Tratabas de no entrar en pánico, Irene detrás de ti temblaba del miedo, se agarraba de ti con fuerza. Odiabas admitirlo pero no podías enfrentarlo con personas en el medio, Irene estaba siendo un obstáculo. Podías simplemente ser egoísta y hacer tu movimiento, comenzar a una pelea que terminaría siendo el asesinato y derrumbe de todas las personas debajo de ese techo. O podrías simplemente rendirte y no permitir que Irene saliera herida.
— Vamos mi vida, mira a tu alrededor, mírame a mí. Sabes muy bien lo que soy capaz de hacer como también lo que soy capaz de hacerte a ti.
— Satoru ninguna de tus amenazas harán que vuelva a creer en ti solo hacen querer alejarme de ti.
— Mira, Gen. será rápido, en un abrir y cerrar de ojos buscaré al esposo de tu amiguita detrás de ti, luego la tomaré a ella y le romperé el cuello delante de su esposo y de ti. — Sonrió como maniático, mientras tú estabas horrorizada. Mirabas a cada lado y rincón tratando de buscar una estrategia.
— Ya no voy a caer en tu boca maldita llena de mentiras. — Escupiste con odio, eso solo desató más ira en el hombre. — Haremos esto, tú dejas ir a los inocentes y nos vemos las caras solo tú y yo.
El hizo un puchero fingiendo pensar.
— No, mi vida. Así no funcionan las cosas, no tienes ninguna autoridad aquí. — Sonrió aparentando los dientes.
— Son opiniones, lamentablemente depende de la que escojas depende lo que haré. — Fingiste tristeza.
— ¡Señor Gojo! Me preocupé, nadie volvió a la mesa! — La voz del esposo de Irene resonó, distrayendo a Satoru.
Esos pocos segundos en que sus ojos se desenfocaron de ti, juntaste tus dos manos y empezaste a generar energía maldita activando después de mucho tiempo tu técnica maldita, la última técnica maldita que habías copiado era la de manipulación de sangre. Está todavía habitaba en tu sistema, al juntar las dos manos dejaste salir una presión de sangre de tus manos. El disparo salió directo a la pared, haciendo destrucción de la misma. Ahora los ojos de Satoru se enfocaron en ti.
— Hazlo fácil, amor. No lo hagas.
— Atrápame si puedes, querido.
Tomaste a Irene y la cargaste en tu espalda y empezaste a correr, mirabas atrás buscando a Satoru, no lo veías. No podías mirar atrás, ibas a distraerte. Nadie te seguía, nadie iba tras de ti, parecías ser libre. ¿Satoru no iba a buscarte? ¿No te atraparía? Cerraste tus ojos tratando de desaparecer ese pensamiento, que importaba estabas más cerca de escapar.
— Irene ya vamos a salir, lo prometo. — Le susurraste, ella simplemente asintió,
Cuando por fin saliste de esas grandes puertas, que a lo lejos ya podías ver la ciudad. Sentiste que podías respirar, el viento golpeó tu rostro. Seguiste corriendo sin mirar atrás, la adrenalina y la energía corría por tus venas como un turbo.
Llevarías a Irene a la primera estación de policía que encontrarás.
•
— Espero no sonar descarada, pero en un abrir y cerrar de ojos la puede buscar. ¿Por qué le ha dejado ir, mi señor? — Preguntó una Giana después del desastre, con escombros en el piso.
Satoru no se había movido desde que Gen había salido por esa pared. Seguía mirando en la dirección en la que se fue.
— Por ahora, dejaré que piense que ganó. — Fueron sus secas palabras.
AF
(Omg Porfa no me maten, espero que les guste. Sigan comentando, tienen mucha razón y lamento decirles que Satoru no va a cambiar ni merece cambiar sorry😭😭 y sigan aconsejando a Gen para que no meta la pata en el futuro)
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𝐂𝐚𝐫𝐢𝐧̃𝗼𝐬𝐚𝗺𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝗺𝐢𝐠𝗼𝐬. ||𝐆𝗼𝐣𝗼 𝐒𝐚𝐭𝗼𝐫𝐮||
FanfictionNo es normal que un hombre de 28 años trate de manera cariñosa a su estudiante fémina, menos cuando esa "amistad" quitara tu libertad. Nombre del oc/Gen