaría haciéndole algo a YoonGi para desquitarse como no pudo hacerlo durante todo el casamiento, es por eso que se le había lanzado encima a ese maldito cloro vencido e iniciado así con un espectáculo dentro de la iglesia y frente a los ojos del padre que lo casó con YoonGi. Ese tipo, por cierto, comenzó a seguirle la corriente a YajaTzael y entonces los dos se estaban agarrando de las greñas.

— ¡Eso es! ¡Dale con la silla!

— ¡Park YaZael, es separarlo, no motivarlo!

— Cierto... ¡Recuerda que JiMin está con el zarrapastrozo y pulgoso de Yoonie!

— Pero... ¡YaZaelly!

— ¡Eh, que Yoonie también esta agarrando de las greñas a mi papá!

Todo un caso.

















𝔐𝔯. 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬 (Pɑrk YɑjɑTzɑel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora