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—Eres tú, linda

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—Eres tú, linda. —fueron las palabras que expresó al verla entrar, vestida bonita. Con un vestido digno de la realeza.

Sus pasos fueron detenidos, por una fuerte bofetada que le diste. Resonó por todos los lados, hasta los sirvientes volvieron a temblar. Satoru simplemente bajó la cabeza, con culpabilidad. Como un niño tratando de mostrar arrepentimiento pero simplemente quería hacerse la victima.

Estabas tan indignada, molesta. No querías relacionarte con el nunca más, te había decepcionado tanto.

—Jamás te vuelvas a relacionar conmigo. Ni quiero verte, ni quiero hablarte. Jamás me vuelvas a tocar. —Fue lo que dijiste, con lágrimas de ira. No sabías cómo tuviste ese valor. Sabes muy bien que Satoru es más alto y más fuerte si el quisiera te mataría y ya, rogabas para que no lo hiciera. —Me voy de aquí.

—No, Gen. Ven aquí!—grito, quisiste correr pero el fue más rápido y te detuvo. —No vas a dejarme o si?

Sonreíste con ironía, ¿acaso se había olvidado que tenías un moretón en tu cuello o es que el maquillaje que aquella mujer te había echado lo cubría perfectamente?

—¡Estás loco! ¡Por supuesto que si! ¡Satoru me ahorcaste, casi me matas! Ni siquiera te conozco ahora ni tampoco quiero.

El soltó tu muñeca, como una señal de dejarte ir. Volviste a emprender tu camino con rapidez. Pero algo te hizo detener.

—Bien, vete. Me dejarás, todos lo hacen. Primero Suguru, Shoko y ahora tu. ¡No tengo a nadie, estoy completamente solo! Pensé que podría cuidarte y mantenerte a mi lado, solo no quería que huyeras que entendieras que no hay lugar más seguro que a mi lado!

Te detuviste, no quisiste girar a darle la cara pero aún así lo hiciste. El lloraba, con sentimiento. Lágrimas caían por su mejillas. Algo de tu pecho se movió, sintiendo culpabilidad. Jamás lo habías visto llorar.

—¡Nadie me aprecia, nadie me quiere! Doy todo de mi, les doy detalles, los aconsejo. Yo Gen, te di mi alma y cuerpo!

Empezaste a querer ir a consolarlo. Pero sabías que estaba tratando de manipularte, pero tu cuerpo te estaba ganando. Tus pies empezaron a caminar hacia el.

—Pero recibo esto a cambio, ¿quien fue quien te ayudó en esa oscura noche? ¿Cuando estabas sola, con el cuerpo de tú madre muerta en el río? ¡Yo fui quien lo hizo, nadie más! ¿Quien te consoló todas esas noches, te hizo reír y te abrazó hasta el amanecer? ¡DIME QUIÉN FUE!

Te seguía sacando cosas en la cara. No pudiste más, tu otro lado que decía que eras una malagradecida, que Gojo era la única persona a la cual si le importaste y quien te amo. Si no fuera por el, te hubieras matado. Esa parte de tu mente te ganó.

Caminaste hacia el, y lo abrazaste. El te agarró fuerte de la cintura, como si no quisiera soltarte nunca. Los dos terminaron en el suelo mientras se abrazaban, mientras el de ojos azules te decía lo mucho que significabas para él y como te amaba.

—Williams Gen, clavaste el calvario. —fue lo que susurró esa mujer mientras los veía desde un gran ventanal.

Pero ellos solo eran amigos.



AF

𝐂𝐚𝐫𝐢𝐧̃𝗼𝐬𝐚𝗺𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝗺𝐢𝐠𝗼𝐬. ||𝐆𝗼𝐣𝗼 𝐒𝐚𝐭𝗼𝐫𝐮||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora