No es normal que un hombre de 28 años trate de manera cariñosa a su estudiante fémina, menos cuando esa "amistad" quitara tu libertad.
Nombre del oc/Gen
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Así lo hiciste. Estabas arisca, mirabas todo de reojo. Con desconfianza, realmente era extraño todo, del día a la mañana. Satoru era el hombre más bueno y gentil del mundo. No debías creerle, pero querías saber el porqué de su acción.
—Podré repetirlo una o otra vez, seguirás siendo hermosa para mi.
—¿Qué pasa? ¿Qué es esto, Satoru?
—Las preguntas las contestaré, ahora quiero mostrarte algo. —Extendió su mano hacia mi, la tomaste con duda.
Te bajaste del auto, el te guió a lo que parecía ser una cafetería. Era pequeña, cuando entraste viste en una pequeña góndola de postres. Sentiste deseos de probar todo, tenías bastante hambre. Tu estómago rugió haciendo un ruido vergonzoso, Satoru soltó una melodiosa carcajada. Sentiste tu cara caliente por tal bochorno.
—Pobre de mi niña, se que no desayunamos en el clan. Así que te traje aquí.
—No tengo tanta hambre. — le contestaste todavía con vergüenza.
El simplemente sonrió, lo miraste extrañada. ¿Qué es lo que está pasando? Se estaba comportando como si fuera un nuevo hombre tanto que podrías olvidar como te trató, ahorcó y maltrató entre otras cosas, su sonrisa te empezaba a poner de nervios. ¿Siempre su sonrisa fue tan linda?
—No te preocupes, puedes tener lo que desees, lo tendrás todo.
Te hablo así, el se acercó a ti dejando un beso en tu cabeza, ese rubor en tu cara apareció.
PODRÍA PARAR??
Te sentías rara, no te gustaba nada de esto. Querías averiguar qué pasaba y estar en guardia, pero también querías estar en paz y disfrutar. Y podría esta ser una oportunidad. El dijo que sería civilizado y te trataría como lo mereces, esperabas que al preguntar todo no se fuera al caño de los gritos.
—Ven, nos sentaremos.
Me guió a la parte de atrás de la cafetería, abriendo una puerta. El sol dio en nuestras caras, era un hermoso patio casi como lo vio en el sueño con su madre. Miraste el hermoso lugar, habían conejitos en el suelo corriendo por todo el lugar. Sentiste una felicidad en tu pecho, agarraste a un conejito en tus brazos acariciando su bonito pelaje. El conejito cedía a tus caricias, era tan bonito.
—Si deseas llévatelo con nosotros a la mesa, sentémonos así podré contestar lo que tienes para mi. —Dijo él mientras al igual que tú acariciaba el conejito que tenías en brazos.
—Satoru...— Quedaste en silencio, el te miró confundido.
—¿Si, querida?
—Sobre los postres...podemos?
—Por supuesto que si, cariño. Vamos a la mesa.
Dejaste al conejito en el suelo, dejándolo libre lo viste unirse con un grupito y se fueron brincando. Sonreíste encantada, amabas el lugar. Tomaste del brazo a Satoru para que así te guiara a donde iban a sentarse. El entrelazado sus manos, el dio un apretón con fuerza, sonriendo.
Jamás te habías sentido tan nerviosa con el.
¿Quéestáempezandoapasar?
AF (Hola, la verdad me gustaría que sepan que cada comentario que dejan los lectores. Sea simplemente uno, me hace muy feliz y levanta mis ánimos. Comenten con libertad y déjenme saber lo que piensan sobre cada capítulo. <3)